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La victoria es una delicatessen que se sirve fría. Porque con una derrota, te vas caliente para casa. La primavera racinguista, la revolución verdiblanca tras ... el cambio de entrenador, se congeló al pasar Altube y marchitó con estrépito. Un Racing más parecido a su versión más triste y gris cayó goleado, y con merecimiento, frente a un poderoso Alavés. José Alberto tendrá que replantar, porque como era de esperar, el disgusto tenía que llegar algún día y no todo el monte es orégano. Lo doloroso fue la magnitud del estropicio.
El técnico ya tiene su once de cabecera. Haga sol o bajo cero. Aunque llueva o sople Sur. El míster cogió el mismo papel que ante el Sporting y se lo dio a Delfín Calzada. No le hizo falta renovarlo. Once nombres repetidos. Lo que funciona... pensará el míster. Por eso, tras el varapalo de este sábado, quizá deba replantearse algunas cosas.
Minutos antes del choque, en la megafonía pincharon 'L'hiver est là' –El invierno está aquí–, de Manu Chao. Y sí, el invierno y toda la glaciación estaba en Mendizorroza. Menos mal que el ambiente estaba calentito y que en el bar las máquinas de café y de palomitas estaban a pleno rendimiento. Un tipo miraba en Amazon unos guantes calefactables con USB –no es broma–. Se le olvidó ponerlo en la carta a los Reyes Magos. Hasta el cronómetro del marcador se quedó congelado. En el 5.05.
ALAVÉS
Sivera, Duarte, Sedlar, Sylla, Salva Sevilla (Benavidez, min. 78), Luis Rioja (Javi López, min. 91), Tenaglia, Guridi (Rober, min. 71), Maras, Abde Rebbach (Jason, min. 71) y Blanco (Toni Moya, min. 78.
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RACING
Parera, Dani Fernández, Saúl García (Satrústegui, min. 51), Rubén Alves, Germán Sánchez, Aldasoro (Arturo Molina, min. 69), Íñigo Sainz-Maza (Cedric, min. 78), Íñigo Vicente, Mboula (Yeray, min. 69), Pombo y Matheus Aiás.
Equipo arbitral: Arcediano Monescillo, del Comité Castellano-Manchego. Asistido en las bandas por Cerdán Aguilar (Castilla La Mancha) y Díaz González (Galicia). Cuarto: Muñiz Muñoz (Aragonés); VAR: Pérez Pallás (Gallego) y AVAR: Ais Reig (Valenciano).
Goles: 1-0, min. 12: Luis Rioja. 2-0, min. 65:Salva Sevilla, de penalti. 3-0, min. 80: Sylla.
Amonestaciones: Amarilla al local Blanco y al visitante Aldasoro. Expulsó con roja directa a Rober.
Incidencias: Mendizorroza. Césped en buen estado en una noche gélida.
Quizá por eso era clave entrar bien metido al partido. El Alavés entró mejor. El Racing fue desentumeciendo con el paso de los minutos, pero, para disgusto de José Alberto, esta vez le tocó mantenerse mayormente en un bloque bajo y esperar las contras y las arrancadas.
El andaluz del Racing es el que peor estaba llevando lo del frío. Germán Sánchez tuvo un error impropio para un futbolista de su experiencia. Un despeje sin destino de la defensa del Alavés, el gaditano trató de cederlo a Miquel Parera con un toquecito de cabeza tierno como un gatito de esos de los vídeos de las redes sociales. Menudo regalo que se encontró uno de Sevilla, pero ya más aclimatado. Luis Rioja no perdonó a un guardameta verdiblanco resignado a su suerte.
El equipo cántabro, con muchos problemas en las superioridades babazorras por las bandas y dejando demasiados huecos por el centro –por no hablar de los problemas para sacar el balón desde atrás–, dio pasos hacia atrás y andaba cada vez más lejos espabilar. Era como hielo resquebrajado. Y el Alavés apretaba. Predispuesto, hasta los rebotes le favorecían. Un rechace en Saúl García tras una gran jugada de Abde dejó a Guridi solo ante Parera, pero esta vez entre el portero, Germán y Aldasoro taparon el tiro del blanquiazul.
Hasta el minuto 21, el arquero local, Sivera, no calentó las manos. Una buena pared entre Pombo y Aldasoro terminó con un fuerte y ajustado disparo lejano del aragonés que el meta despejó a saque de esquina. Señales de vida. Poco después, una falta colgada por Saúl García la agarró el alicantino tras no encontrar rematador. Pero el que la tuvo muy clara fue Matheus Aiás. El movimiento y la asistencia de Dani Fernández fueron magníficos. El brasileño, ante Sivera, aunque algo forzado, ni controló ni remató y le dejó fácil al guardameta la caza de la pelota. Y Pombo lo volvió a intentar con otro tiro de larga distancia, demasiado centrado.
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El Racing, con las líneas algo más adelante y más juntas y al fin en el partido, llegó puntual a su cita con el sonido metálico del poste. Banda sonora de la temporada. Una contra. El cambio de juego de Íñigo Vicente, magnífico. Mboula arregló el mal control con una fantástica maniobra y el balón, tras rebotar en dos defensas, lo voleó Pombo, endiablado, al travesaño. Junto a la cruceta.
Aunque las dudas en una zaga blandita no se disiparon. La defensa de los centros laterales, que supuestamente es la especialidad de la casa, este sábado fue un suplicio. Y un balón colgado desde la derecha se paseó por el área pequeña entre despejes fallidos hasta el remate de Mamadou Sylla, alto. Repitió el exracinguista, acto seguido, enviando el balón susurrando al larguero.
Como en todas las defensas cuecen habas, la del Alavés falló también. Matheus Aiás, como la ardilla de 'Ice Age'. Estuvo atento, ganó el área, pero no se comió la bellota. Su intento, ya cerca de la línea de fondo, lo repelió Sivera a córner con los pies. Fue prácticamente lo último antes del descanso. Aún completando una mala primera parte, con pocos instantes de lucidez los verdiblancos habían generado ocasiones claras. Si José Alberto, un «peleón» del fútbol, como él mismo se denomina, había preparado un buen termo con caldo para el descanso, debía darle dos tazas a cada uno de sus futbolistas. Los suplentes no salieron ni a pelotear.
El Racing debía cambiar algo de cara a la segunda mitad, pero la primera ocasión fue para los locales. Una buena acción de Abde le llevó el balón a Guridi, cuyo tiro pegó en Germán antes de irse muy alto. El propio Abde se sacó poco después un fuerte tiro raso y cruzado que detuvo en dos tiempos Parera.
Para complicarse más el asunto, Saúl García cayó lesionado. Así, a José Alberto no le quedó más remedio que cambiar su partitura en el lateral izquierdo con Eneko Satrústegui. El navarro, con la temperatura bajo cero, saltó al césped sin calentar.
El equipo cántabro no había mejorado nada tras el intermedio y el Alavés seguía siendo dueño del encuentro. Un tiro de Abde, complicado, lo atrapó Parera. Y el posterior de Luis Rioja se estrelló en el lateral de la red. Hacía falta algo más, por parte verdiblanca, para sacar algo positivo de Mendizorroza. Porque hasta entonces, era inofensivo.
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Pero al final, en la ternura de la zaga verdiblanca a la hora de sacar el balón en una jugada embarullada, el árbitro señaló un presunto penalti cometido por Dani Fernández. Lo revisó el amigo Pérez Pallás, que certificó la decisión de su compañero. Y Salva Sevilla, con un fantástico lanzamiento junto al poste, hizo el 2-0. La pena máxima quizá fue. O quizá no. Pero el resultado era merecido contra un inoperante Racing. Incapaz además de reaccionar.
Pombo lo intentó del falta desde Altube. Nada que declarar. Y José Alberto dio entrada a Yeray y Arturo Molina por Mboula y Aldasoro. Pero el partido continuó por la misma helada senda. El disparo de Salva Sevilla se marchó por encima del travesaño. Sin embargo, iba a ser Pérez Pallás –protagonista en la ida, en la vuelta y casi siempre– el que le iba a dar de nuevo vidilla al partido. El VAR llamó a Arcediano Monescillo para expulsar al recién ingresado Rober por una entrada en el área racinguista sobre Rubén Alves.
José Alberto echó el resto para retirar a Íñigo Sainz-Maza por Cedric e implementar un 3-5-2 con un doble pivote sorprendente y poco eficaz, con Arturo Molina e Íñigo Vicente. Por ahí llegó el tercer gol del Alavés. El balón llegó a Sylla, entre la permisividad de los centrales. Gol. Con el suspense de un posible fuera de juego desde Las Rozas.
El resto del encuentro, pues casi que pasamos de contárselo. Así el cronista mete las manos en los bolsillos, porque madre mía, qué frío. Aunque el árbitro debía estar bien a gustito, tipo Ortega Cano, porque dio hasta ocho minutos de añadido. Más allá de un buen disparo de Yeray que buscaba la escuadra y otro rozando el poste de Íñigo Vicente, no pasó mucho más. Gracias, que los perseguidores del Racing se dejaron puntos por detrás, pero dándole la vuelta, los verdiblancos perdieron una buena oportunidad para poner tierra de por medio. Las dos próximas semanas, ante sendos rivales directos, ya no tendrán excusa.
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Ana del Castillo
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