Toca ponerse las pilas

Y toca ponerse las pilas porque ante el Lugo hasta a los más regulares se les vieron las costuras. Ganar es innegociable. A fin de cuentas los puestos de descenso están ahí, acechando, esperando pacientes como Michael Meyers en 'Halloween' para asestar a su víctima una última puñalada. El Racing es ya el peor ascendido en lo que va de temporada y para meter algo más de miedo en el cuerpo todavía, solo hay que mirar la clasificación a estas alturas de la última campaña de los cántabros en Segunda División, la 2019-2020. Solo dos puntos de diferencia tiene el Racing de Romo con respecto al de entonces. 18 puntos frente a 16. Una situación que crea algo de nerviosismo en el raciguismo, que aún así viajará hasta Ibiza para apoyar a los verdiblancos. Y es que separar a un racinguista de su equipo es casi como practicar una operación para desligar a unos siameses.

Es caso es que hoy los cántabros quieren que el equipo de un exracinguista, Lucas Alcaraz, pague los platos rotos. Cierto que el Ibiza es el colista, con 12 puntos, y que el cambio de inquilino en el banquillo hace que el equipo todavía esté asimilando los conceptos que quiere introducir el nuevo entrenador, pero el Racing debería pensar ya en aplicarse para picar piedra por si acaso la roca es más dura de lo que se espera. Alcaraz buscará hoy sumar sus primeros puntos con el equipo celeste. Al menos uno. Ante el Zaragoza, el Ibiza se mantuvo bien colocado y aún así mostró algunas carencias en defensa que favorecieron las llegadas del rival. Seguramente hoy trate de enmendar eso y a base de mejorar esa solidez defensiva tratará de mantener la portería a cero.

Y puede que lo consiga. Enfrente tiene al Racing. Otro debe en cuenta de los cántabros: llegar a la meta rival y hacer daño. Porque los delanteros han vuelto ya al equipo, pero el gol no. A los verdiblancos le cuesta un mundo, o mejor dicho, un universo entero que la pelotita entre en la portería contraria. Cuenta pendiente. Pero no es la única que tienen los de Guillermo Fernández Romo, que todavía no han sido capaces de puntuar o de remontar un partido cuando el rival ha marcado primero. El caso es que en el vestuario es consciente de ello y hasta lo han comentado para ponerle solución, como explicó el entrenador ayer por la mañana en la rueda de prensa previa al partido que ofreció en La Albericia. «Es algo que lo tenemos hablado, desarrollado y buscamos no tener esa sensación del bajón emocional que en un momento dado te produce que el rival te meta un gol», explicó el madrileño.

Cuando el Racing encaja primero aparecen las grietas. Parece que el equipo se desinfla. «El análisis es ver si nos hemos quedado sin recursos o si ha habido un tema de motivación o de bajón. En el último partido, después del gol, parece que no tuvimos reacción y yo sí que creo que tuvimos. Escasa, pero la tuvimos. Igual que nos pasó en Granada y en Eibar», defendió Romo, que también hizo hincapié en que las tres derrotas consecutivas no han hecho mella en el ánimo del equipo. Está seguro de que esta tarde ante el Ibiza las cosas van a salir bien. «Estamos convencidos de hacer un buen partido. Hemos analizado bien todas las cosas que nos van pasando en cada encuentro para estar con los niveles lo más altos posibles y que eso nos lleve a acercarnos a ganar el partido», señaló Romo.

El punto a favor es que el Ibiza está en horas bajas. Alcaraz se estrenó la pasada semana en el banquillo isleño ante el Zaragoza, pero no logró frenar el hundimiento de un Ibiza que lleva dos meses sin ganar y ha sumado dos de los últimos treinta puntos disputados. Pero ojo, siempre hay una primera vez para todo. Alcaraz recupera para este partido a los centrocampistas Diop y Morante, que cumplieron sanción tras ser expulsados por roja directa, y al defensa Goldar, ausente por acumulación de amarillas.

Romo también recupera efectivos y para él esta ha sido «la mejor noticia» de una semana con un calendario que aprieta más que el último botón del cuello de la camisa con partidos en domingo, jueves y de nuevo domingo. Fausto Tienza y Aritz Aldasoro regresan a la convocatoria después de cumplir un partido de sanción al ver cartulina roja en el encuentro ante el Albacete. Los dos únicos que no pusieron ayer rumbo a Ibiza y no forman parte de la expedición que está concentrada en el hotel Royal Plaza son Cedric, recuperándose de la intervención quirúrgica a la que fue sometido a consecuencia de una hernia cervical, y Juergen, aún convaleciente de su lesión. El Racing echa en falta al colombiano –y mucho–, que sufre un edema óseo en el escafoides del pie izquierdo.

Si hay algo que no ofrece dudas es la meta del Racing. Miquel Parera es quien echa el candado en la portería verdiblanca y en Ibiza protegerá los tres palos. El muro que tratará de evitar aproximaciones peligrosas lo componen la pareja formada por PolMoreno y Rubén Alves, los centrales de cabecera de Romo. En los laterales, el flanco derecho será para Dani Fernández, aunque Unai Medina ha vuelto a la convocatoria después de su reciente paternidad, y el izquierdo para Satrústegui, que es dueño y señor del lateral zurdo.

En el centro del campo el capitán, Íñigo Sainz-Maza puede formar pareja con un Fausto Tienza recuperado para la causa; y en los extremos Mboula por el costado derecho e Íñigo Vicente, que finalmente ha llegado para el partido, por el izquierdo. O quizá Romo prefiera reservarlo y optar por Camus para ocupar el puesto, aunque el rendimiento del canterano cuando sale de inicio no es tan rentable como cuando aparece de revulsivo desde el banquillo. Pombo actuará en la media punta y Gassama como punta de lanza, en busca de ese gol perdido que necesita el Racing. «No me puedo basar en los resultados, nos tenemos que basar en el trabajo, la idea, desarrollar a los jugadores, en seguir esa línea», decía Romo ayer. El caso es que el fútbol no perdona. Y la idea está muy clara:«Si marcas un gol más que tu oponente, ganas», como decía Cruyff.

El partido ante el Ibiza de esta tarde servirá también para que los racinguistas se reencuentren con viejos conocidos. En las filas del cuadro celeste hay varios jugadores con pasado verdiblanco, además del entrenador, Lucas Alcaraz, prácticamente recién llegado al banquillo isleño. El granadino permaneció en Cantabria una temporada y media –de 2003 a 2005– y logró la salvación en la primera de ellas.

Si se pasa revista a la plantilla más de una cara resultará reconocible. Jugadores como Pape Diop, Germán Parreño y Javi Vázquez vistieron la camiseta del Racing en el pasado. El centrocampista senegalés lo hizo hace más de una década, cuando los cántabros estaban todavía en Primera División. El guardameta Germán Parreño pasó por el club verdiblanco en 2015, en Segunda División, cuando llegó en el mercado de invierno y estuvo en el Racing desde enero hasta junio. Y el ex más reciente es Javi Vázquez. El lateral izquierdo llegó cedido por los ibicencos y formó parte del equipo que la pasada campaña se proclamó campeón de Primera RFEF y logró el ascenso a Segunda.

Para Guillermo Fernández Romo el cambio de cromos en el banquillo del Ibiza complica en cierta medida el análisis del rival. Nuevos planteamientos y poco tiempo para descubrir cuál será el guión de partido que planteará Alcaraz. «Sí, está claro que sí dificulta y altera las cosas. Los jugadores empiezan a tener otros procedimientos colectivos. Y porque normalmente, cuando sucede algo así, tiene que ver con una dinámica negativa y eso también hace que los jugadores quieran cambiarla lo antes posible», detalló el técnico. Y también incidió en que no encuentra ninguna diferencia entre el Racing que encadenó nueve partidos invicto y el que ha encajado tres derrotas seguidas. «Si nos vamos al resultado, que en un momento no perdíamos y ahora hemos perdido. Si nos vamos a otras cosas más profundas no hay tanta diferencia», dijo Romo, que recordó cómo el curso pasado tras caer por estas fechas en Valladolid (3-0) después se encadenó una racha de 19 jornadas sin perder.