Tres futbolistas en la rampa de salida

El Racing tiene a día de hoy una sola ficha libre y corresponde a un futbolista sub 23. Difícil encontrar alguien tan joven que mejore la plantilla y no tapone a los productos de la cantera de La Albericia. De ahí la importancia de hacer más hueco, dando salida a algún futbolista más veterano, para poder incorporar a la plantilla piezas de cualquier característica.

Diego Ceballos saldrá. Sin embargo, en su caso solo liberará otra ficha para futbolistas jóvenes. Tiene 22 años. El canterano es el mayor de los olvidados por el técnico madrileño. Apenas ha jugado seis minutos en Liga y ni siquiera en su puesto y algún rato en Copa Federación. Todo esto después de ser imprescindible y destacado dentro del desastre general la pasada temporada. Pero a Romo no le ha entrado por el ojo y, además del fichado Unai Medina, al defensa le han pasado por la derecha el también canterano Mario Jorrín y hasta un Álvaro Mantilla del que el técnico, inicialmente, dijo que no actuaría como lateral derecho. Lo acabó haciendo, aun con Ceballos disponible.

El canterano no puede quedarse en Santander viendo los barcos pasar. A su edad, necesita minutos. Termina contrato en junio, así que probablemente tenga que salir gratis, porque nadie querrá pagar por un jugador en esta situación y una cesión a estas alturas no tiene mucho sentido. Como tampoco lo tendría dejarle cogiendo telarañas en el banquillo de los convocados.

En el caso de Carlos Castro, el técnico racinguista pareció darse por vencido. El delantero asturiano comenzó teniendo algunos minutos en las segundas partes, incluso como extremo derecho por delante de Marco Camus. Pero tras su pobres actuaciones en Copa Federación frente a Avilés y Leioa ha desaparecido por completo.

Estuvo aproximadamente tres semanas fuera de los entrenamientos por unos motivos de salud que el club no aclaró y, a su regreso, no ha hecho más que engrosar las multitudinarias convocatorias que ha dejado la pandemia en el fútbol moderno.

Con contrato hasta el próximo mes de junio, se antoja un milagro colocar a un delantero que lleva dos años sin anotar un gol. Por lo tanto, un despido parece la única salida posible para que Carlos Castro deje hueco a alguien que pueda aportar más. Teniendo en cuenta que llegó fichado el pasado verano, se trata de una gestión nefasta.

El tercero de los futbolistas que no cuentan para Romo en la actualidad dentro de la plantilla racinguista es uno de los capitanes: Isma López. El navarro, al que el míster catalogó como el mejor lateral izquierdo de la categoría, fue titular en las tres primeras jornadas del campeonato. Partía como el dueño de esa parcela a principio de la temporada, pero su inesperado bajo rendimiento llevó al entrenador madrileño a buscar un recambio.

Sin más zagueros zurdos de banda específicos en el vestuario, decidió trasladar a un central como Eneko Satrústegui al lateral y mandó a Isma López al banquillo. Posteriormente, una nueva lesión de Bobadilla devolvió a Satrústegui al eje de la defensa y, en lugar de abrir la puerta de la titularidad a Isma López, Romo buscó en el filial y se llevó a Simón. Por cierto, un jugador del que el entrenador dijo que no veía para jugar con el primer equipo. Sin embargo, se ha hecho fuerte en el puesto.

Isma López llegó a Santander hace casi un año, en el mercado invernal de la pasada temporada. Sin demasiados destellos, tuvo un rendimiento más que correcto que llevó al club a contar con él también para la presente campaña en Primera RFEF. Pero en esta ocasión no ha cumplido con las expectativas y a día de hoy tiene un pie fuera del equipo. El problema, como en el caso de Carlos Castro, será encontrarle una salida satisfactoria para ambas partes. De no hallarse esa opción, el despido es la única alternativa y, por lo tanto, otra indemnización más que añadir a una larga lista de finiquitos anticipados.

Carlos Castro, Diego Ceballos e Isma López son los que no cuentan para nada. Pero también hay otros jugadores que no están teniendo el protagonismo que probablemente esperaban cuando ficharon por el Racing. Es el caso, por ejemplo, de Sergio Marcos, que contaba como titular a principio de la temporada, pero a día de hoy es uno de los sustitutos habituales en los últimos minutos.

Tampoco termina de entrar en el equipo un Jack Harper que, en los pocos ratos que ha tenido, ha demostrado una gran efectividad, pero Romo apenas le ha dado últimos tramos de algunos partidos y una primera parte -que resultó desastrosa- frente al Leioa en Copa Federación. El malagueño estuvo cerca de cuatro meses en el dique seco por una complicada lesión de la que parece recuperado definitivamente.

Quien también se encuentra en una situación complicada es Lucas Díaz. El portero gallego arrancó como titular, pero en un momento dado Romo optó por darle una oportunidad en la portería a Miquel Parera y el balear ha convencido al entrenador. Desde entonces, a su compañero le ha tocado comprobar la dureza del asiento del banquillo y, en principio, salvo contratiempo, pasará ahí el resto de la temporada.

Lo que está claro es que habrá movimientos el próximo mes de enero en los Campos de Sport. Porque hay cosas que hacer y porque, en este vertiginoso mundo del fútbol, y con un club en el que la inestabilidad es el día a día, es difícil encontrar cuál fue el último mercado invernal en el que no hubo novedades en el Racing. Pero lo que sí que es realmente complicado, visto lo visto, es que los encargados de mover ficha acierten y lo que llegue mejore lo que hay.

Si la razón de existencia de los delanteros es el gol, Carlos Castro tiene un problema. Y eso con apenas 26 años. Un jugador que puede presumir de haber marcado once tantos en Primera División en dos temporadas, cinco campañas después acumula más de dos de ellas sin volver a ver portería. Empezó contando con algunos minutos, pero Guillermo Fernández Romo parece haberse cansado de esperar. Tras tres semanas de ausencia por problemas de salud, no ha vuelto a jugar ni un minuto.

Cuando el Racing contrató a Unai Medina el pasado verano, se barruntaba una dura disputa por el lateral derecho entre el nuevo fichaje y el dueño de la parcela durante la pasada temporada. Sin embargo, Romo descartó al chaval casi desde el principio. Cuando el vasco cayó lesionado, en lugar de utilizar al primero de la lista, el entrenador madrileño bajó hasta el filial para tirar de Mario Jorrín. Incluso ha llegado a utilizar a Mantilla antes que al propio Ceballos, prácticamente inédito.

«Es el mejor lateral izquierdo de la categoría», llegó a decir Guillermo Fernández Romo de Isma López. Una opinión que debió cambiar después de las tres primeras jornadas. El navarro no estuvo a la altura de lo esperado y el entrenador trasladó a un central como Satrústegui a la banda para ocupar ese puesto. Cuando Satrústegui volvió a su posición habitual, Romo apostó por un jugador del filial como Simón por delante del veterano Isma López, uno de los capitanes de la plantilla.