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«El Presidente de Honor del Real Racing Club, Juan Antonio Sañudo, pone fin a su etapa en la entidad verdiblanca tras expresar su deseo de concluir su vida laboral –próximamente cumplirá 65 años–, al alcanzar la edad reglamentaria de jubilación». Estas son ... las primeras palabras del comunicado que este viernes el club difundía al filo de las 14.30 horas. Para entonces, la marcha voluntaria del carismático racinguista ya era pública porque horas antes su abogado personal, Juan Manuel Gutiérrez, había hecho lo propio a través del mismo procedimiento. Con unas líneas redactadas por su representante, 'Tuto', como siempre se le conoció y se le conocerá a quien vistió la camiseta del Racing en 344 ocasiones, además de ocupar la presidencia de la entidad entre enero de 2014 y junio de 2015 y ser el presidente de honor posteriormente hasta hoy, aseguraba que se trata de «la decisión más difícil» de su vida. El de Serdio acudió este viernes con su familia a las instalaciones del club para despedirse personalmente de sus compañeros y para decir «un adiós definitivo a la entidad verdiblanca».
Apenas le quedan unos meses para cumplir los 65 años, edad con la que legalmente puede solicitar la jubilación. Para el club no fue una sorpresa la decisión de Tuto, ya que en los últimos meses ambas partes habían analizado la situación y conocían de primera mano el parecer de cada uno y las intenciones del que es y será uno de los iconos del racinguismo.
«Todo lo que soy y seré se lo debo a los aficionados, a una afición que sé que ha estado y está incondicionalmente conmigo», declaraba a través del comunicado de su abogado, que transmitió a este periódico el agradecimiento del propio Tuto Sañudo por el trato y pidió respeto a la decisión de éste de permanecer en silencio unos días. El que fuera presidente de honor de la institución hasta su renuncia de ayer, añadía que «siempre fue mi obsesión devolver el enorme afecto y respeto que la afición me ha transmitido como mejor sé hacerlo, con esfuerzo, trabajo y pundonor».
Será difícil olvidar el generoso trabajo que siempre aportó al club en cada una de las facetas y desempeños que en su dilatada carrera ocupó vestido de verdiblanco. Su coraje y garra le caracterizó tanto que incluso parte de esa forma de ser quedó implícita en el legado que deja. Su defensa por la cantera, su tremendo cariño con la afición son dos de los puntos sobre los que insistió a su abogado para que no se pasarán por alto en su despedida. Su carácter indomable en el campo se suavizaba fuera del mismo; en cualquiera de las dos versiones logró hacerse respetar y convertirse en uno de los referentes más importantes de un club más que centenario.
«Es una figura clave en la historia del Racing», explicó el actual presidente, Alfredo Pérez. «Cuenta con el respeto y admiración de todas las personas que formamos este club», añadió el máximo mandatario actual, con quien ha compartido la estancia de este último en El Sardinero desde su llegada. «En cada partido ponía pasión y alma, no daba una acción por perdida y hacía frente con carácter a cualquier rival por poderoso que fuera», explicó Pérez, quien tuvo como tantos la oportunidad de verle en acción en aquella década de los ochenta y parte de los setenta y una temporada en los noventa como futbolista. «Le tocó cubrir a leyendas del fútbol, como el recientemente fallecido Diego Armando Maradona», indicó. El propio Tuto declaraba con motivo de la desaparición del astro argentino que fue para él «algo inexplicable y un auténtico placer».
Las palabras de Pérez coinciden con la imagen de todo aficionado que siempre lo recordará sobre el campo, con sus valores y virtudes y su generosa voluntad. Esa faceta no es para nadie novedosa. Sin embargo, el ahora presidente puede ampliar la visión de Tuto, ya que con su llegada al club como máximo propietario pasó a compartir también buena parte de la vida. «Es un gran conversador al que le encanta contar vivencias y transmitir racinguismo».
El máximo mandatario recordó que «el Racing siempre va a ser su casa» y que en cuanto la pandemia y las medidas de seguridad sanitaria lo permitan «el club quiere organizarle una despedida como se merece para que la afición le reconozca todo lo que ha hecho dentro y fuera del campo por el club».
Para Pérez, al margen de todo lo que representó y representa para el racinguismo la figura de Tuto Sañudo, quiso destacar la presidencia entre los meses de enero de 2014 y junio de 2015 «en un momento crítico para la entidad». El despacho y la corbata no fueron ni serán el habitat y la indumentaria en donde y con la que el de Serdio se encuentra más cómodo, pero ante la necesidad que el club tenía de su persona –un nexo que aglutinara todas las virtudes del racinguismo– no lo dudó y aceptó el reto. Su transitoria presidencia permitió darle carpetazo a una de las etapas más grises de la entidad y derrocar a unos dirigentes que a poco se quedaron de destruir al club.
«Es el momento de acogerme a la jubilación, dar un paso a un lado y desear los mayores éxitos al club de mi tierra», continuaba en el comunicado de despedida el propio Tuto Sañudo, quien señaló algunas de las características que le permitieron debutar en Primera División con el equipo de la tierra:«Perseverancia, constancia y creer en uno mismo», como parte del mandato y consejo que le deja a las jóvenes generaciones. Anuncia que para él se acaba una etapa «apasionante» y que desde ahora ocupará su sitio de «socio para seguir animando». Seguramente pensó como acabar su despedida de mil maneras, pero en casi todas siempre acababa del mismo modo. «Hasta siempre. Aúpa Racing». Y así lo acabó.
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