«Cuando se ha tratado del Racing, nunca he estado solo»

No anda precisamente escaso de historia el Racing, pero tampoco sobrado de mitos en la difícil época que le toca vivir o malvivir. Así que nunca viene mal sonreír al mirar atrás y homenajear a uno de ellos. Sobre todo si es Tuto Sañudo. Nada menos que a uno de los socios honorarios y fundadores de la Peña El Cachopo, que ayer andaba de cumpleaños y decidió celebrarlo con un homenaje a quien lo ha sido casi todo en el Racing: futbolista, delegado, presidente y presidente honorario, cargo este último del que se acaba de jubilar. El club está esperando a que terminen las restricciones pandémicas; quiere despedirle -o decirle hasta luego, por ser más precisos- a lo grande, pero una peña tan especial y tan familiar como la del Cachopo no quería perder la oportunidad de ser la primera en rendir homenaje a uno de los grandes capitanes, que arropado por su hijo, también llamado Juan Antonio Sañudo, disfrutó del acto como en los mejores tiempos. Como siempre lo ha hecho del Racing y del racinguismo, pocas semanas después de dejar el club en lo que a lo laboral se refiere, porque en lo afectivo no lo hará nunca.

Hubo casi que esconderle a su llegada. Se trataba de que fuera una sorpresa y no debía ver nada. Ni a la gente ni los regalos. Objetivo cumplido. «Solo quiero dar las gracias. Me habéis dado una sorpresa enorme y me habéis pillado un poco desubicado, pero siempre que se ha tratado del Racing no he estado solo, sino que fuimos muchos los que estuvimos al frente», decía tras el breve homenaje. Recordaba así emocionado su regreso al club tras la Era Okupa.

Y en medio de esa emoción evidente tuvo también tiempo para bromear: «Yo igual lo hice para que me hagáis este homenaje que no me esperaba, ni mucho menos». Recordó que el Racing ya le ha anunciado otro que no ha pedido; que se le ha brindado. «En su momento, Alfredo -Pérez- me dijo que quería hacer un homenaje y yo le contesté que lo que me importa es el Racing; que siga vivo. Y lo hemos conseguido. Mejor o peor que antes, pero vivo», decía emocionado el de Serdio.

De ahí que su peña, o lo que es mucho más correcto, una de sus peñas, decidiera homenajear a Tuto Sañudo. Hasta su toque asturiano tiene su gracia para alguien que jugó cinco años en el Oviedo y llevó a los carbayones a la única eliminatoria europea de su historia.

«Hace cuatro años fundamos aquí mismo la Peña El Cachopo contigo como padrino y hoy te queríamos hacer este homenaje», decía Dani Noval, presidente de la peña y quien da vida, entre otros, al día a día del club, para cumplir con la distancia social, apenas dos docenas de personas. Muchas menos de las que hubieran querido estar y lo hubieran hecho en normalidad, pero las suficientes como para que el mítico central recibiera emocionado el aplauso de los aficionados y se encontrara con la sorpresa del vídeo preparado para la ocasión con la complicidad de su familia y ante la sorpresa del protagonista.

Faltaban todavía quince minutos para la cita cuando el siempre puntual Sañudo llegaba a los Campos de Sport. Rostro enfundado en una mascarilla blanca como a Jacobo Montalvo -sí, Jacobo Montalvo-, con quien so se contaba en principio, lo forraba en una negra. Su presencia permitió que estuviera representada otra época del Racing y del racinguismo en la que él no estuvo presente de modo directa -siempre como leyenda-, pero sin protagonismo directo. Porque desde finales de los setenta él las ha vivido, de un modo u otro, todas.

Fue el consejero José Emilio Criado quien asumió la representación del club. «Para nosotros lo más importante son los seguidores; el club no tendría sentido sin vosotros», felicitó a los peñistas por los cuatro años de vida de la peña, pero sobre todo tuvo palabras para alguien que «es historia del club y una de las personas gracias a las que el Racing está todavía aquí». Alguien que «más temprano que tarde tendrá el homenaje que se merece, pero no queremos hacerlo con el campo vacío». Ayer no estuvo en absoluto solo, sino muy arropado por hinchas y peñistas que tuvieron así la mejor celebración posible dentro de lo que la nueva normalidad permite.

Así que el próximo capítulo, cuando la pandemia lo permita, será en el mismo estadio, pero dentro. Con el mismo público que ha seguido a Sañudo durante toda su vida. Un homenaje multitudinario aún pendiente que la pandemia no le podrá afanar, pero que sí lo ha retrasado.