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¿Recuerdan cuando a Sergio Ramos se le cayó la Copa del Rey desde el autobús descapotable del festejo de campeón y el trofeo acabó ... debajo de una rueda? El Racing había hecho eso, de forma figurada, con el torneo en las últimas temporadas. Real Murcia, Mutilvera, Linares... Y este miércoles repitió experiencia en Zamora. Rizando el rizo. Cuando el cacharro se iba a estrellar contra el suelo, Andrés Martín lo recogió a tiempo y Peque pareció ponerlo a buen recaudo. Pero hay cosas que no cambian. Un golazo del equipo de Segunda RFEF en el 120 mandó el duelo a los penaltis, donde la injusta lotería hizo justicia con un Racing que no había hecho méritos suficientes para seguir adelante en la competición.
José Alberto le dio la vuelta cual calcetín a su equipo para dar cabida en el once a los futbolistas con menos minutos o que han perdido la titularidad. Así, sin cambio de sistema, entre lo más destacable estaba la presencia de Marco Sangalli en el lateral derecho; el regreso de Rubén Alves tras perder la partida con Mantilla; la primera salida de inicio de Pombo esta campaña y una dupla, en cualquier otro momento titular en el centro del campo, con Aldasoro e Íñigo Sainz-Maza. En un análisis rápido, un equipo que, por jerarquía, debía ser suficiente para no quedar en la cuneta ante un rival dos categorías inferior. Pero no. El único que no entró entre los elegidos de inicio fue el inédito canterano Juan Gutiérrez.
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El arranque del Zamora estaba tan previsto como el traje azul de José Alberto. Intenso, pero no suicida. Bien colocadito cuando el balón estaba en poder del equipo cántabro. La incógnita y la gran clave del encuentro iba a estar en cómo se lo tomasen los verdiblancos. Así, de primeras, los cántabros no pusieron las cartas sobre la mesa, quizá confiados en su mayor talento. Con muy poco, una combinación entre Lago Junior y Pombo, el Racing llegó al área rival. La zaga salvó la situación.
La primera ocasión llegó para los visitantes y lo hizo a balón parado. Una falta lateral desde la derecha la ejecutó Yeray. El disparo, centrado pero duro, del jugador de Isla se lo tuvo que quitar de encima como pudo el meta Fermín. El aviso le quitó bravura al Zamora, que vio cómo el Racing se hacía dueño del partido.
En el momento en que los verdiblancos igualaron la intensidad, sin alardes, el campo se inclinó hacia la portería rojiblanca. Faltaba encontrar el hueco. Hubo dos acciones consecutivas en área local con sendas caídas racinguistas. Primero Pombo, en un duelo con el portero. Después, Ekain. El colegiado no apreció nada punible en favor de los visitantes. Pero el choque ya estaba en la zona en la que suceden las cosas.
Zamora
Fermín, Carlos Parra, Julen Castañeda (Kun, min. 109(, Luismi Luengo, Adrián Bolo, Dani Hernández (Morales, min. 106), Juanan (Theo, min. 76), Carlos Ramos, Mancebo (Etxaburu, min. 76), Roger (Jesús Muñoz, min. 84) y Luis Rivas (Pito Camacho, min. 80).
2 (4)
-
2 (3)
Racing
Parera, Marco Sangalli, Pol Moreno, Rubén alves, Mario García, Íñigo Sainz-Maza (Iván Morante, min. 74), Aldasoro (Íñigo Vicente, min. 85), Yeray, Lago Junior (Peque, min. 74), Pombo (Andrés Martín, min. 64) y Ekain (Arana, min. 64) (Grenier, min. 101).
Equipo arbitral González Díaz, asistido en las bandas por Romano García y Novoa Hernández, todos ellos del Comite Asturiano. Cuarto:Velasco Arbaiza (Vasco).
Goles 1-0, min. 45: Luismi Luengo. 1-1, min. 93: Andrés Martín. 1-2, min. 107: Peque, de penalti. 2-2, min. 120: Carlos Ramos. Tanda de penaltis: Íñigo Vicente (Fallo), Carlos Ramos (Gol), Grenier (Gol), Pito Camacho (Gol), Iván Morante (Gol), Jesús Muñoz (Gol), Andrés Martín (Gol), Etxaburu (Gol), Peque (Fallo).
Amonestaciones Amarilla a los locales Juanan, Luismi Luengo, Theo, Pito Camacho y Dani Hernández y a los visitantes Andrés Martín, Arana y Pombo
Incidencias Ruta de la Plata. Césped en irregular estado en una tarde nubosa y fresca. Unos 3.500 espectadores, unos 500 de ellos, racinguistas.
Pombo quería ser protagonista. Le tiró un caño a un rival, le hicieron falta y el amonestado fue él, por vacilón. Y después, Yeray la puso al área, Aldasoro cabeceó hacia atrás y el futbolista aragonés disparó de volea. Fermín tocó para enviar a córner. No fue en ese saque de esquina, pero sí en otro posterior, cabeceó flojo Rubén Alves y atrapó el portero local.
Empezaba a rondar el cántaro la Fuente de Cacho. Ahí la tuvo Ekain. El delantero recibió un balón atrás junto al punto de penalti y su remate buscando el palo largo se marchó fuera. En el otro lado, en su primer acercamiento serio, la tuvo el Zamora. Íñigo Sainz-Maza se resbaló, Dani Hernández mandó un balón al segundo palo, Marco Sangalli trató de despejar a la media vuelta y la pelota salió rebotada hacia las manos de Parera tras tropezar en las piernas de Roger.
La acción le sirvió a los locales para quitarse la timidez. Para sacarse de encima, al menos momentáneamente, el agobio verdiblanco. Y así, fueron pasando los minutos en este tramo final del primer tiempo sin que pasase gran cosa. Hasta que el rojiblanco Luismi Luengo avistó una paparda en el Duero. Minuto 45. Córner. Los jugadores del Racing esperaban con escasa tensión el lanzamiento desde la esquina. Y así, pasa lo que pasa. Parera se resbala y el balón, que no iba ni bien colgado, lo empujó el central del Zamora, a saber con qué parte del cuerpo, al fondo de las mallas. Hala, toma recado antes del descanso.
José Alberto mantuvo la responsabilidad de arreglar el desaguisado en los once titulares. Era su oportunidad y no la estaban aprovechando. Aunque no tardó en mandar a calentar el míster a Andrés Martín, Peque y Arana. Si la unidad B no era capaz, habría que recurrir al equipo A.
Con el tesorito del gol entre las manos, el Zamora hizo la de Gollum. Encogido, pertrechado atrás y cerrando aún más los huecos a un rival con escasas ideas. Los centros de Mario García desde la izquierda eran lo más parecido a una tentativa real de hacer daño. En ataque, Yeray, frustrado; Pombo, con poco ritmo; Ekain, sin balones potables y Lago Junior que no se va ni una vez.
Así que, superada la hora de encuentro, al entrenador no le quedó más remedio que tirar de la dinamita que tenía en el banquillo. Se marcharon Pombo y Ekain y entraron Andrés Martín –como segundo punta– y Arana. Precisamente entre los dos recién ingresados fabricaron una reseñable acción de peligro. El canario, con escaso ángulo, remató desviado, pero bueno, como aperitivo no estuvo mal.
En la tribuna principal del Ruta de la Plata, un niño pequeño con el gorro del Racing lloraba desconsolado. Quizá tenía hambre o estaba cansado. O tal vez sólo quería marcharse de allí y dejar de ver semejante ladrillo de su equipo. Quedaban veinte minutos y no tenía pinta de que los verdiblancos fuesen a ser capaces de sacar adelante la eliminatoria.
Como hacía frío, los futbolistas decidieron calentarse entre ellos. Tangana. Entre empujón y empujón, acabaron en el suelo, como abatidos por un francotirador, el meta Fermín y Arana. El colegiado solucionó el tumulto con dos amarillucas y a vivir. Mientras tanto, José alberto metió otros dos cambios. Peque e Iván Morante reemplazaron a Lago Junior e Íñigo Sainz-Maza. Un tiro de Peque a la media vuelta se quiso parecer a una ocasión. Minuto 79. Esto se acaba.
La tuvo Marco Sangalli. Andrés Martín ganó el área y su pase raso no llegó a rematarlo en boca de gol, y en segada, el jugador vasco. Ya, a la desesperada, el entrenador verdiblanco gastó un nuevo cambio con la entrada de Íñigo Vicente. Cinco minutos más el añadido tenía el de Derio para hacer magia y evitar el desastre.
Y estuvo a punto de hacerlo. Minuto 88. El de Derio se sacó de la chistera un pase fantástico a la carrera de Andrés Martín, pero el andaluz, cara a cara con el arquero, la mandó demasiado alta. Ahora sí, empezaba a apretar el Racing. Un poco tarde, ¿no? Porque ya quedaban los cuatro minutos de añadido que concedió el colegiado. No merecía más. Un balón de Peque se lo quitó Adrián Bolo a Andrés Martín en el área pequeña. Pero cuando todo parecía perdido, cuando el marcador ya se había detenido tras superar el noventa, un centro con poca fe de Yeray al área salió rebotado y le cayó en el segundo palo a Andrés Martín. Quizá en fuera de juego, pero como aquí no hay VAR... El mejor desde que salió al terreno de juego. El primer gol racinguista en Copa desde 2018. Había prórroga. Había vida. El regreso de vuelta a casa para los racinguistas se tenía regresar, al menos, media hora más.
Al Zamora, el tiburón verdiblanco le había cazado cuando ya alcanzaba la orilla. Así que el partido estaba en esa situación en la que, el que defendía la renta bastante tenía con mantener la compostura y el que venía desde atrás, con una marcha más y con los buenos en el 'prao', parecía que la victoria del 'grande' iba a llegar tarde o temprano. Pero tampoco. El tener que tirar de recursos inesperados para evitar el sonrojo le iba a pasar factura al Racing. A Arana le dejaron la patada por detrás -pudo ser la segunda amarilla y expulsión- y el delantero canario tuvo que ser sustituido por Grenier. El caso es que habían pasado los primeros quince minutos de la prórroga y sí, el Racing dominaba, pero hasta ahí. Fermín no había pasado demasiados apuros.
El equipo cántabro inició el último tiempo extra cual equipo de balonmano. De lado a la do. De extremo a central y de central a extremo contrario... Prácticamente dos minutos de posesión hasta que el balón entró en el área y cayó en los pies de Peque. El catalán dio el toquecito y un zaguero se lo llevó por delante. Fue el propio máximo goleador verdiblanco el encargado de ejecutar la pena máxima. Por el centro, pero engañando al portero, puso el billete a la siguiente ronda en la mochila.
Pero ojo, porque Pito Camacho estuvo a punto de birlárselo. Minuto 112. Número de emergencias. Ese es el tiempo que esperó Miquel Parera para justificar su titularidad. El balear repelió con una gran parada un disparo buenísimo del delantero del Zamora. No estaba todo hecho. Todavía quedaba sufrir. El equipo cántabro se afanó en narcotizar el juego. En hacerse con el balón y sobarlo hasta dejarlo sin dibujo, pero no lo suficiente. Tuvo una el Zamora. Jesús Muñoz cabeceó en el primer palo un centro desde la derecha, pero no encontró portería. Y Carlos Ramos no la tuvo, pero se la inventó. Desde su casa, con el 120 ya detenido en el luminoso, la puso en la mismísima escuadra. Parera se quedó como el relieve de Nando Yosu de los Campos de Sport. Tampoco podía hacer mucho más. El Ruta de la Plata estalló. A los penaltis.
Afortunado el Racing en el amor, mala pinta tenía para jugárselo a la lotería. Íñigo Vicente estrenó la tanda de forma casi perfecta. A la escuadra, pero a la de los postes. Carlos Ramos puso en ventaja al Zamora. Grenier, Pito Camcho, Iván Morante, Jesús Muñoz y Andrés Martín acertaron. Etxaburu se permitió incluso una media panenka. Y llegó el turno, que podía ser definitivo, para el especialista, Peque. Falló. Así que el Racing, a la cuneta, una vez más, en un torneo con el que no se lleva bien.
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