Secciones
Servicios
Destacamos
En El Sardinero ya no hay campos nuevos. Sólo las generaciones más maduras se refieren a las actuales instalaciones municipales como los nuevos Campos de Sport, evocando de forma indirecta los viejos y genuinos que hoy descansan convertidos en parque público. Pero después ... de treinta años de su inauguración, ni siquiera la sensación de que el tiempo pasa volando puede sugerir que sigamos llamando nuevo a lo que ha experimentado tanta carga emotiva, para lo bueno y para lo malo, durante tantos y tantos partidos de fútbol.
Durante esta semana, la noticia de que el Ayuntamiento de Santander renovará las aceras que bordean el estadio del Racing me ha descubierto lo viejos que son los nuevos campos y la cantidad de pisadas que los aficionados racinguistas hemos dado a su alrededor desde que el 20 de agosto de 1988 se jugaron los dos primeros partidos, por cierto con polémica incluida, porque el entonces alcalde de Santander, Manuel Huerta, logró comprometer al Real Madrid para que jugara el encuentro de inauguración, pero el rival que se buscó fue el inglés Everton y no el Racing, algo que provocó cierto rechazo entre los aficionados cántabros más comprometidos. Afortunadamente Huerta rectificó y el primer partido en el campo municipal lo jugó el Racing y no el Real Madrid.
Así que a las cinco de la tarde, arbitrado por el colegiado cántabro Javier Teja, se puso el balón en juego por primera vez en la recién estrenada hierba del nuevo Sardinero. El Racing se enfrentó al Real Oviedo, entonces en Primera División, que contaba en sus filas con el exracinguista Tuto Sañudo, quien había participado activamente en gestionar la presencia de los ovetenses, junto a Juan Carlos Pérez, que formaba parte del equipo técnico del conjunto montañés.
El entrenador racinguista, Armando Ufarte, alineó a Alba; Revilla, Cantudo, Villita, Piru; Juan Carlos, Julio César, Gaby; Benito, Miro y Quique Estebaraz. No hubo demasiado protocolo en este encuentro cuyo saque de honor lo realizó el socio más antiguo del club, Rafael Llano, que se mantuvo fiel pagando los abonos durante 65 años. Trece minutos después del saque de centro, el oviedista Berto se internó en el área racinguista y en su salida, Alba derribó al delantero cometiendo un penalti que transformó el propio 'Motorín'. De esta manera se marcó el primer gol del 'Nuevo Sardinero'. Los asturianos fueron claramente superiores y se impusieron sin problemas.
El resultado final fue de dos a cero a favor del Oviedo. A continuación se jugaría el segundo partido, retransmitido en directo por televisión, entre el Real Madrid y el Everton. Se soltaron centenares de globos blancos y azules, alusivos a la bandera de Santander, que ascendieron por las gradas del campo para anunciar el partido estelar, dirigido por el árbitro cántabro Sánchez Arminio y con saque de honor de Seve Ballesteros. Los madridistas ganaron dos cero, con Butragueño y Hugo Sánchez como autores de los goles.
La inauguración fue una fiesta con un público que casi llenó el graderío. El campo recibió impresiones muy favorables y se comentaba que sería la base para una nueva etapa racinguista que todos deseaban de éxito. Se habían necesitado 28.000 metros cúbicos de hormigón, más de dos millones de kilos de acero y una cubierta de 11.000 metros cuadrados para acoger las almas ilusionadas de 25.000 personas que se emocionarían con los triunfos y las derrotas de su equipo.
Al Racing le costó sumar su primera victoria en el nuevo terreno de juego. El siguiente partido amistoso, último antes del inicio de la competición, se jugó contra el Valladolid, entonces en Primera División, y de nuevo terminó con derrota racinguista, en este caso por dos a uno. El 4 de septiembre comenzó el campeonato liguero, consiguiendo en este partido el primer gol en partido oficial marcado por el Racing en el nuevo campo que fue obra de Javi (Francisco Javier Gutiérrez Gómez), que lo anotó contra Las Palmas (1-1).
La primera victoria en el nuevo campo municipal se produciría el 15 de septiembre en el torneo de la Copa. El rival fue el Laredo, al que el Racing derrotaría por el resultado de cinco a uno, con tres goles de Benito, uno de Pedraza y otro de Quique Estebaraz. Días después, el 2 de octubre, llegaría la primera victoria liguera al derrotar al Sestao Sport (2-1) en un pésimo partido que además se deslució por el apagón parcial que sufrieron las torretas de luz.
Camino de Tudela las sensaciones de sentir nuevo o viejo un campo de fútbol son intrascendentes, porque lo más importante es el equipo, su renovado afán de lograr otra victoria y recuperar en la siguiente y el resto de jornadas lo más valioso de cualquier estadio: el lleno de sus gradas felices y entusiastas.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.