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Fotos: Daniel Pedriza | Vídeo: Footters
Fútbol | Primera RFEF

Un empate que suma en el currículum

Al Racing, que superó al Deportivo en varias fases del partido, le faltó acierto para aprovechar sus ocasiones y fuelle en los minutos finales

Sergio Herrero

Santander

Domingo, 24 de octubre 2021, 11:07

El cartel anunciaba. «Se busca candidato al título y al ascenso. Jornada completa. Bien remunerado. Abstenerse timoratos y cobardes». El Racing presentó sus credenciales. Le falto acierto en los metros finales para las ocasiones –no muchas– de las que dispuso y también fuelle en los últimos minutos en un tenso partido

Decía Romo hace un par de semanas que Mantilla sólo sería lateral en caso de urgencia. Al técnico madrileño, el partido ante el Deportivo, con

Racing

Parera, Mantilla, Satrústegui, Pol Moreno, Bobadilla, Íñigo Sainz-Maza, Álvaro Bustos, Borja Domínguez (Fausto Tienza, min. 81), Pablo Torre, Soko (Manu Justo, min. 90) y Cedric (Harper, min. 81)

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Deportivo

Mackay, Lapeña, Héctor Hernández, Víctor, jaime, Villares, Rafa de Vicente (Álex Bergantiños, min. 68), Juerguen, Miku (Noel, min. 85), Quiles (Doncel, min. 57) y De Camargo (Mario Soriano, min. 68)

  • Equipo arbitral: Usón Rosel, asistido en las bandas por Almenara Martínez y Ferrando Arnal, todos ellos del Comité Aragonés

  • Goles: 0-0

  • Amonestaciones: Amarilla a los locales Mantilla, Borja Domínguez y Pablo Torre y al visitante Rafa de Vicente. También al entrenador deportivista Borja Jiménez.

  • Incidencias: Campos de Sport. En una mañana soleada, con césped en buen estado.

  • Público: 12.210 espectadores en las gradas, en la que es, con diferencia, la mejor entrada en lo que va de temporada. De ellos, unos 1.500 seguidores del Deportivo que acompañaron a su equipo hasta Santander.

Cuando Borja Domínguez lanzó el balón en largo hacia Patrick Soko tras el saque inicial, el Racing hizo su declaración de intenciones. Balón entregado al cuadro gallego y a buscar la sorpresa. Hasta el minuto 4, los cántabros no habían dado tres pases seguidos. Cuando conectaron cuatro, casi la lían. Un centro de Soko desde la derecha lo remató, listo, Álvaro Bustos tras adelantarse a su par, pero el zaguero tocó lo suficiente para desviar. En el saque de esquina posterior, Bobadilla empujó en el segundo palo. Iba dentro, pero Miku sacó sobre la línea cuando el balón ya se colaba en la meta de Mackay. Y en el rechace lo intentó Satrústegui con un tiro que se marchó desviado. El entrenador de los gallegos, Borja Jiménez se quitaba su sudadera con un pulpo impreso cuando el Racing le estaba haciendo la del Juego del Calamar. Lo cierto es que los de Romo parecían muchos seguros en su plan que el Deportivo en su dominio.

La confianza verdiblanca iba minando poco a poco la blanquiazul. Pero, como la manta, ahora que empieza hacer ris por las noches, los ataques racinguistas dejaban espacios atrás. Y en una pérdida de balón en el centro del campo, el Deportivo dispuso de una ocasión clarísima. De Camargo se quedó solo ante Parera. Parece mentira que el arquero balear haya jugado apenas 43 partidos –44 con el de este domingo– en ocho temporadas. Qué seguridad. El meta hizo la de Íker Casillas en Sudáfrica ante Robben y con los pies repelió el disparo del extremo brasileño.

El Racing recuperó la compostura defensiva, aunque el resto de la primera mitad se perdió en medio del festival de tarjetas del colegiado. Hasta cuatro en menos de diez minutos. El choque se fue al descanso cumpliendo con el guion previsto. Mucha tensión, dos estilos muy diferentes, igualdad y un fantástico ambiente que ya se echaba de menos en los Campos de Sport. Y quedaban aún 45 minutos por delante.

Las debilidades mostradas por el Deportivo animaron a los cántabros a dar algún pasuco más hacia adelante. A apretar. A retorcer el cuello blanquiazul. Después de una serie de rechaces, la pelota le cayó en la frontal a Álvaro Bustos, pero el disparo del asturiano lo interceptó Jaime en su camino hacia la portería. El choque perdió en control y ganó en emoción, aunque a los puntos el Racing era mejor, pero los cántabros tampoco dispusieron de oportunidades reseñables en este tramo del encuentro.

La efervescencia vivida tras el descanso y la tensión empezaron a pasar factura en las piernas del centro del campo racinguista. A Borja Domínguez ya le costaba volver y Pablo Torre, agotado, ya no tenía la chispa de la primera mitad. Así que Guillermo Fernández Romo, mientras Borja Jiménez en el otro banquillo movía el árbol con tres cambios, llamó a Sergio Marcos para recuperar el control y a Marco Camus para reencontrar la profundidad en la banda izquierda. Pablo Torre y Álvaro Bustos fueron los sustituidos. A pesar de los refrescos, el Racing seguía cansado. Y aún así, de vez en cuando reaparecían las ganas de hacer daño en ataque a un rival con mucho miedo y un carro de dudas. Sin embargo, los gallegos tienen peligro hasta dormidos y un remate de cabeza de Miku lo taponó oportuno Pol Moreno para proteger la meta de Parera.

Quizá para los racinguistas, después de no aprovechar las ocasiones disponibles, llegaba ya el momento de valorar como buena la opción del empate y, oye, si llega una oportunidad inesperada como la de siete días antes en Badajoz, pues bien. Romo dio entrada a Fausto Tienza y Jack Harper en lugar de Borja Domínguez y Cedric. Con los reemplazos entró también el ánimo conjurado de toda la grada de los Campos de Sport. Ambientazo. Y la tuvo el Racing. Un balón muerto en el área le quedó a Fausto Tienza, mas el remate del extremeño salió centrado, a las manos de Mackay.

El Deportivo echó el resto en los últimos minutos. Tampoco es que le quedase mucho a los gallegos a esas alturas. Y para frenar y perder un poco de tiempo. Romo dio entrada a Manu Justo. Aunque antes de todo, el Racing realizó una última tentativa. Fue valiente. Pero el durísimo disparo de Marco Camus desde la izquierda del área lo detuvo el meta visitante en dos tiempos, justo antes del pitido final.

El empate se quedó donde estaba y dejó todo abierto en lo alto de la clasificación y a ambos gallos escoltando al sorprendente Unionistas, que mantiene el liderato en la tabla y su rol de equipo revelación. Porque el Racing de este domingo se quitó la presunción y, aunque tiene muchas cosas por mejorar, demostró que no es inferior a nadie. Ahora, lo que le hace falta es que dé su verdadera talla contra rivales que le exigen mucho menos.

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