Que siga el que pueda

Llega un rival de la parte baja de la clasificación. En la ida, el equipo verdiblanco venció por un serio y solvente 0-3. Sigue en puestos de descenso. También es verdad que da igual el currículum del contrincante. Si el Racing muestra el nivel dado en casa frente a Real Unión y Tudelano, da igual quién pase por El Sardinero. El rodillo es difícil de detener. Sobre todo con la dinámica anímica positiva y con una grada revitalizada empujando. Que el ritmo no pare, dice el tópico nacido de una canción veraniega.

Romo dice que en su equipo no ha cambiado nada. El míster es el que más información tiene, pero los de fuera no son ciegos. Algo ha hecho clic en el Racing. Tras ganar al Deportivo en Riazor, todo ha encajado como un puzle sideral. El entrenador del Zamora, Yago Iglesias, llega a Santander con ese mismo pensamiento. «Está en un momento dulce. Le sale todo», dice sobre su contrincante de hoy. Los verdiblancos andan cabalgando la ola buena. Con una presión más alta; con un juego más alegre cuando es necesario y con una solvencia de campeón -con el lunar de Talavera. Un día tiene el obrero, dicen-.

Y la resaca ha empujado hacia delante a los jugadores racinguistas. Pablo Torre crece cada semana; Íñigo Sainz-Maza y Fausto Tienza le dan vueltas a la hormigonera en el centro del campo a un ritmo endiablado; Pol Moreno y su compañero de turno, infranqueables... Así, desde Parera hasta el utillero. La moral verdiblanca es tan alta que incluso ha logrado revivir a un Cedric que ha regresado a tiempo. En el momento decisivo.

Semanas atrás, la titularidad del nigeriano no era segura. Ahora no hay quien le tosa. Además, su principal competencia en el puesto de ariete, Manu Justo, ha caído lesionado y no entró ayer en la convocatoria para el choque de hoy.

Una jornada en la que puede entrar otra variable en juego: el cansancio. Será el tercer partido en una semana. Talavera, Cultural Leonesa y Zamora. El que tenga agujetas se caerá del once. Pero si a Guillermo Fernández Romo le gustan la rutina y la continuidad, ahora que se está jugando todo el cocido no parece que vaya a ponerse a hacer experimentos. Y en cuanto a los futbolistas, llega ese momento en el que los partidos no se los quiere perder nadie.

Aparte de Manu Justo, quien sí tendrá que verlo desde la grada será Patrick Soko. El camerunés vio el pasado miércoles la quinta cartulina amarilla. Castigo. No hay problema. Hay recambios. Porque Arturo Molina es el comodín de la línea de tres cuartos. Será el murciano quien ocupe esta vez la banda derecha. Y así quedará libre el flanco zurdo para dar salida a la bonita competencia entre Marco Camus y Álvaro Bustos. El cántabro sigue un poco por delante del asturiano en la carrera, pero los dos tienen opciones de entrar en el once inicial. Que Pablo Torre será mediapunta ni cotiza.

El matrimonio Sainz-Maza-Tienza se ha hecho fuerte en el doble pivote. Ambos pueden perpetuarse en el once. O quizá Guillermo Fernández Romo vea hoy una buena oportunidad para dar descanso a uno de ellos y otorgar un poco de bola a los de perfil ofensivo: Borja Domínguez y Sergio Marcos. Aunque es probable que una modificación en esa parcela pueda cambiar ostensiblemente el nuevo estilo verdiblanco. Puede ser un riesgo innecesario a día de hoy. Para qué cambiar lo que funciona, pero el míster siempre habla de tener a todo el mundo enchufado. Que se sientan importantes.

La defensa tiene nombres propios. De derecha a izquierda, Unai Medina, Pablo Bobadilla, Pol Moreno y Eneko Satrústegui. Pero para este partido vuelve un Álvaro Mantilla que, salvo su floja actuación frente al Talavera, llevaba una fantástica dinámica, especialmente como lateral derecho, en el tramo más complicado de la temporada para el equipo verdiblanco. Puede ser una opción de recambio, tanto en la banda como en el centro.

Enfrente el Racing tendrá a un Zamora con el agua al cuello. Una derrota hoy en los Campos de Sport puede dejar a los rojiblancos, en el peor de los casos, a ocho puntos de la permanencia. Por eso no hay espacio para la relajación, porque el rival se está jugando la vida.

Pero lo cierto es que los de Yago Iglesias llegan a Santander después de ocho partidos consecutivos sin ganar. Su último triunfo data del 23 de enero. Casi dos meses. Tres empates y cinco derrotas. Sobre el papel, los Campos de Sport, donde el Racing continúa intratable, es el peor escenario para buscar un punto de inflexión.

Los de Romo cuentan con una oportunidad pintiparada para ampliar la ventaja en la cabeza tras la goleada sufrida por el Deportivo y quemar una jornada más en el calendario. Cada vez queda menos y permanecer en la pole es cada día más vital.