El Sevilla no oculta su interés por Peque

El Racing, por su parte, sigue con la misma política: el futbolista es intransferible, y si algún equipo trata de negociar –el Sevilla no se ha dirigido aún al club– la respuesta ya se conoce: se remitirá a la cláusula de rescisión, que asciende a cuatro millones de euros. Los acontecimientos se han precipitado con el final de temporada. Por una parte, con la oficialización de García Pimienta, a quien ayer no le sorprendió que le preguntaran por el catalán en su presentación. Al contrario, se lo tomó como una pregunta absolutamente natural. Por otra, al conocerse el desenlace del curso 23-24 para el Racing ante las diferentes posibilidades que hace solo una semana se les abrían a los de José Alberto López.

Los verdiblancos han competido hasta el último momento por entrar en el play off de ascenso, y al margen de los beneficios a corto y medio plazo que les hubiera reportado clasificarse para las eliminatorias existía la posibilidad de ascender a Primera División. En la máxima categoría el escenario era muy diferente: mucho más presupuesto, brindar al jugador la posibilidad de jugar de inmediato en la máxima categoría y una mejora automática del contrato del mediapunta: tanto de sus emolumentos como de su cláusula de rescisión, que podía llegar a duplicarse. Y era al mismo tiempo más factible que renovara al significar el ascenso un nuevo avance en su carrera deportiva.

Sin embargo, en Segunda las posibilidades de retenerle son mucho menores, máxime cuando termina contrato en 2025, con lo que de no renovar o ser traspasado podría marcharse libre dentro de un año. Consciente de esta situación, el Racing le ofreció hace meses ampliar su contrato, en una operación similar a la que llevó a cabo con Íñigo Vicente, pero se encontró la puerta cerrada.

Su agencia respondió que se trata de un futbolista con contrato en vigor y que por lo tanto no había prisa, y en un momento de plena revalorización del futbolistas se emplazó a final de temporada como escenario más cercano. Esto no significa en absoluto que la oferta cántabra haya decaído. Si el Racing no ha renovado a peque, es sencillamente porque no ha podido. «Esto es como en su momento con Martija. ¿Si Peque va a renovar o no? Eso hay que preguntárselo a Peque», resumía aún en plena temporada Higuera.

En su nueva planificación, y sin la disponibilidad económica de otros tiempos pero aun así con presupuesto, el Sevilla baraja también desde hace varios meses un presupuesto de tres millones de euros como tope para traspasos de un solo futbolista. Una cantidad cercana a la cláusula del mediapunta, pero que no alcanza la cantidad que exige el Racing. Ya en enero, con la apertura del mercado de invierno, el presidente verdiblanco, Manolo Higuera, lanzó ese mensaje, y lo ha vuelto a hacer cada vez que ha tenido la oportunidad.

También se le ha comunicado así al futbolista, y el Sevilla está informado de la situación, aunque suene a tópico, de ese modo: por la prensa, porque no ha habido ningún contacto, ni oficial ni oficioso, con el Racing. No ya para intentar una rebaja, sino ni siquiera para proponer, en caso de que el traspaso se lleve finalmente a cabo, facilidades de pago.

Con un contexto de ascenso el fichaje del futbolista se hubiera convertido en extremadamente oneroso y el club estaba además convencido de que aceptaría la propuesta de renovación. Una muestra además de la estrategia racinguista a medio plazo, puesto que una hipotética venta de siete u ocho millones de euros significaría un inconmensurable salto cualitativo para una sociedad que, pese a su progresiva recuperación, sigue arrastrando una fuerte deuda histórica que supera los 25 millones, la mayor parte con su propiedad.

Ya en mayo, Joaquín Vigueras, agente entre otros futbolistas de Peque, se reunió en Sevilla con el director deportivo del Sevilla, Víctor Horta, en un momento en el que el Racing aún competía por el ascenso a Primera División, con lo que el proceso seguía abierto. Ahora, con la temporada finalizada, el desenlace debe ser, en uno u otro sentido, próximo.

Ya esta misma mañana, en la presentación de García Pimienta como técnico sevillista, se le preguntó por el interés de su club en Peque. Sin mojarse ni confirmar que se intentará su fichaje, no rehuyó la pregunta. «Es un chico que conozco muy bien. Venía del Cornellá y lo hizo muy bien en el juvenil y en el filial –del Barcelona–», decía tras citarse su nombre expresamente.

Sobre su fichaje, en una línea necesariamente prudente, no confirmó operaciones, pero ni le extrañó que se mencionara el nombre ni ocultó su opinión al respecto. «Es un buen jugador, que puede venir muy bien, como lo ha hecho muy bien con el Racing, pero hablar de futbolistas que tienen contrato en vigor con otro equipo no estaría bien». Una respuesta muy similar a la que ofreció cuando se le cuestionó previamente por otro jugador de que pasó por las secciones inferiores –y, en este caso, por el primer equipo– como Ansu Fati.

Mientras, el Racing sigue a la espera, porque nadie se ha dirigido al club, pero los destinos del Sevilla y del todavía atacante verdiblanco parecen cada vez más cercanos.