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Goles anulados por el VAR; penaltis claros en los que el videoarbitraje no interviene; criterios dispares entre el colegiado de la contienda y los compañeros en Madrid; jugadas en las que se inmiscuyen los 'árbitros de monitor'... Al Racing le ha pasado de todo ... en las catorce jornadas disputadas de Liga y casi siempre, desafortunadamente, ha salido mal parado. No se trata de ser resultadista, como decía Guille Romo el pasado martes, ni de quejarse cuando perjudican y callarse cuando benefician, sino de aplicar la tecnología tal y como manda el reglamento.
Lo ocurrido ante el Alavés ha colmado un tanto la paciencia del club, que este miércoles pedía explicaciones a LaLiga sobre la disparidad de criterio entre el trencilla en el 'prao', Moreno Aragón (Comité Madrileño), y sus compañeros jueces que lo ayudan desde los monitores, capitaneados por Pérez Pallás (Comité Gallego), que curiosamente, este último aparece como protagonista en otras acciones en las que el equipo verdiblanco salió damnificado. Precisamente esa reiterada presencia era también motivo de preocupación por parte del Racing en su protesta. Lo ocurrido el martes en los Campos de Sport fue más allá; primero el VAR anula un gol de Arturo Molina por una presunta mano punible del murciano antes de marcar. Desde Madrid entran y corrigen a su compañero, que había señalado el saque de centro. La jugada tiene un debate con la circular en la mano del Comité de Árbitros, pero en cualquier caso el VAR contradice a su compañero. Acto seguido, el VAR también anula un gol de Satrústegui por un posible empujón. Los dos son válidos para Moreno Aragón, pero en los dos entra el videoarbitraje. El colegiado de la contienda, que es el juez absoluto, no se impone y acepta. Sin embargo, en el posible penalti que sufre el navarro en la última jugada del partido, por un empujón de Laguardia, el VAR no entra y a todas luces el forcejeo es mucho mayor que el que les hizo anular el gol del defensa. Dos criterios. Error. Además, pudo expulsar a Benavídez por una fortísima entrada sobre Fausto Tienza en la primera mitad. Amarilla y el VAR, callado.
1. RACING-OVIEDO (0-1) JORNADA 3. El colegiado señala penalti en contra del Racing por un leve y ligero contacto de Unai Medina sobre el delantero. El VAR llamó al árbitro para que pitase la pena máxima.
2. TENERIFE-RACING (1-0) JORNADA 4. Expulsión de Germán por un plantillazo en el tiempo añadido. La acción la señala el árbitro sin que el VAR entre a corregir. El criterio del árbitro prevalece y acierta.
3. RACING-LAS PALMAS (0-0) JORNADA 6. El colegiado expulsa con tarjeta roja directa a Jorge Pombo tras consultar con el VAR. El árbitro señaló amarilla, pero fue el videoarbitraje el que aumentó el castigo.
4. EIBAR-RACING (2-1) JORNADA 7. Gol anulado a Matheus Aiás por presunta falta previa de Arturo Molina en un forcejeo con un defensa. El árbitro da gol pero el VAR lo anula.
5. MÁLAGA-RACING (0-0) JORNADA 8. El portero del Málaga sale fuera del área y toca el balón con la mano. Además golpea violentamente a Matheus. Tarjeta amarilla. El VAR no entra para expulsarlo.
6. LEVANTE-RACING (0-1) JORNADA 9. Juergen es expulsado con roja directa por supuestamente aplaudir con ánimo de hacer burla a la afición rival. El VAR no entra a corregir al colegiado.
7. LEGANÉS-RACING (0-0) JORNADA 13. Pombo es expulsado por doble amarilla en sendas entradas a un jugador rival. Son dos acciones en las que interviene el criterio del árbitro. Acierta.
8. ALAVÉS-RACING JORNADA 14. Dos goles anulados, un posible penalti no señalado y posible roja. En las dos primeras acciones entra el VAR a corregir al árbitro y en las últimas no y debió hacerlo.
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«No estamos teniendo mucha suerte con las decisiones arbitrales». Las palabras de Guille Romo, impregnadas de ironía, fueron el detonante. Y es que el Racing esta temporada ha sufrido las distintas varas de medir de los que mandan sin que aparentemente haya salido nadie damnificado a excepción del equipo santanderino. Todo empezó en la jornada 3, cuando el árbitro de la contienda señaló a expensas del VAR un dudoso penalti como consecuencia de un ligero contacto de Unai Medina al delantero del Oviedo. Fue mínimo, tanto que el árbitro no estimó oportuno que fuera merecedor de acabar en pena máxima. El VAR actuó, llamó a su compañero y lo señaló. Gol, 0 a 1 y derrota. Fue un 'penaltito' de esos que Medina Cantalejo, presidente del Comité Nacional de Árbitros, dijo que no se debían señalar, pero...
Tres semanas más tarde, en la jornada 6, Jorge Pombo realiza una entrada contundente. La acción puede ser punible de expulsión o no, según el criterio que puede aplicar el árbitro. El jugador se lanza a por un balón y llega tarde; no se aprecia mala fe, pero sí llega tarde. El colegiado entiende que la acción debe ser castigada con amarilla, pero interviene el VAR para corregirle y eleva el castigo a roja directa. Expulsión. Minutos antes Mantilla había sufrido una entrada de similar dureza y el árbitro no señaló ni amarilla.
A la semana siguiente, jornada 7, Matheus Aiás marca al Eibar un gol que el trencilla da por válido. Sin embargo, sus compañeros delante del monitor aprecian una posible falta previa en un forcejeo de Arturo Molina con un rival que a su criterio es suficiente para invalidar el tanto. El Racing acabó perdiendo por la mínima (2-1) ante el conjunto armero.
En la jornada 8, el VAR volvió a ser protagonista, en aquella ocasión no por intervenir sino por todo lo contrario. Con empate a cero, se produce una jugada que pudo ser determinante; en un contragolpe Matheus Aiás encara al portero del Málaga, Manolo Reina, sale fuera del área y cuando el balón le iba a sobrepasar por alto intercepta la pelota con las manos y además golpea violentamente al brasileño, impidiendo cualquier posibilidad de avance. El colegiado señala falta y tarjeta amarilla. El VAR no entra para asistir a su compañero en una clara omisión de trabajo, ya que la acción debió acabar en expulsión, aplicando el reglamento, por dos vías: o bien por la mano o bien por el golpe al delantero.
Una semana más tarde, jornada 9. El Racing visita el Ciutat de Valencia para enfrentarse al Levante. Cuando los cántabros van ganando por 0 a 1, Romo decide cambiar a Juergen. El colombiano sale del campo y al circular por la banda aplaude, según el futbolista y como corroboran las imágenes, a los aficionados racinguistas que están en la grada. El árbitro lo expulsa con roja directa. El VAR, al tratarse de una acción con mucho peso y de importancia para el devenir del partido podía haber intervenido para contradecir al colegiado y rebajar el castigo tan severo impuesto, pero no fue así. El Racing, al sentirse damnificado decidió recurrir la amonestación, pero finalmente el Comité de Competición aplicó con la mínima sanción de un partido y no continuó con el trámite.
Finalmente, en la jornada 14, Jorge Pombo fue expulsado nuevamente al ver dos cartulinas amarillas. Las dos acciones son interpretables; el jugador realiza dos entradas a destiempo, sin que se produzca riesgo de lesión y sin que medie mala fe, pero contundentes. El árbitro ve claro que ambas son merecedoras de cartulina amarilla y, en esta ocasión, hubiera sido realmente extraño que desde el VAR le hubiesen corregido aplicando un criterio distinto. La primera fue rigurosa, pero no es menos cierto que el jugador se excede y se expone más de la cuenta.
El Racing es el equipo que menos goles marca de la categoría. Con tan solo siete tantos, nadie, ni en Primera ni en Segunda, le supera negativamente en capacidad goleadora. Ni tan siquiera los colistas, Mirandés y Elche, respectivamente. Ahora bien, el registro, que no deja de ser muy ilustrativo del poco bagaje goleador que tiene el equipo, se queda a un lado cuando paralelamente ha sido capaz de anotar otros cuatro y por una cosa u otra ninguno ha subido al marcador.
El primero de ellos fue el que anotó Matheus Aiás, que vio cómo el VAR invalidaba su acción cuando ya el colegiado lo había dado por bueno. El siguiente fue el que marcó Eneko Satrústegui a la Ponferradina. El navarro recibe la pelota y marca de tiro raso, pero el colegiado observa que el defensa se encuentra en posición antirreglamentaria. En esta ocasión acierta.
Y los dos últimos se produjeron el pasado martes ante el Alavés;el primero de Arturo Molina y el segundo también de Eneko Satrústegui. Los dos fueron dados por buenos por el trencilla de la contienda, pero en ambos fue el VAR el que se impuso al criterio del juez. Ninguno de los partidos en los que el Racing sufrió alguna anulación acabó en victoria de los cántabros.
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