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Otra semana más de margen para Iván Ania. El crédito del entrenador se prorroga cada fin de semana en busca de un resultado que ... le permita no solo firmar su continuidad momentánea sino desviar la atención de su persona. El club ha decidido silenciarse por completo y se ha preocupado con ello de mandar un mensaje claro y contundente: «No hay nada que decir». O mejor dicho, que no habrá cambios, al menos hasta el sábado por la noche. Pero sin más. Sin mojarse demasiado.
Iván Ania ha perdido parte del crédito de Chuti Molina, como se ha podido comprobar en determinadas actuaciones. Pero el director deportivo prefiere no hablar ni acotar nada. Tiene, además, un problema, porque al margen de la figura del entrenador, de su entrenador, se han evidenciado defectos en la confección de la plantilla.Así lo estima al menos buena parte de la masa social. Y de ahí que las protestas contra Ania hayan sido, en lo que al último partido en los Campos de Sport se refiere, bastante tímidas. Eso sí: más allá de que el problema sea o no el entrenador, el técnico es el primero en caer en estos casos. No Iván Ania en concreto. Cualquier técnico. Pero incluso eso señalaría a Molina. Y Molina lo sabe.
Ni los propietarios, Alfredo Pérez y Pedro Ortiz; ni el director deportivo, Chuti Molina, ni por supuesto el propio Iván Ania han contestado a la pregunta sobre si el entrenador cesará en el cargo esta semana. Teléfonos apagados, llamadas sin contestar: 'Silencio de radio'. Término que significa cese total de las comunicaciones. Prohibición de transmitir nada ni en fonía ni en morse hasta que se dé la orden de restaurar la emisión. Esta figura –aplicada sobre todo al ámbito militar– tiene como objetivo impedir la localización o alerta por parte del enemigo y fue muy frecuente durante las operaciones aéreas de la Segunda Guerra Mundial. Aquí no hay ninguna guerra, pero sí un claro afán de no ser localizados para no tener que dar explicaciones sobre la pregunta que el racinguismo quiere saber: ¿Será Ania el entrenador el domingo en Alcorcón?
El futuro de Iván Ania está en manos de Chuti Molina. Ni más ni menos. De la misma manera que el mandatario manchego apostó por él para liderar su proyecto hace un año, ahora depende de él que el asturiano continúe en el banquillo. Sus jefes, los dueños de Pitma, le han dado 'carta blanca' en las decisiones deportivas y ésta es de las más importantes. No es nuevo que no se pronuncie y que prefiera guardar silencio, no ha dejado de ser su estrategia de comunicación incluso en los momentos de éxito. Ayer, lo mismo que en las últimas semanas no atendió los requerimientos de este periódico –al igual que todos los responsables del club–. «Si esto no sale bien, la cuenta la pago yo», aseguró Molina al finalizar la composición de la plantilla. El manchego sabe que si destituye a Ania perderá el único parapeto que le queda antes de que los supuestos silbidos –muy discretos y contados el pasado sábado– que se avecinan le señalen a él personalmente. El director deportivo ha perdido buena parte de la confianza que tenía en el asturiano.
La situación ha cambiado, mientras que la pasada campaña buena parte de los días compartían mesa y mantel y muchas de las confesiones deportivas, durante este curso las distancias han crecido. Los resultados han cambiado el escenario.
A Ania le puede salvar un golpe de entrenador. Que el asturiano ejerza como tal y cambie la dinámica y con ello le evite a su 'jefe' tomar la decisión que más le debilitaría. La pasión con la que el propio Molina vive los partidos en el palco es una prueba evidente del descontento que mantiene con la situación deportiva y, en ciertas ocasiones, con algunos de los planteamientos del técnico. Se ve cada domingo. La excesiva permisividad –un tanto llamativa– de una grada anestesiada por el miedo al abismo le está dando una bola extra a Ania y resta caballos a Molina.
Pero el ambiente general es de moderada normalidad. Moderada calma. Quizá la calma que precede a la tempestad, por seguir con la analogía marítima. Pese al hermetismo que caracteriza al club, todo indica que el técnico asturiano tiene la oportunidad el domingo de asegurarse el puesto. Así lo pensaba el propio entrenador ya antes del duelo ante elDeportivo y el objetivo del club es ofrecer una imagen de tranquilidad para facilitar el trabajo de esta semana. Esa es incluso la sensación que se tiene desde dentro; en los propios Campos de Sport. Los responsables han decidido no hacer ninguna declaración que pueda alterar el ambiente y con ello perjudicar al equipo y, en particular, al cuerpo técnico. Y, de paso, no mojarse. Ni Alfredo Pérez ni Pedro Ortiz, accionistas mayoritarios, acostumbran a manifestarse a no ser que se produzca un acto oficial previamente organizado, pero además han evitado cualquier posibilidad de aparecer públicamente para eludir el debate sobre el entrenador. Saben que está abierto cualquier desenlace y no quieren que les salpique. Y ya anunciaron además que la decisión sería de Chuti Molina en su función ejecutiva. Una decisión, de todos modos, cuyo visto bueno final deben dar, eso sí, Ortiz y Pérez en sus condiciones de presidente y consejero delegado y vicepresidente.
No existe un perfil definido para un posible sustituto de Iván Ania, en el caso de que el asturiano fuera destituido. Chuti Molina siempre vio al entrenador racinguista «como el mejor fichaje» de su proyecto. Destacó las virtudes de joven y con mucha hambre. Actualmente los nombres que se mantienen en la hipotética ruleta –Sandoval, Gerad López, Garrido, Baraja...– no responden a ese perfil. Tampoco algunos de la confianza del propio Chuti Molina, como Julio Velázquez, recientemente destituido del Udinense y que lo fichó el manchego para su equipo en dos etapas;como director deportivo del Murcia y del Betis.
El ambiente más que comedido del pasado sábado en los Campos de Sport tras el empate frente al Dépor ha contribuido aún más en aumentar la confianza en Ania a la espera de que se solucione con un triunfo.
Sin embargo, el racinguismo no señala como único responsable al técnico. De hecho, en La Albericia y en los Campos de Sport no existe un empleado del club que piense que Iván Ania puede ser destituido antes del sábado. Por la cabeza de todos –incluso de Ania, lo reconoció él mismo:«Somos gente de fútbol y sabemos que dependemos de los resultados», aseguró el pasado viernes– ha pasado la posibilidad de una destitución, pero nadie apostaría por ella.
La mañana de ayer no fue distinta a las de otros lunes, si acaso porque no entrenó el primer equipo –la plantilla cambió el día de descanso y hoy regresará al trabajo–, pero del resto nada que destacar. Chuti Molina acudió como de costumbre a La Albericia, tomó su café matutino con algunos de los responsables de la cantera y continuó con sus quehaceres. No se vio a ningún mandatario, que sin ser habitual que acudan sí que lo hace de vez en cuando Pedro Ortiz, como por ejemplo la pasada semana. Nada distinto, aunque tampoco las decisiones de futuro se toman en los campos de entrenamiento y sí en los despachos.
Los resultados son desconcertantes, además de malos. En trece jornadas ha sido incapaz de ganar un partido, es penúltimo y su imagen de impotencia le antecede. Es realmente difícil de creer que el equipo con esos números siga vivo y es que lo incomprensible es que el equipo no gana a nadie, pero tampoco pierde. No tiene más derrotas que el Fuenlabrada, Huesca y Albacete –tercero, cuarto y quinto, respectivamente–.
Hasta el momento el Dépor y el Oviedo, colista y primer conjunto que marca la permanencia, son los únicos de la zona roja de la clasificación que han destituido a sus entrenadores; en el Málaga cesó el director deportivo, José Luis Pérez Caminero. Todos ellos son clubes candidatos a ascender, el caso del Racing es distinto ya que su objetivo es la permanencia por lo que entraba dentro de los cálculos una situación asfixiante.
Por otro lado, la decisión que tomen los propietarios no depende exclusivamente del factor económico. Sí puede condicionar la posterior política de fichajes del mercado de invierno, puesto que puede desestabilizar las reservas que se tienen para ella, pero en cualquier caso no se trata de evitar la destitución porque suponga un excesivo problema liquidar al técnico. Los dueños están dispuestos a afrontar el pago que corresponda si llega el caso, situación que si no se produce ningún cambio deberán afrontar el sábado, pasadas las 20.00 horas al acabar el duelo en Alcorcón.
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