La otra Villaviciosa marca el camino del ascenso

De la alineación, a estas alturas de película, ya no hay mucho que contar. Como en las últimas semanas. El impenitente Pol Moreno regresó al centro de la zaga tras su castigo y para suplir la precavida ausencia de Pablo Torre, Guillermo Fernández Romo se decantó finalmente por Sergio Marcos como mediapunta y colocó a Arturo Molina en el extremo izquierdo. Lo demás, ya lo deberían saber.

En el vigesimonoveno partido del Racing sobre césped artificial en los siete recientes años en el pozo, el equipo cántabro tuvo que hacer lo habitual en estos casos. Tirar de darwinismo. De adaptación. Sobre todo porque, en estado de gracia, es capaz de ganar hasta en el antiguo campo de Adarzo. Sin embargo, la primera opción clara fue para el cuadro madrileño. Jugada de videojuegos. Centro raso desde la derecha, Alberto Gil que la deja pasar por debajo de las piernas y Álvaro Martín, solo en el punto de penalti, se equivocó de botón, le dio al triángulo en lugar de al círculo y... Nada.

El atrevido Dux dejaba espacios atrás y si hay alguien a quien se le inyectan los ojos en sangre cuando tiene campo para correr es Patrick Soko. El camerunés tiró la diagonal hacia la frontal del área, pero llenó demasiado la barra de potencia en su disparo con la izquierda, que se marchó silbando al travesaño.

Mejor ocasión aún tuvo tiempo después Arturo Molina. La acción también la inició también el futbolista africano en el flanco diestro. Centro con rosca, control con el pecho del murciano, toquecito con la derecha y el remate definitivo, malintencionado, lo sacó Badiashile con una espectacular mano abajo.

El guardameta local decidió opositar a 'man of the match'. La presión alta verdiblanca surtió efecto. Disparo cruzado y duro de Cedric y respuesta felina del arquero francés. Doble, porque el rechace lo conectó Sergio Marcos, que se estrelló de nuevo con el cuerpo del portero.

El dominio del Racing no era sinónimo de solidez y de tener el partido controlado. El equipo madrileño destila descaro. Lo único que le faltó fue talento para ponerse por delante en el marcador. Primero, un cabezazo de Rubén Ramos se marchó por encima del larguero por muy poco. Acto seguido, mientras Romo aún tragaba saliva, Parera hizo la salvadora intervención nuestra de cada día para cercenar la ocasión de un Pitu que dejó en evidencia el marcaje de la zaga verdiblanca.

Pero en el Dux saben perfectamente que lo que desequilibra los partidos es la media en los valores de los futbolistas. Como Patrick Soko debe andar cerquita del 99 en velocidad, llegó a un balón que cualquier otro futbolista habría desistido de ir a buscar. Lo agarró sobre la misma línea de fondo. Y su centro, pura crema, lo cabeceó, certero, Fausto Tienza. Badiashile lo intentó. Hizo lo que pudo. No es infalible. Tocó el balón, pero no lo suficiente para que entrase junto al palo derecho de su portería. Con el Deportivo empatando en Lezama a esas alturas, once puntucos más la diferencia de goles a favor. Qué rico.

Para disputarse sobre césped artificial, el choque andaba entretenido. El Dux puso la réplica, pero Parera es como su paisano con el que comparte apellido. Los que aburren a los rivales son todos de Manacor. El meta, con una buena estirada, detuvo el tiro de Álvaro Martín. Cedric andaba caliente en busca de su cita con el gol. A ver si le hacía 'match' o le daba un 'like'. Otra vez por los pelos. Tras una buena acción de Soko, enfiló la portería acosado por Moyano, pero su tiro con la izquierda se acercó otra vez al poste, pero por fuera. Lo último antes del descanso.

Y casi como terminó el primer episodio empezó el segundo. La tuvo Cedric clarísima. Sin embargo, el nigeriano la pegó tan defectuosa que el balón volvió a rebotar en su cuerpo para desaprovechar la oportunidad. Poco después, una falta colgada al segundo poste por Sergio Marcos la amortiguó Pol Moreno con la derecha y la pegó con la izquierda para que Badiashile se luciese junto al poste para enviar a córner.

El pasillo de ida y vuelta continuó abierto y el Dux Internacional también tuvo la suya en su intento de igualar la contienda. Esta vez fue Pitu el que remató, obstaculizado por Bobadilla y Pol Moreno, y su tentativa se marchó demasiado cruzada. Justo en el momento en que el Deportivo devolvió la distancia inicial a los nueve más bonus en Lezama. Sin Pablo Torre, Romo hizo cambio de cromos en la mediapunta. Borja Domínguez por Sergio Marcos.

El Racing había bajado de revoluciones en la parcela ofensiva. Quizá en un intento de hacer la táctica de la anaconda. Asfixiar a su rival hasta la anestesia y dejar que el partido muriese poco a poco. Sin embargo, para eso era necesaria una fiabilidad defensiva que, de momento, no era suficiente ante un Dux insistente. Un cabezazo de Abdulla no encontró portería. Momento para dar entrada a Marco Camus.

Providencial. Casual o causal. No había tocado el balón el canterano cuando logró una invitación para cambiar el partido. Derribo dentro del área. Penalti. Soko agarró el balón, pero Cedric tiró de jerarquía. El nigeriano convenció al camerunés. Quería su gol. Por lo civil y por lo criminal. No era la mañana del goleador racinguista. Tuvo que ser como el que al final liga por pesado. El lanzamiento desde los once metros fue horrible. Centrado. Badiashile lo sacó con el pie. En el rechace, ya por brasas, hizo su tanto. Importante, pero más aún el simultáneodel Bilbao Athletic para empatar en Lezama y para devolver los once de distancia a la cabeza de la tabla.

«Que sí, joder, que vamos a ascender» volvió a sonar en la grada verdiblanca. Y cada vez cobra más realidad. Por que si no es Cedric, es Parera. Bonaldo sacó un testarazo enorme que el guardameta mallorquín repelió junto al poste. Si el Racing quería que no pasase nada más en el partido, lo estaba haciendo pero sin demasiado éxito. Otro cabezazo de Abdulla que se marchó fuera. La distancia permitiá mantener cierta calma. Eso y que el árbitro no señaló un más que posible penalti sobre Álvaro Montero. Romo aprovechó el impás de las protestas locales para dar entrada a Manu Justo y Javi Vázquez. El andaluz estuvo a punto de hacer el tercero, tras una cabalgada de Marco Camus, ahora destinado a la derecha, que el sevillano no pudo remachar ante la oposición de la zaga. En el otro área, Rubén Ramos buscó con poco acierto la escuadra. El choque estaba finiquitado. Y el ascenso quizá también, aunque no se pueda decir todavía. Ah, no, espera, que Fausto Tienza se acaba de inventar un penalti a favor él solo. Cuando el pitido final de Lezama hacía tropezar de nuevo al Deportivo. Badiashile, fantástico una vez más, detuvo su segundo penalti del día. Esta vez a Manu Justo. El rebote lo enganchó Javi Vázquez con violencia para hacer el tercero y castigar injustamente al guardameta. Todo sale bien. Los once puntos de distancia subieron definitivamente al casillero, aunque están pendiente de resolución. A pesar de todo, queda una fecha menos. El plan de Romo funciona y el plan de Romo dice que hay que mantener la prudencia hasta el final. Así sea. Pero por sonreír y disfrutar no pasa nada.