Secciones
Servicios
Destacamos
«Los milagros, en Lourdes», decía un abonado verdiblanco esta semana en referencia al partido de esta tarde. La falta de esperanzas es absoluta en el racinguismo, que afronta una jornada que, si no lo remedia el Tudelano, será de profunda tristeza y ... enfado y servirá de broche a una temporada paupérrima del equipo cántabro. El Racing necesita ganar al Real Unión y esperar a que el conjunto navarro, ya sin ambiciones, tumbe a n Athletic B que lleva un par de meses pasando el rodillo por la competición. Recen todo lo que sepan.
La parroquia de los Campos de Sport anda más pendiente estos últimos días de cómo mostrar su enorme malestar a los futbolistas y a la ya dimitida junta directiva que de creer en un prodigio futbolístico que evite que las vacaciones lleguen antes de tiempo. Tiene pinta de que a los de Carlos Pouso les caerá una buena bronca, hagan lo que hagan esta tarde.
Un Carlos Pouso que, por cierto, afronta su último partido como entrenador del Racing si alguna divinidad balompédica no cambia su sino. Al final, el caramelo que trajo al técnico vasco hasta Santander resultó envenenado. Una posibilidad con la que contaba el de Lejona, pero que esperaba endulzar con su labor, que ha resultado totalmente infructuosa. Ni Viadero ni Pouso, el mal está más extendido que por la zona del banquillo. De hecho, seguramente el preparador verdiblanco será el menor objeto de las iras en la jornada de hoy.
Una jornada que apunta a sesión de despedidas más allá de la del propio entrenador. Será también el primer encuentro sin el ya expresidente, Manolo Higuera, y su equipo de trabajo, en el palco de los Campos de Sport. Pero además, el Racing está abocado a una reestructuración casi completa de la plantilla después del fracaso morrocotudo que puede confirmarse esta tarde. El recién llegado director deportivo, Chuti Molina, tiene trabajo por delante.
Se avecina un triste epílogo de una temporada, de una plantilla y de un proyecto. A partir de aquí, prácticamente todo será nuevo. A no ser que se produzca el milagro en el que nadie tiene fuerzas para creer. El descendido Astorga hizo hincar la rodilla al Racing de Ferrol y le otorgó al Racing el título liguero en 2016. Puede pasar. Habrá que agotar todas las opciones matemáticas. Y para ello lo primero es ganar.
Otra de las incógnitas será ver a quién pone Carlos Pouso sobre el campo en su última alineación a aguantar la reprimenda de la grada. A dar la cara. El técnico vizcaíno no podrá contar con los lesionados Antonio Tomás, Sergio Ruiz y Juanjo. A estos inquilinos de la enfermería verdiblanca se les ha unido en los últimos días el capitán, Borja Granero, con molestias en su rodilla derecha. Puede que el valenciano ya no vuelva a vestir nunca más la camiseta racinguista después de cinco temporadas en Santander. El miércoles, en rueda de prensa, quizá le jugó una mala pasada el subconsciente: «Me voy... Si me tengo que ir...».
Con estos contratiempos, el entrenador de Lejona tendrá que conformar una alineación que trate de alargar un poco más la estancia de todos en los Campos de Sport y, de paso, resucitar la ilusión del personal. Iván Crespo estará en la portería. Como siempre. Con Miguel Gándara tocado de su tobillo, Pouso quizá alinee a un Adán Gurdiel que no le ha entrado por el ojo, aunque en un partido en el que el Racing debe atacar, puede no ser una mala opción. En el centro de la zaga, Gonzalo parece fijo y el otro puesto se lo disputan entre Paco Regalón y el canterano Juan Gutiérrez. Julen Castañeda, sin recambio natural, partirá desde el flanco izquierdo de la zaga.
La Gradona se reunió el viernes para decidir las medidas que tomará de cara a mostrar al equipo y a la directiva su malestar por la pobre temporada racinguista. Y la gran acción que realizará en el partido de hoy, tal y como anunció el propio colectivo en sus redes sociales, será la de quedarse fuera de la platea hasta el minuto 13 de partido. Así pues, la grada de Preferencia Norte permanecerá vacía hasta ese momento. La Gradona invita a todos sus socios a unirse a esta iniciativa, para protestar «por la nefasta temporada y la vergonzosa imagen del domingo pasado».
Esa acción probablemente irá acompañada de otras, como la aparición de alguna pancarta de queja. De lo que parece que no se librarán los futbolistas es de los silbidos. La afición está muy enfadada por cómo se ha llegado a esta situación y el bajo rendimiento de la plantilla. Así pues, tanto al inicio -aunque La Gradona no estará presente-, como durante el encuentro y al término, especialmente dependiendo de lo que pase, la bronca parece asegurada.
Quienes no estarán en el palco serán los directivos ya dimitidos, lo que probablemente mitigará las iras hacia la zona noble del estadio. Lo que tiene pinta es que, con la escasa esperanza de lograr un milagro que tiene la afición, la asistencia a los Campos de Sport será bastante inferior a la del resto del curso.
En el doble pivote -si mantiene el dibujo de los últimos partidos- es donde más problemas se le amontonan al técnico racinguista. Sin Antonio Tomás, Sergio Ruiz y Borja Granero y con Javi Cobo arrastrando dolores en la cadera, Jerín y Quique Rivero son los únicos futbolistas completamente sanos que le quedan en el catálogo para idear una alineación. Por las bandas, las dudas de siempre. César Díaz, Héber, Óscar Fernández, Pau Miguélez y Franco Acosta se tienen que repartir dos plazas. El bajo rendimiento en estas últimas semanas de todos ellos -Pau tampoco ha tenido muchas oportunidades- no ayuda a la hora de elegir.
Arriba, Pouso recupera a Borja Lázaro, que se perdió el vital choque de Zubieta por lesión. Es probable que el madrileño tampoco hubiese cambiado mucho la horrible película vista por más de 400 cántabros frente a la Real Sociedad B. El Racing recupera esa delantera a la que se agarraba la afición de los Campos de Sport para no perder las esperanzas. La temporada se acaba y ni Lázaro ni Dani Aquino parece que vayan a evitar el absoluto fracaso racinguista.
Lo más probable es que lo único que les quede a ambos sea hacer su trabajo. Quizá también por última vez como racinguistas. Quién sabe. Para el madrileño, seguro, porque volverá al Alcorcón al no haber firmado el ascenso. El murciano, en principio, tiene contrato hasta 2020, pero novias no le faltan y la temporada tampoco ha sido fácil para él. Sus goles, esta tarde, pueden llevar al Racing a hacer los deberes. A cumplir con su parte a rellenar del formulario de aspirantes al play off de ascenso. El problema es que el resto lo debe cumplimentar otro. Un Tudelano al que ni le va ni le viene esta disputa. Los videomarcadores estrenados esta campaña en los Campos de Sport cobrarán hoy más protagonismo que nunca. Todo el mundo esperando buenas noticias desde Lezama. Un milagro que permita al equipo cántabro una última oportunidad de redención. Si no es así, todo apunta a que la tarde terminará en bronca. Es una pena que la campaña pueda acabar así. Pero lo cierto es que este Racing, aunque salve la papeleta hoy de manera absolutamente inesperada, no ha hecho ningún mérito para alargar la temporada y luchar por el ascenso a Segunda División. Y seguramente tampoco para tener unas vacaciones anticipadas. Un inmerecido descanso.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.