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La importancia de la cantera para un club como el Racing se mide en el rendimiento que los futbolistas surgidos de las secciones inferiores cuando llegan -si les dejan- al primer equipo. Pero los chavales suponen también, en algunas ocasiones, inversiones muy rentables. Poco ... dinero gastado y un retorno económico importante. La salida de Sergio Ruiz -que no puede ser considerado canterano del Racing, pero sí que llegó al filial verdiblanco tras el 'pago' de un partido amistoso con el Atlético Albericia- al Charlotte a cambio de 750.000 euros da buena fe de ello. El astillerense se une así a otros futbolistas que dejaron importantes ingresos en las arcas de los Campos de Sport, y a la mayoría de ellos también les empezó a salir la barba vistiendo de verdiblanco.
La situación de Sergio Ruiz es similar a la de alguno de sus antecesores. El Racing fracasa en sus objetivos y las trayectorias ascendentes de los futbolistas contrastan con la caída deportiva del club. En 2015, en Albacete, David Concha lloraba porque el descenso a, además de doloroso, suponía su salida del Racing. El de Soto de la Marina fue traspasado a la Real Sociedad por un millón de euros.
Una temporada más estuvieron en el Racing los hermanos San Emeterio. Sin embargo, la no consecución del ascenso aceleró su marcha de Santander. Ambos fueron traspasados al Sevilla -para su equipo filial, que militaba en Segunda División-, por 800.000 euros.
Como Sergio Ruiz, Mamadou Koné llegó al Racing para jugar en el filial. Y el costamarfileño, tras su rendimiento clave sobre el terreno de juego y una cesión al Oviedo, con el equipo cántabro en Segunda B, fue vendido al Leganés por un millón de euros.
Y eso ha sido con el club cántabro ya de capa caída, porque cuando el Racing era parte de la élite y la burbuja del fútbol aún no había explotado, las ventas verdiblancas eran todavía más jugosas. Así, las arcas de los Campos de Sport vieron caer 3,5 millones de euros por Jairo Samperio; un millón por Álvaro González; cinco millones por Sergio Canales o seis por Iván Marcano. Todos ellos criados en las Instalaciones Nando Yosu y jugadores del más alto nivel. El problema fue el uso que se dio por los gestores a esas cantidades percibidas. De aquellos polvos estos lodos.
Uno se puede seguir remontando tiempo atrás para ver otras ventas importantes de jugadores de la casa, como el caso de Pedro Munitis, que fichó por el Real Madrid por unos 2.300 millones de las antiguas pesetas. La Albericia sí puede ser una inversión favorable. Lo mismo que la venta de Gonzalo Colsa, por 5,5 millones, al Atlético.
Además de lo de la casa, siempre existe la posibilidad de realizar apuestas con futbolista que se revalorizan y acaban traspasados por cantidades relevantes. Es lo que ha hecho esta misma temporada el Racing con un Karim Yoda que no tenía equipo y fue traspasado en enero a un club árabe por un millón de euros. Y así, el club cántabro lo hizo tiempo atrás con Nikola Zigic, Ezequiel Garay, Olof Mellberg, Mario Regueiro o Yossi Benayoun, entre otros.
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