Secciones
Servicios
Destacamos
Al Racing le falta rematar. Sin nadie que acabe las jugadas, la consecuencia es obvia: no hay gol. El pasado domingo en El Malecón fueron cuatro las llegadas claras -dos de Nico Hidalgo, una de Redru y otra de Buñuel-, al margen de las numerosas ... galopadas por banda, que acabaron en nada. Ni tan siquiera en ocasión. «Llegamos muy fácil por las bandas, incluso hasta la línea de fondo, pero nos cuesta encontrar rematadores», admitió Iván Ania. Su equipo había sido «incapaz de rematar». En Torrelavega, el Racing acabó sin marcar, una circunstancia que tan solo se ha repetido en cuatro ocasiones en las 33 jornadas disputadas. En principio es un bagaje que no debería ser preocupante, más bien todo lo contrario. Sin embargo dos de ellas han sido en el último mes coincidiendo con una racha en la que el Racing ha anotado cuatro goles en cinco partidos. Este último dato sí llama la atención, ya que durante toda la temporada ha promediado dos goles por encuentro y justo ahora que se aproxima el tramo decisivo, su ritmo anotador disminuye a menos de uno por domingo.
«Nos falta elegir bien el último pase». Estas palabras corresponden a la rueda de prensa de Lezama (31 de marzo), después de empatar (1-1) y terminar con apuros ante la oleada del Athletic B. «No tenemos la efectividad que debemos para todas las ocasiones que generamos y todos los centros de banda que hacemos». Estas otras, las pronunció Ania una semana antes en El Sardinero (24 de marzo) cuando su equipo «no fue capaz» de hacerle un gol al Real Unión de Irún. Más aún, siete días antes, el 17 de marzo, el Racing ganó de penalti -obra de Barral- en Calahorra y el técnico dijo: «Tuvimos muchas llegadas por banda y no supimos definir bien para que acabaran en gol». En definitiva, no parece difícil señalar el problema que el Racing debe solucionar cuanto antes. «A base de entrenar espero que lo podamos mejorar», concluyó este pasado domingo.
Y es que la evidencia es clara. La superioridad que el equipo demuestra en muchos momentos de los partidos no tiene reflejo en el marcador. El Racing de los últimos dos meses vive de la capacidad de desborde de un Nico Hidalgo en estado de gracia, pero que al llegar a la línea de fondo no acierta. El entrenador distingue «entre acertar y elegir». Para Ania «no es lo mismo». Ese déficit es alarmante y se repite una y otra vez en este último tercio de Liga, precisamente en el que el equipo está ganando, pero con más apuros de los necesarios.
Primero fue la falta de un delantero. La plantilla parecía coja sin ese '9' de renombre. Pese a que el equipo se plantó en Navidad con la vitola del máximo goleador, los ocho y cuatro goles de Jon Ander y Dani Segovia no le resultaban a los responsables suficientes. La capacidad anotadora de los jugadores, nunca antes tan repartida, mantuvo los registros muy altos; tan solo Olaortua llegó al parón navideño sin celebrar un gol propio. Y llegó Barral, el atacante deseado. Pero con el gaditano, que actualmente suma cinco goles, no se ha solucionado del todo. Y en parte no porque con él no haya llegado la efectividad -se espera mucho más de él cuando llegue el play off-, sino más bien porque al delantero le falta lo más importante: «Yo tengo confianza en mí cien por cien. En cuanto me lleguen los balones entrarán los goles», declaró el gaditano. Y es que Barral, que es el '9' que actualmente está jugando de titular en el Racing y el llamado a ser la referencia en la fase de ascenso, se queja con la boca pequeña de que no le llegan las ocasiones.
La directiva acaba de incorporar a un delantero más, el joven Rafa Tresaco, que junto a Dani Segovia forman el trío de atacantes con el que el Racing afrontará el ascenso. Jon Ander -no juega desde hace ya más de un mes por lesión- fue el último '9' que marcó un gol tras rematar un centro de un compañero en una jugada. Fue el 26 de febrero en Durango. Va camino de dos meses. Quedan tan solo seis jornadas -prácticamente el mismo tiempo que lleva un delantero sin marcar que no sea de penalti- antes de que acabe la Liga y a Ania le preocupa que en los últimos metros se le apague la luz. «Necesitamos mejorar los centros para que el rematador pueda generar ocasiones». La conclusión es rotunda. No hay más que hablar.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.