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ASER FALAGÁN
Viernes, 1 de marzo 2019, 08:00
Su jerarquía en la plantilla es evidente. Álvaro Cejudo (Puente Genil, 1984) llegó al Racing para ser uno de esos futbolistas distintos que hacen ... a un equipo imprevisible. Con 156 partidos en Primera División, este imaginativo mediapunta debía desequilibrar en el fútbol de bronce y ya lo ha hecho. Ya es uno de los mejores pese a que las lesiones le han impedido alcanzar aún su mejor nivel, y acepta la suplencia de la semana pasada pese a haber llegado para tener otro papel. La competencia en la línea de tres mediapuntas es extrema y su punto de mira está más allá. «No me ha sentado mal en absoluto ser suplente. Lógicamente a todo futbolista le gusta jugar; eso está claro, pero al final se acepta lo que hay. El míster está para decidir, tampoco es nada extraño tener que quedarse fuera algún día con el equipo que tenemos y después de una lesión a veces incluso prefieres entrar poco a poco que de golpe», explica el cordobés.
El atacante sentencia así casi antes de nacer cualquier debate sobre su supuesto malestar por la suplencia. De hecho, la ve con naturalidad y la achaca a su reciente lesión y el proceso de recuperación que ha seguido: «Ha sido un poco consecuencia de que la semana anterior, cuando no podía jugar por acumulación de amarillas, no entrené. Ahora mismo el objetivo prioritario es llegar bien a final de temporada. El sábado no jugué de inicio, pero hay veces que no toca y hasta se agradece ir entrando poco a poco en lugar de hacerlo de golpe. Ese parón me ha venido muy bien para trabajar de cara a la recta final de la temporada, que es a lo que hay que llegar en plenas condiciones».
De hecho, sostiene que la lesión de principio de campaña ha impedido que Santander haya visto aún su mejor versión, como tampoco le ha ayudado el hecho de jugar sobre césped artificial: «Al final la gente más veterana lo notamos; sí que se nota -explica-. A partir de ahí tuve la mala suerte de sufrir una lesión nada más empezar la campaña y me costó arrancar, pero la idea es llegar bien a final de temporada y para ello seguimos trabajando». Así se explica un futbolista que pese a esas dificultades ya ha dejado una gran sensación entre el racinguismo.
«Lógicamente todavía no he tenido la continuidad que deseaba por las dos lesiones y ojalá que en un margen de aproximadamente un mes o así esté a tope para afrontar el final de temporada, que es lo más importante y lo más bonito. Lógicamente hace falta un tiempo y no me pongo una fecha exacta, aunque al menos dos o tres partidos sí me pueden faltar para estar en mis mejores condiciones», añade.
Ni siquiera le inquieta la posibilidad de volver a quedarse pasado mañana en el banquillo. No oculta su deseo de jugar, pero también matiza: «Me toque o no jugar de inicio estará bien. No tengo ni idea; ojalá juegue, pero por otra parte no deja de ser un campo de césped artificial y ya hemos sufrido varias lesiones en esa superficie».
«Está científicamente demostrado que es completamente distinto una superficie que otra por la dureza del campo; no hay vuelta de hoja. Lógicamente cuando estás acostumbrado el cuerpo no lo sufre tanto, pero en casos como el nuestro, que no lo estamos, sí que te resientes».
La competencia en la línea de tres mediapuntas es extrema esta temporada en los Campos de Sport, y así lo reconoce el andaluz. Lo hace al hablar de Enzo Lombardo, que también se quedó fuera de los once elegidos la semana pasada frente al Barakaldo. Otra decisión hasta cierto punto inesperada que también hizo especular con el modo en que el francés puede aceptar su nuevo papel. «Enzo es un jugador espectacular, desequilibrante y que va a tener sus minutos. También es verdad que somos muchos y que el míster está cambiando mucho el equipo de acuerdo a cómo ve el rendimiento, así que no hay que dar más importancia a una determinada suplencia», añade el exbético, que también destaca el estado de forma de otro compañero de equipo: «Cayarga está espectacular y nosotros somos los que tenemos la suerte de disfrutarlo».
Y es que Álvaro Cejudo llegó a Santander con el objetivo de retirarse «en el Racing con 38 años y en Primera». «Al menos ojalá ocurra eso -admite si se le obliga a reflexionar sobre el futuro-, porque ese es mi objetivo a día de hoy».
El Racing fue así su oportunidad de regresar a una plaza histórica y con sabor a fútbol, aunque vive momentos difíciles. «Tras pasar el año pasado en Australia mi idea era volver a España, porque el fútbol no se disfruta igual en España que en el extranjero, y buscaba un sitio que me diera la oportunidad de terminar mi carrera disfrutando, valga la redundancia. Después de una trayectoria de muchos años tampoco quería acabar en cualquier sitio».
Así fue como acabó en el Racing, un equipo con el que tiene contrato hasta 2020 y con el que aspira a todo. A jugar el próximo curso en Segunda e incluso a algo más: «Ojalá podamos seguir creciendo; esa es la idea. Si ascendemos después puede suceder cualquier cosa. El claro ejemplo es el Mallorca, que el año pasado estaba en Segunda B y ahora está luchando por meterse en la fase de ascenso a Primera. Aquí hay medios y todo lo que un futbolista necesita».
Pero no adelanta acontecimientos. «Ya sabemos cómo es esto. Al final de nada sirve hacer un grandísimo año, como estamos haciendo, si después no lo culminas. Hay que llegar bien a final de temporada y ahí se decidirá todo. Eso sí: ahora no cabe otra cosa que no sea ser campeones de grupo, con todo el respeto a los demás».
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