Una triste despedida

«Llegué con ilusión y ganas de disfrutar de un equipo histórico en su vuelta al fútbol profesional. Ha sido una temporada muy dura, pero empieza un nuevo ciclo para este gran club y esta gran afición, que a pesar de los duros golpes recibidos nos ha apoyado siempre y ha demostrado que nunca falla a su equipo. Personalmente he vivido momentos malos y buenos, pero me quedo con la satisfacción de haber dejado todo de mí para defender la camiseta del Racing. Os deseo la mayor de las suertes, la que merecéis. Aquí se despide un racinguista más».

Para el delantero talaverano, «se acaba una temporada difícil, rara y en la que no se ha conseguido el objetivo...». No obvia que su rendimiento no ha sido el esperado ni acorde a su trayectoria: «Sin duda, la más dura de mi carrera. Eso no quita para dar las gracias a Santander, al Racing, a todos mis compañeros y a su afición, por conoceros y poder decir bien alto que os merecéis volver muy pronto a Primera División. Me siento muy orgulloso por haberos defendido, más o menos acertado, hasta el último minuto».

Aquí estoy. Ha llegado el momento de despedirme. Por desgracia no he podido ayudar al equipo. Es difícil explicarme y encontrar las palabras adecuadas para describir lo que siento. Llegué aquí con mucha esperanza y sueños, pero lamentablemente las personas no han podido apreciarlo ni verlo. Ellos tenían sus propias metas y sus opiniones. Parece que esto no ha funcionado y perdimos. Esto fue un reto y una gran experiencia para mí. Quiero dar las gracias a mis compañeros. Ellos son los mejores y merecen todo lo mejor. También quiero dar las gracias a la afición. Estoy seguro de que juntos podremos superar esta etapa y volveréis aún más fuertes. Mucha suerte», dice el georgiano.

«No es la despedida que me hubiera gustado, pues me voy con la espina clavada de no haber podido cumplir el objetivo de la permanencia en Segunda División. Han sido dos años intensos en los que hemos podido vivir la cara más bonita y difícil del fútbol. Siempre estaré agradecido al Racing, a Cantabria y a su gente, por el cariño recibido desde mi llegada. Especialmente a todo el personal del club, utilleros, médicos, fisios, cuerpos técnicos y compañeros con los que he compartido el día a día en esta bonita etapa. Aquel gol en Son Malferit marcó un antes y un después en mi carrera. Este club y esta tierra siempre serán especiales para mí. Deseo y espero de corazón que el Racing vuelva pronto donde merece estar, que es en Primera».