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De su propia medicina

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Daniel Pedriza
Fútbol | Segunda División

De su propia medicina

El Racing fue más valiente pero, tras fallar un penalti, el Burgos le castigó con las habituales armas del equipo de Romo

Sergio Herrero

Santander

Domingo, 20 de noviembre 2022, 18:43

El catar que importa en los Campos de Sport es el de volver a probar el fútbol profesional. El racinguismo se ha acostumbrado a ascender, degustar y volver al menú del día del balompié modesto. Para el equipo cántabro cada partido en esta categoría es su Mundial particular. Aunque a los de Guillermo Fernández Romo este domingo les dieron de su propia medicina. Los verdiblancos fueron más valientes, especialmente en una primera parte en la que se condenaron tras fallar un penalti. El Burgos sí que se mantuvo sobre el guion previsto y castigó a su rival, que tardó en reaccionar desde el banquillo, con lo que tantas veces han hecho los santanderinos. Rechazar la posesión; esperar y madurar y, cuando el otro se da la vuelta, colleja. Como en el Among Us. Al Racing le acusaron de impostor y le eyectaron fuera de la nave.

Racing

Parera, Dani Fernández, Pol Moreno, Rubén Alves, Satrústegui (Saúl García, min. 80), Íñigo Sainz-Maza, Fausto Tienza (Arturo Molina, min. 80), Mboula (Camus, min. 68), Pombo, Íñigo Vicente (Peque, min. 85) y Gassama (Matheus Aiás, min. 68).

0

-

1

Burgos

Caro, Zabaco, Atienza, Navarro (Mumo, min. 65), Bermejo (Artola, min. 74), Gaspar (Mourad, min. 74), Elgezabal, Curro Sánchez (Pablo Valcarce, min. 85), Córdoba, Areso (Borja, min. 85) y Matos.

  • Equipo arbitral Milla Alvendiz (Andaluz), asistido en las banda spor Ríos Vargas (Andaluz) y García Lorenzo (Valenciano); Cuarto: Sánchez Villalobos; VAR: Ávalos Barrera (Catalán) y AVAR: Areces Franco (Asturiano).

  • Gol 0-1, min. 65: Curro Sánchez.

  • Amonestaciones Amarilla a los locales Íñigo Vicente y Pol Moreno y a los visitantes Atienza, Mumo y Córdoba. Expulsó con roja directa a Íñigo Sainz-Maza.

  • Incidencias Campos de Sport. Césped en buen estado en una tarde fresca. Se estrenó la nueva iluminación del estadio. Realizó el saque de honor Naara Miranda, campeona del mundo sub 17. Minuto de silencio en memoria del exracinguista Antonio Solana. 13.764 espectadores.

Tras el parón competitivo por esa primera ronda de la Copa del Rey que el Racing vio con palomitas en el sofá mientras los demás se mataban entre ellos, el equipo de Romo volvió a tener cara y ojos. Pese a lo de hoy, con delantero se debería vivir mejor, aunque los verdiblancos han sabido salir adelante mucho mejor que Paquirrín en Supervivientes. Bear Grylls hace autoestop para que le lleven en la Romoneta. Con dos nueves para elegir, el míster se quedó con Sekou Gassama para dejar en la recámara a Matheus Aiás. Mientras tanto, en el lateral derecho Dani Fernández mantuvo a raya a Unai Medina y conservó la titularidad. Lo demás, ya deberían sabérselo de memoria.

En un duelo que atufaba a empate a cero desde el Puerto de El Escudo, el Burgos dejó claras sus intenciones desde que el papel de las alineaciones salió por la impresora. Si el Racing recuperaba a su delantero, Julián Calero prescindía de él. Y en los cuatro primeros minutos del encuentro, los de Romo parecían el Andorra. Posesión absoluta. Quizá los castellanos buscaban obligar a su rival a hacer algo que, aparentemente, no sabe hacer. Pero los montañeses demostraron manejar bien unos cuantos registros. Eso sí, en todos ellos cuesta mucho marcar un gol.

Como estaba escrito en el guion, empezó a no pasar prácticamente nada, que es lo que le gusta a los dos técnicos. Fobia a los sobresaltos. No fue en el terreno de juego, sino en la grada, donde se focalizaron las miradas. En el minuto 13, ya no faltaba nadie. El Racing dejó de jugar como visitante cuando La Gradona, como había prometido, entró en escena y la batalla de decibelios se desequilibró hacia el bando local. Eso pareció darle un plus al conjunto verdiblanco, que apretó en ataque, aunque sin premio. La mejor opción llegó tras un fantástico pase al espacio de Dani Fernández para Fausto Tienza. El extremeño la puso al área pequeña y Sekou Gassama, obstaculizado por su marcador, no llegó a conectar en boca de gol. Luego el catalán sí que cabeceó una falta lateral botada por Íñigo Vicente, pero la pelota se marchó desviada. El caso es que el Racing era el único que estaba poniendo empeño en romper las gafas. Tanto, que Pombo lo intentó desde el centro del campo, pero su lanzamiento pasó por encima del travesaño.

El Burgos, cómodo ante la falta de punta del ataque racinguista, estaba a esperar el fallo. Que llegó. Una mala entrega de Parera a Dani Fernández fue un regalo para Gaspar, que desbordó y se metió en el área. El balear se repuso para enmendar en el mano a mano el error previo.

El Racing respondió. Centro de Íñigo Vicente interceptado. La mano de Areso fue tan clara que al árbitro no le hizo falta ni que le pegasen un toque desde Las Rozas. Esta vez no hubo pelea por la responsabilidad. Sekou Gassama cogió el balón. A Caro, desde su banquillo, le dijeron que se tirase a su derecha. No hizo caso. El tiro, raso, flojo y poco ajustado a su zurda, lo sacó el arquero. Minuto 42. Cualquier momento es malo para llevarse un disgusto, pero justo antes del descanso, aún más.

Viendo que el Racing había sido incapaz, el Burgos probó suerte. Por si sonaba la flauta. Un tiro durísimo de Navarro se marchó a centímetros del travesaño. Poco después, un tiro raso de Gaspar, en buena posición, lo atrapó Miquel Parera. Y otro de Bermejo, a media altura, lo tuvo que despejar el portero. Un triple aviso para los verdiblancos de que igual que hasta el momento no sabían ganar, en cualquier descuido también podían perder.

El equipo de Romo a esas alturas era como el lanzamiento de penalti de Sekou Gassama. Timorato. Prácticamente inofensivo. Lleno de dudas. Cada intento de salida de balón se perdía en un mal pase o un peor control. Así que el Burgos, viendo las debilidades, fue dando pasitos hacia adelante. Con la Preferencia Norte otra vez en silencio, los murmullos empezaban a ser protagonistas. Hasta que un buen cabezazo del propio delantero catalán, que no encontró la escuadra por poco, cambió el runrún por aplausos. A lo que respondió Navarro con una dura volea que detuvo en dos tiempos Parera. Y Gassama puso la contrarréplica con un disparo desde fuera del área, centrado, a las manos de Caro. El duelo estaba abierto.

En el Racing había ya algunos futbolistas que empezaban a flaquear. El equipo pedía un cambio. Mboula, Gassama, Pombo e Íñigo Vicente hacía un rato que no andaban finos. Romo llamó a Matheus Aiás. Tarde. a los verdiblancos les pillaron en ropa interior atrás y Curro Sánchez, con un potente disparo, marcó tras pegar el balón en el larguero. Ahora, el técnico solicitó también a Marco Camus. Mboula y Gassama se marcharon al banquillo.

El empate lo tuvo casi de inmediato Fausto Tienza, que cabeceó alto, solo en el área pequeña, un saque de esquina botado por Íñigo Vicente. Romo buscó recursos de nuevo en su banquillo. Arturo Molina y Saúl García. Satrústegui y Fausto Tienza, fuera. Pero si el Burgos no marcó fue porque, llámalo Dios, llámalo energía, no quiso. Un tiro cruzado de Mourad se lo encontró Matos en el segundo palo y despejó en lugar de rematar. Sí tiró a puerta Matheus Aiás en el otro área, aunque muy sencillo para Caro. El Racing gastó sus sustituciones: Peque por Íñigo Vicente.

Las opciones de empate racinguista murieron prácticamente en el minuto 89. Había vida en la sala VAR. Íñigo Sainz-Maza dejó la plancha en una acción en el área rival y el árbitro amonestó al de Ampuero. Hubo toque al pinganillo y, tras cotejar la jugada en la tele, cambió su decisión para mostrar la roja directa. Lo que se perdió ante el Burgos más lo que se pierde para la visita a Albacete. Demasiados daños.

Iba a marcar el Racing. En concreto, Peque, con una certera volea a la media vuelta. Pero la pelota había tocado antes en la mano de Matheus Aiás en su intento de control. Cuando está de no, es que no. Y fue que no. El equipo de Romo no sólo no rompió las gafas, sino que el Burgos se las birló, con sus armas ya conocidas, delante de los morros.

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