El Racing, obligado a remontar

Un derecho -o un marrón, bendito marrón- adquirido tras lograr el ascenso el pasado domingo en Son Malferit. Han pasado siete días y el racinguismo aún no lo ha asimilado. Emociones fuertes. Y por el otro lado, en la esquina contraria, llegado en paralelo al conjunto cántabro, el campeón del grupo I y que ha dejado en la cuneta a todo un Recreativo. Y luego dicen que los grupos del norte son los más debiluchos. Ahí queda esa.

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Iván Ania, como prácticamente toda la parroquia verdiblanca, anda tratando de digerir todo lo sucedido, que no es poco. Y, como los demás, piensa más en el futuro que en el presente. La pretemporada, la plantilla... Un nuevo reto. Pero esta tarde hay que jugar, no queda otra. Y el miércoles también. Y aunque el Racing no tirará la Copa, tampoco va a poner toda la carne en el asador. No merece la pena. Esta es una buena oportunidad para dar minutos a los que menos han jugado o ver la progresión de algún chaval. Opciones para los Dani Segovia, Zárraga, Puras, Íñigo, Siverio, Rafa de Vicente, Redru, Gándara o Quique Rivero. Porque el míster asturiano ya ha avisado. Con los tocados, «cero riesgo». No merece la pena. Así que Ritchie Kitoko y Sergio Ruiz, con problemas físicos durante la semana, a la grada. Junto al sancionado Álvaro Cejudo, que se perderá el choque de hoy tras la roja directa que vio frente al Atlético Baleares. De momento, el entrenador verdiblanco se ha llevado a los 21 futbolistas que tiene disponibles y tendrá que realizar tres descartes antes del encuentro. Con eso, intentará repartir entre protagonismo de cortesía y tratar de hacer el equipo más competitivo posible por aquello de tocarle el trasero a una copa.

Enfrente, parecido. El equipo dirigido por Merece, salvo sorpresa, se tomará el duelo como lo que es, un trámite que quizá la Federación Española podría evitar a través de otra fórmula de menos incordio. A la vista está que ambos clubes se han puesto de acuerdo para, no sólo modificar el orden de los partidos de la eliminatoria, sino también para adelantar el desenlace al próximo miércoles, no tener que esperar al fin de semana y poder darle a sus futbolistas unos días más de descanso. Porque tanto verdiblancos como azulones se lo han ganado sobre el terreno de juego.

En una tarde en la que la grada también estará de asueto. Por la escasa trascendencia del compromiso y porque no ha gustado más ala decisión de la directiva de cobrar cinco euros a los abonados por asistir a esta especie de pachanga. Así que la fiesta que tenía prevista el Consejo de Administración para celebrar el ascenso a Segunda División tiene pinta de que se quedará como algo menos que un guateque, porque muchos aficionados decidirán ocupar la sesión vespertina en otros menesteres.

Si Ania, dentro del relajo, intentó ser políticamente correcto, Mere ha sido mucho más natural. El entrenador del Fuenlabrada, en la rueda de prensa previa, ha lo de «ambiente distendido» en su plantilla. «Estamos trabajando desde el jueves, pero lo principal que nos tenían que dar los jugadores ya nos lo han dado. Igual soy mal entrenador por decir esto, pero el objetivo principal de la temporada está más que alcanzado. Tenemos que disfrutar el escenario. Ir a El Sardinero y hacerlo con el ascenso en el bolsillo es uno de los premios que obtenemos por tan buena trayectoria. Intentaremos competir lo mejor posible. Que no se lesione nadie», añadió. Y además, reconoció que hará rotaciones: «Hay gente que ha trabajado en la sombra y que merece, mínimo, el premio de pisar un campo como ese».

El último precedente racinguista en estas lides es la misma que el Racing de Paco Fernández jugó en la temporada 2013-14, tras proclamarse campeón del grupo I de Segunda División B y lograr el ascenso tras superar al Llagostera. En aquella ocasión, el enfrentamiento por el título de la categoría fue frente al Albacete. El Racing, muy mermado físicamente a esas alturas de la temporada, no pudo llevarse el trofeo a los Campos de Sport.

En el partido de ida, en Santander, cántabros y manchegos empataron a un gol. Ayina adelantó a los verdiblancos en el minuto 5 y Moutinho igualó la contienda en el 44. El Albacete llegaba a la vuelta con cierta ventaja por el valor doble de los goles a domicilio. Y en un partido en el Carlos Belmonte, bastante movidito pese a lo poco trascendente de la cita, los locales se llevaron la copa a última hora. El Racing llegó a ganar 0-2 gracias a los tantos del francés Ayina. Los manchegos recortaron distancias en el 64 por medio de Calle. Y la tarde cambió por completo cuando en el 72 Juanpe fue expulsado por doble amonestación. Y nueve minutos después, también se marchó al vestuario Koné por una roja directa. Así, con goles en el 84 y el 89, el Albacete le dio la vuelta a la eliminatoria y se proclamó campeón. Tampoco fue ningún disgusto para un racinguismo eufórico tras liberar a su equipo de los okupas y conseguir el ascenso a Segunda División.

El de esta tarde en los Campos de Sport será el último partido de la temporada en Santander. El desenlace de esta eliminatoria se producirá el próximo miércoles en el estadio Fernando Torres de Fuenlabrada. Y sobre todo, ojalá, sea éste el último encuentro que el estadio verdiblanco vea de su equipo en el pozo. Todo lo sucedido en estos últimos cuatro años es una lección para aprender y no volver a repetir. El sitio del Racing está más arriba, entre los mejores, y de ahí, ni debería haber salido nunca ni debería volver jamás.