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Kitoko se tuvo que retirar lesionado en el minuto 19. LOF
Fútbol | Segunda División

Ya ni duele

El Racing, que no fue peor que el Fuenlabrada, cayó por un error propio ante un rival que sí tenía alguna ambición

Sergio Herrero

Santander

Martes, 7 de julio 2020

Nunca un título estuvo tan acertado. El epígrafe del libro de la periodista, escritora y compañera Marta San Miguel se ciñe como aquellas camisetas ' ... Diadora' de principios de siglo. El racinguismo es 'Una forma de permanencia'. En lo deportivo, a veces exitosa y otras, últimamente sobre todo, fallida. Pero ahora, cuando todo se ha ido al garete y nada importa, es cuando llega la oportunidad de bajarse del barco. La mayoría permanece. Aunque se tome estas inútiles cuatro últimas jornadas del campeonato para alejarse un poco de los Campos de Sport y ver la situación con algo de perspectiva. Aunque jure y perjure que el próximo curso no sacará el abono como premio al hartazgo. Al final, claudicará. Caerse y levantarse. Así, ene veces. Otros, como Chuti Molina, se irán por donde vinieron. Tampoco se les echará de menos. El Racing, su escudo y su mayor patrimonio, su afición, lo dicho: permanecerán. Aunque llueva o sople el Sur. Pese a que haya vuelto a salir, por méritos propios, del fútbol profesional. Del imperio de un Javier Tebas al que, visto lo visto, tampoco le habrá dado mucha pena el descenso verdiblanco. Antipatía. Pero, si hay algo que no podrá firmar el exabogado de Dmitry Piterman es el divorcio del equipo cántabro con su hinchada. Y eso que, en esta pareja, alguno tendrá que dormir –especialmente la directiva– unas cuantas semanas en el sofá. «A veces el racinguismo es quedarte quieto mientras todo arde». La llama del amor incondicional. Siempre quedan rescoldos. Permanece en el tiempo. Ahora se trata de no arrastrar al 'viejo', de cuidarle con dignidad hasta que la ilusión resurja de nuevo. Y aunque el Racing no se arrastró en Fuenlabrada, si vivo no daba para mucho, imagínense lo que puede hacer ya como cadáver. El equipo madrileño, que no fue mejor, con muy poco se llevó los tres puntos. Y así, hasta que se acabe este suplicio. Menos mal que los partidos son apenas cada tres días. En una semana y media, el racinguismo podrá por fin descansar.

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