En puerta cerrada entran victorias

En un día en el que el racinguismo empezó a echar de menos la figura de Santi Gutiérrez Calle. El balón debe seguir rodando y así lo querría él. Ya habrá hecho por ver fútbol allá donde esté. Un día también, en el que el Racing cambió su escudo en los videomarcadores en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Porque juntos somos más sensibles. Después del triunfo frente al Levante, José Alberto optó por no tocar nada más que lo obligado. Para suplir al sancionado Germán Sánchez, se decantó por Pol Moreno. Mientras que para ocupar la vacante de Andrés Martín en el extremo derecho volvió a darle una oportunidad a Lago Junior, a la espera de que explote. Lo demás, sin cambios.

El Racing salió con el labio superior encogido y el colmillo fuera. Buscando amedrentar al bisoño filial amarillo. La presión surtía efecto ante un rival que intenta jugar en corto hasta el balón medicinal en los entrenamientos. Así llegó la primera opción verdiblanca. Íñigo Sainz-Maza cortó con el dalle un balón en tres cuartos. La pelota le cayó a Arana, que se perfiló, pero su disparo, flojo y centrado, lo atrapó Íker Álvarez sin problemas.

Una pérdida racinguista en ataque casi obligó a Mantilla a derribar a Ontiveros en su avance. Amarilla para el camargués. La acción no tuvo nada reseñable, pero el tiempo en el que el jugador visitante estuvo siendo atendido sirvió al Villarreal B de tiempo muerto. Para apaciguar el empuje local. Sin embargo, los de José Alberto manejan otros registros más allá de la presión. Combinación. Un centro de Íñigo Vicente al segundo palo lo cabeceó Lago Junior por encima del travesaño. Da igual cómo. Lo importante es el qué.

El equipo castellonense había dejado de temblar. Mandaba con el balón ante un conjunto cántabro cómodo también en el rol paciente. Ya llegará. Y llegó. Saúl García abrió hacia Íñigo Vicente y el de Vioño inició un fantástico desmarque al espacio. El cirujano, con su visión de rayos equis y su quirúrgico toque de exterior le hizo una incisión a la zaga amarilla, donde recibió el recién renovado lateral de nuevo. El canterano ganó la línea de fondo y la puso atrás, donde Lago Junior remachó a gol.

En ventaja, el Racing le dio el balón a los chavales. Si tienen prisa, que jueguen ellos. Decía el viernes el míster que la segunda parte del Ciutat de València era «el camino» y, de momento, el equipo verdiblanco cumplía con la hoja de ruta. Seguro atrás, el Villarreal B hacía poco más que rondar el pasivo, frustrado, llevando el balón de lado a lado. El peligro llegaba cuando los cántabros robaban. Un pase al espacio de Íñigo Vicente dejó a Arana en el cara a cara con Lekovic. El canario se la lió al serbio. Y tenía a Peque esperando al otro lado, pero se cebó de balón y acabó desperdiciando una buena opción. Así, llegó el partido al descanso.

Miguel Álvarez le dio vuelta a su equipo con un triple cambio tras el intermedio. José Alberto, satisfecho, no movió nada. Lo cierto es que estaba funcionando todo más o menos bien. Eso sí, Marco Sangalli, Ekain y Grenier salieron a calentar. Tampoco cambió el guion. O al menos, no a favor de los castellonenses, que incluso perdieron algo de posesión en favor de los cántabros, que además tenían el peligro. Un balón al área de Íñigo Vicente lo cabeceó Rubén Alves al palo, aunque el colegiado invalidó la jugada por fuera de juego del central.

El míster llamó a Marco Sangalli, que sustituyó a Lago Junior en el extremo derecho. Había cumplido con creces, por fin, el costamarfileño. Lo cierto es que el partido estaba pasando por un momento sosete, pero al Racing casi que le daba un poco igual. 1-0. Mantilla pegó un balón rechazado que tropezó con la pierna de un zaguero y llegó amortiguado a las manos de Íker Álvarez. La primera pseudo ocasión del Villarreal B llegó en un tiro lejano de Gelardo, en el minuto 66, que se marchó fuera, fuerísima, más allá de la línea lateral del área pequeña. Así todas.

Íñigo Vicente implementó de nuevo su pase con el exterior. Esta vez el receptor fue Peque. El catalán intentó el pase al corazón del área, Arana tocó y la pelota se fue al brazo levantado de Pablo Íñiguez. Hubo debate en Las Rozas por un posible fuera de juego de Saúl García, que se retiró de la jugada antes de invalidarla. El colegiado señaló de nuevo los once metros. Y Peque, dándole suspense, marcó con un tiro rasito y suave que engañó por completo al meta visitante. Y los Campos de Sport volvieron a botar después de dos partidos con triste final.

Con dos a cero en el marcador, sólo hacía falta pausa. Un metrónomo. Alguien que gestionase el tiempo y el balón. José Alberto llamó a Grenier. El galo sustituyó a un ovacionado Peque.

En la rueda de prensa previa, el míster le dejó el recado a Juan Carlos Arana. De forma indirecta, le instó a aguantar sobre el césped más de los sesenta minutos que venía acostumbrando últimamente. Corría el 77 cuando el canario tuvo su ocasión. La echó fuera. Como fuera se marchó también una clarísima de Íñigo Vicente. Desde zona defensiva, Grenier sacó un pase sensacional a la carrera del '10' en el lado contrario. El de Derio se plantó solo ante el guardameta, pero no acertó a embocarla en la portería.

Tardó en hacer los cambios el asturiano, así que hizo tres de una tacada. Era el minuto 82 cuando, a instancias del entrenador, Pedro Dorronsoro llamó por el pinganillo al preparador físico, Dani Salvador. «Mándales para acá». Yeray, Ekain e Iván Morante. Lo del centrocampista leonés, para que sus paisanos de Polaciones, que bajaron a ver el partido, no se quedasen sin aplaudirle. Preparados en la banda, Arana falló otra. Se le marchó demasiado cruzada. El canario fue sustituido por Ekain, y con él se marcharon Íñigo Vicente y Aldasoro.

No hubo mucho más que ver en los Campos de Sport. Un Racing contento y un Villarreal B frustrado. Y una grada eufórica, pasando lista entre sus futbolistas y volviendo a disfrutar de los ricos productos que da el Huerto del Francés. Tres puntos más a la cesta. El objetivo de los cincuenta, a 23 de distancia y a dormir sextos, en puestos de play off de ascenso.