Tres meses para acondicionar el estadio

El Instituto Municipal de Deportes de Santander ya ha aprobado una partida de 915.000 para sustituir la iluminación del estadio. LaLiga lo considera imprescindible, aunque ofrece un año de moratoria. Se llegó a un acuerdo para, al ser un elemento estructural y obsoleto, la Casona asumiera el gasto, pero tras su aprobación en el IMD se debe seguir todo el proceso administrativo (aprobación por el pleno, licitación, adjudicación...), de modo que aún habrá que esperar, al menos, un par de meses.

Al margen de la moratoria, la actual iluminación permite las retransmisiones, como lo ha hecho hasta ahora, pero además de esperar a que se cumplan los plazos legales y no se produzcan nuevas demoras el Racing tendrá que decidir después en qué momento comienzan las obras, puesto que la instalación del nuevo sistema exige la desinstalación del anterior, un momento crítico en el que no habrá iluminación artificial que permita la transmisión o exija hacerlo en determinado horario.

El tratamiento del terreno de juego será este verano mucho más agresivo e intenso que en otras temporadas, con lo que el presupuesto aproximadamente se duplicará respecto al de otros años. Ya se ha levantado todo el césped; una capa de algo más de cinco centímetros de espesor, y tras el trabajo regenerativo se plantará de nuevo. No se va a recurrir a tepes porque el gasto se multiplicaría aún más y el club considera que el efecto y la funcionalidad será la misma.

Además, se han retirado las porterías y se contratará a un topógrafo para una perfecta alineación y orientación del terreno de juego, que mantendrá sus mismas dimensiones (100x69) y las líneas, con las porterías ya perfectamente situadas con gran precisión. Ya se ha completado la primera fase y se espera que esté listo para el arranque de la próxima temporada, pero no sobrará tiempo. De ahí que se haya aprovechado la anulación del partido ante el Extremadura para comenzar a actuar antes incluso de que terminara la competición regular. Son trabajos de mantenimiento que debe efectuar y pagar el Racing.

El Ayuntamiento de Santander comenzó hace dos semanas a reparar las puertas de acceso al estadio, unas obras con cargo a las cuentas municipales que completarán los trabajos que se hicieron en su momento en la urbanización exterior del estadio, salvando los desniveles provocados por el asentamiento del edificio. Son trabajos urgentes y estarán a tiempo.

LaLiga exige que el control de acceso al estadio se haga a través de tornos y lectores digitales. Por el momento el sistema no está listo y no se puede saber si para el comienzo del curso estará en funcionamiento. Es la propia LFP la que lo instala y se hace cargo de los gastos (con alguna pequeña partida adicional a la que debe hacer frente el club), con lo que concede (se concede, en realidad) un año de moratoria.

El sistema es muy llamativo. LaLiga desinstala el sistema de un campo que haya perdido la categoría y lo instala en otro que debute en Segunda División, aunque hay excepciones. Cuando prevé que el equipo descendido tiene posibilidades de recuperar la categoría de inmediato, no lo desmantela en el momento. Fue el caso del Racing en 2020, cuando LaLiga decidió mantener el sistema una temporada más antes de desmontarlo.

El Racing debe reparar los asientos deteriorados, pero aún no ha presupuestado la obra, puesto que negocia todavía con el Ayuntamiento quién debe hacerse cargo de la obra. El proyecto para que el verde sustituya al azul en las tribunas, como ya ocurre en una de ellas, sigue en marcha, pero no es prioritario -entendido como esta misma temporada-, máxime cuando aún no se ha decidido quién y cómo asumirá la obra. La grada de animación sí que cumple los requisitos, al ser válida la solución planteada tras el ascenso de 2019.

Es uno de los requisitos que LaLiga exige de inmediato; a pleno funcionamiento en la primera jornada en casa. Por ese motivo el Racing acometió y sufragó en verano de 2019 las actuaciones pertinentes. En este sentido, tiene los deberes hechos. La Liga ya lo ha revisado y dado su visto bueno. Lo mismo sucede con la U televisiva y la publicidad monocromática, imprescindible en Primera y Segunda. Se dispone de ella hace varias temporadas y además a lo largo de los últimos dos años se han ido reparando o sustituyendo los soportes de los vinilos, con lo que está en perfectas condiciones y ha superado la auditoría de la patronal. Por ahí, tampoco parece que vaya a tener problemas para ponerse al día.