Dos semanas y un crucial desenlace

Al menos la primera de las citas, la de Anduva, el conjunto verdiblanco la afrontará con Ángel Viadero aún al frente. La victoria contra al Gernika (1-0) del pasado domingo no ha convencido a casi nadie por la mala segunda parte del equipo. Sin embargo, al técnico de Canalejas le ha servido para, aún con la soga al cuello, mantenerse en el puesto una semana más. En Miranda de Ebro, otro nuevo examen al entrenador.

El Racing se verá las caras con un Mirandés -segundo clasificado- que tampoco anda fino. El conjunto dirigido por Pablo Alfaro acumula tres partidos sin ganar y dos derrotas consecutivas. La diferencia con respecto al cuadro cántabro es que la presión exterior que soporta la entidad burgalesa es muy inferior a la del entorno verdiblanco, de uñas después de tres años en la Segunda División B.

Para calmar los ánimos, el Racing llegará a Anduva con una cara nueva. La de Franco Acosta. El delantero uruguayo es una auténtica incógnita. No ha brillado en el Villarreal B después de una prometedora adolescencia y, joven aún, busca una nueva oportunidad para despegar en el Racing. El equipo cántabro necesita un goleador y él no lo es, pero la comisión deportiva espera que aporte otras cosas a un ataque con un rendimiento muy deficiente hasta el momento.

Los futbolistas verdiblancos no estarán solos en Anduva. El Mirandés ha enviado 1.150 entradas a Santander que probablemente se agoten a pesar del desánimo generalizado en torno al equipo y de la previsión de mal tiempo. El Fondo Norte del estadio rojillo estará copado por seguidores cántabros.

Si el Racing vence, de momento ya habrá dado caza al Mirandés. Si lo hace por un gol de renta, igualará la diferencia de goles entre ambos y si lo hace por más distancia, cobrará ventaja en el balance particular con el cuadro burgalés. Algo tan importante a final de temporada. El pasado curso, ese detalle costó un título. Por el contrario, si pierde, quedará de nuevo descolgado, aún más tocado y con Ángel Viadero otra vez con un pie fuera del banquillo.

Pasado el primero de los envites clave, el Racing afrontará una semana con el actual líder en el horizonte. Una semana en la que, además, prácticamente quedará cerrado el mercado invernal -se finiquitará el 30 de enero-, por lo que Ángel Viadero -si aguanta en el puesto- esperará tener por fin ya todos los mimbres disponibles.

El Sporting B se ha convertido en el rival a batir después de vencer al Mirandés el pasado domingo (3-1). El filial rojiblanco anda desatado, con dos puntos de ventaja sobre el equipo burgalés y cinco con respecto al Racing. En la primera vuelta ya le hizo un roto al equipo de Ángel Viadero (3-1) en el partido disputado en el estadio de El Molinón.

Los guajes rojiblancos no tienen nada que perder. Juegan sin la presión que tienen otros clubes como el Racing y el Mirandés por la ansiedad de volver rápidamente a Segunda División y, sin esas ataduras, todo es mucho más fácil. El fútbol fluye mejor.

Cuando el Sporting B llegue a Santander -el domingo 28, a las 17.00 horas-, o Mirandés o Racing o los dos, se habrán dejado puntos por el camino en su enfrentamiento directo. Más carne en el asador. Con el exracinguista Isma Cerro viviendo un momento dulce. El cacereño suma ya ocho goles y es, junto a Claudio, el máximo anotador del equipo asturiano.

El del cuadro rojiblanco está siendo un caso similar al del Celta B del curso anterior. Con su fútbol alegre, velocidad y ajeno a las obligaciones y objetivos, se codea con los que a priori partían como favoritos al título e incluso osa a disputarles el campeonato con total merecimiento. Ya nadie duda de que no se trata de una simple revelación y que se ha convertido en un candidato tan válido como los demás.

El Racing tendrá un durísimo partido ante el Sporting B en los Campos de Sport. De lo que pase el domingo en Anduva dependerá gran parte del ánimo con el que afronte el equipo cántabro esa segunda cita clave. Un partido en el que, además de lo complicado de lograr la victoria, los verdiblancos tendrán que hacerlo muy bien si quieren darle la vuelta al golaveraje particular después del 3-1 de la ida.

No se puede decir que el Racing se juega la temporada en estos dos próximos compromisos. Pero sí que se juega gran parte de sus opciones de terminar campeón, con los pingües beneficios que eso supone de cara a un hipotético play off de ascenso a Segunda División. Pero, sobre todo, lo que se juega el equipo cántabro en estas dos semanas es la credibilidad, algo que ha ido perdiendo paulatinamente desde que arrancó la Liga allá por el mes de agosto.