Secciones
Servicios
Destacamos
No hubo que echar de menos a los ausentes. Tampoco lamentarse por la falta de acierto en el área rival. Ni siquiera fue necesario echarle la culpa a los árbitros. Después de cuatro empates en los que unos cuantos puntos le fueron retenidos al Racing ... por unas cosas u otras, esta vez el equipo cántabro se llevó la paga íntegra. Libre de impuestos. Tres de tres. En un partido en el que no estuvo especialmente brillante, pero en el que venció una clara batalla de estilos. Desquició al Andorra, sacó rédito a sus ocasiones y hasta se vio ayudado por un penalti no señalado por mano de Dani Fernández –las vacas que entran por las que salen–.
Más allá de las ya reiteradas bajas, Guillermo Fernández Romo tenía tres condicionantes principales a la hora de poner los nombres en el dibujito de la pizarra. Por un lado, el problema continuo en la delantera, aun con Matheus Aiás ya en la convocatoria; por el otro, dos benditas encrucijadas para el míster: el retorno de Pombo y el buen rendimiento de Arturo frente al Alavés. El entrenador tiró campo a través y puso a los dos. El murciano como mediapunta y el aragonés, pese a que el anteriormente el técnico reconoció que su equipo perdía fútbol con esa decisión, como hombre más adelantado. La otra novedad fue la de Camus, en lugar de Mboula, en la banda derecha del ataque.
Noticia Relacionada
ANDORRA
Ratti, Mika Mármol (Jandro, 80), Adri, Aguado (Marc Fernández, min. 80), Héctor, Carlos Martínez (Jacobo González, min. 80), Morer, Bundu (Germán Valera, min. 64), Almpanis, Martí Vilà e Iván Gil (Bakis, min. 71).
0
-
1
RACING
Parera, Dani Fernández, Satrústegui (Saúl, min. 87), Pol Moreno, Rubén Alves, Tienza, Íñigo, Camus (Mboula, min. 60), Íñigo Vicente (Matheus, min. 60), Arturo (Unai Medina, min. 87) y Pombo (Aldasoro, min. 67).
Equipo arbitral: Galech Apezteguía Navarro), asistido en las bandas por Barroso Galán (Castellano-Manchego) y Fernández Blanco (Gallego). Cuarto: Alberola Rojas (Castellano-Manchego); VAR: Sagués Oscoz (Vasco) y AVAR: Ocón Arraíz (Riojano).
Gol: 0-1, min. 56: Mika Mármol, en propia puerta.
Amonestaciones: Amarilla para el local Mika Mármol.
Incidencias: Estadio Nacional de Andorra. 2.420 espectadores.
El choque se postulaba como un ejercicio de paciencia. Para los locales, en su afán de tocar y tocar en busca de un hueco en el entramado defensivo de uno de los mejor pertrechados del campeonato. Para los cántabros, en su rol de mantener la compostura en el interior del rondo. Eso, y elegir bien y maximizar el rendimiento de las ocasiones. Algo que no hizo Pombo en el minuto 3. Opción perdida. Y tampoco estuvo fino el Racing en defensa cuando Carlos Martínez encontró el espacio libre entre Dani Fernández y Rubén Alves, pero el remate del delantero se marchó alto.
Satrústegui, que ya es alto de fábrica, anda crecido últimamente. En buena forma. Ante la Ponferradina le quitaron un gol por fuera de juego. Contra el Alavés, otro por una falta que entonces fue y un ratuco después, al revés, no. El navarro quiso recuperar su tanto perdido. Y a la salida de un córner, solo en el área tras el aclarado, cabeceó demasiado centrado. Quizá no se esperaba que le diesen tanta facilidad.
Noticia Relacionada
Ratti, para Mika Mármol. Mármol conecta con Aguado; este, para Almpanis, que devuelve a Marc Aguado. Abre para Vilá. Conecta con Carlos Martínez, despeja Rubén Alves. Balón para Ratti. El meta argentino para Mika Mármol... Y así, 25 minutos. Parera se podía haber puesto una camarita detrás de la portería y haber empezado una prometedora carrera como youtuber, que se lleva en la zona. Para mármol, el partido. Menudo peñazo. Y racinguistas que se han ido hasta allí... Eso es amor y no lo que vendía Jesús Puente. Que sí, que era lo previsto y nadie fue engañado, pero... El Andorra de Eder 'Job' Sarabia encontró su hueco a la media hora. Otra vez por la derecha de la zaga verdiblanca. El remate de Iván Gil se marchó muy desviado.
Hay quien entiende que los castigos enseñan. Que las cosas tienen consecuencias. Pombo no parece haber aprendido la lección. El maño, sin sentido, le dejó recado a Marc Aguado por detrás. Suerte que Galech Apezteguía andaba calmado. El racinguista, poco después, perdió una buena opción tras un control horrible que le mandó el balón demasiado largo. Quiso inventarse un penalti para tapar su error, pero vamos, que no se lo creyó ni él.
El Andorra minimizó el tiempo entre llegadas. Motivos para que el Racing se comenzase a preocupar. Bundu le ganó la espalda a Satrústegui y el durísimo disparo del costamarfileño se marchó, otra vez, diagonal fuera de la portería. Al cuadro del Principado ya empezaba a faltarle únicamente puntería.
Al equipo cántabro le costaba un mundo visitar los dominios de Ratti, pero Fausto Tienza es uno de esos tipos que es más listo que los demás. Si el portero mamonea casi en el centro del campo en la salida de balón, el arco está libre. Lógica pura. El Racing recuperó y el extremeño levantó la cabeza casi desde Talavera La Real. Su tiro, bien intencionado, quizá iba fuera. Y al arquero le dio tiempo a regresar. Pero como advertencia, fue bastante efectiva.
Arturo Molina fue el otro al que le quitaron un gol frente al Alavés. En un saque de esquina, el murciano trató de recuperar lo que el VAR se llevó. En el segundo palo y con su marcador colgado de la chepa, cabeceó abajo. Ratti agarró el balón junto al poste y, pese a las leves protestas, ni el árbitro ni sus colegas de Las Rozas vieron nada interesante como para retrasar la llegada del descanso.
El paso por los vestuarios no cambió mucho de la película. Incluso agravó los problemas, porque Rubén Alves se vio obligado a sacar un tiro de Vilà casi sobre la línea de gol. El hispano-brasileño, acto seguido, le quitó el balón a Carlos Martínez cuando el ariete ya andaba cargando la barra de potencia.
Pero la insistencia andorrana sí que abrió huecos y opciones para un Racing que sí que sacó algo de su agresividad natural. Ahí fue cuando Fausto Tienza encontró el espacio para sacar un duro tiro, raso, que obligó a Ratti a despejar abajo. A córner. El equipo cántabro andaba fino desde la esquina. Le faltaba rematar la faena. Y lo hizo. Con el suspense del ya temido VAR por una posible mano –la tocó, involuntaria. Lo de la interpetación es un misterio– de Fausto Tienza, pero lo hizo. Otro marcaje horrible de los locales y Pol Moreno solo. Primer remate del catalán, intento de despeje fallido y el tiro combinado entre el central racinguista y Mika Mármol se coló en la portería. El árbitro dijo que había sido el local, así que tercer tanto del curso para 'en propia puerta'. Máximo goleador verdiblanco. Y con diferencia.
Con el nuevo escenario, Romo hizo sus primeros cambios. Retiró a los extremos: Íñigo Vicente y Marco Camus. Y dio entrada a Matheus Aiás y Mboula. Reestructuración ofensiva. Una propuesta que se vio trastocada poco después por la lesión de Pombo, tras un duro golpe en la rodilla en un choque con Adri. Mientras el maño intentaba mantenerse en el terreno de juego, mira por dónde, al Racing le perdonaron un penalti clarísimo por una mano de Dani Fernández dentro del área. Estaba cerrado el VAR. Aldasoro sustituyó a Pombo.
Se acabó la paciencia y con el Andorra ofuscado por el resultado y por la decisión arbitral, el equipo cántabro tenía el partido donde quería. Una galopada de Íñigo Sainz-Maza rascó una falta junto a la línea lateral del área. El lanzamiento fuerte, aunque centrado, de Arturo Molina, obligó a Ratti a quitarse el balón de encima. Poco después chutó Matheus Aiás a las manos del portero.
Noticia Relacionada
Quedaba un cuarto de hora y, aunque el Racing no dejaba de mirar hacia arriba por las incertidumbres tricolores, lo importante estaba atrás. En aguantar. En guardar la renta. Que no venga el cobrador del frac a pasar factura. Lo de ir a buscar radiocassettes o cartones de tabaco a Andorra quedó en el pasado. Había que llevarse los puntos. Germán Valera desbordó desde la derecha hacia el centro y si su tiro con la zurda no entró es porque le salió la rosca hacia afuera.
Pese a la ocasión, el Racing ya estaba como chon en pocilga. Encantado en su papel de defender la renta. Romo retiró a Satrústegui y Arturo Molina y colocó a Saúl y Unai Medina –este más adelantado– en la banda izquierda. Yel Andorra, cada vez más cercano a la desesperación.
Siete minutos de añadido y los verdiblancos a lo suyo. A guardar la ropa y, oye, si viene una contra, pues genial. Aunque Germán Valera andaba revoltoso. Un duro disparo del atacante se marchó susurrando maldades al travesaño. Almpanis lo intentó con un tiro raso que atrapó sin problemas Parera. Así, todas. No hubo mucho más. Un lanzamiento terrible de Mboula que acabó en la cima de Ordino-Arcalis y un pitido final que mandó la alegría directa desde el Principado hasta Cantabria.
Porque los tres puntos, ya importantes de por sí, llegaron además después de muchas situaciones a las que el Racing ha logrado sobreponerse. Y lo hacen en un momento importante. Justo antes de un parón individual –los demás tienen Copa– en el que los verdiblancos tendrán la oportunidad de vaciar la enfermería. Eso, mirando a los puestos de descenso desde la zona tranquila de la tabla. Qué gustirrinín.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.