Los veteranos marcan el camino

Los últimos ascensos del Racing a la máxima categoría fueron los de 1973, 1975, 1981, 1984, 1993 y 2002. Nueve protagonistas de aquellas épocas, todos ellos seguidores habituales del equipo, coinciden en afirmar que disputar el play off no es ya una tarea impensable. Al contrario, todos ellos ven al equipo entre el grupo de favoritos para estar en esos puestos de privilegio. Eso sí: en un grupo de alrededor de una decena, con lo que hablan en líneas generales de un objetivo asumible pero difícil. Aun así, todo un salto de calidad. Conforme a su experiencia, el ascenso a Primera es un escenario posible. Existe del mismo modo otro consenso: entrar en ese play off -y mucho más el ascenso- no se debe ver en absoluto como una nueva obligación o propósito ineludible. Es sencillamente, una opción real y factible.

El tercer punto en común la lo marcó el propio José Alberto López cuando el viernes anuncio. «Si me clasifico para el play off, quiero ascender. ¿De qué me sirve jugarlo si después me quedo en la categoría?». De otro modo lo explican los veteranos verdiblancos: Una vez en una fase eliminatoria de la competición los equipos se igualan, por mucho que haya unos favoritos a priori. De modo que sí: si el Racing se hace con una de esas cuatro plazas se puede pensar en un ascenso inmediato, aunque de nuevo con un mismo matiz muy importante de cara a las sensaciones. Ocurra lo que ocurra, la temporada ya habrá sido buena.

El partido de A Malata dejó el sábado sensaciones contrapuestas. El Racing cayó tras su empate a la décima posición, está ahora a dos puntos del play off y se desconectó durante una fase de juego. Pero a cambio, rescató un punto con diez y puntuó ante un rival directo... y a domicilio, en el que aspira que sea un primer paso a esa mayor solidez que necesita lejos de los Campos de Sport. Con un calendario de marzo muy exigente, los veteranos coinciden con el entrenador: es necesaria más regularidad y el difícil ejercicio de mantener la intensidad hasta mayo.

Por el momento, el calendario es exigente, en especial, los tres próximos desplazamientos (Gijón, Oviedo y Burgos), que miden además a los verdiblancos con rivales directos. Pero ya han completado los dos partidos, además de contra el Racing de Ferrol, ante los cuatro primeros clasificados.

Lo compensado de la plantilla tras los retoques del mercado de invierno, el plus que ha ofrecido el entrenador, la capacidad goleadora, la presencia de futbolistas creativos y diferenciales en la línea de ataque y el buen momento social, que se traduce en un ambiente muy favorable en los Campos de Sport, son los argumentos en los que se basa el moderado optimismo que quienes ya vivieron la misma situación sienten en torno al momento actual del Racing.

El equipo cuenta con el máximo asistente (Íñigo Vicente, con once) y el segundo máximo goleador (Peque, con catorce). Ambos sumaron en A Malata uno más en su cuenta particular pese a los difíciles momentos que vivieron los verdiblancos en algunas fases del partido. Además, la igualdad que impera en Segunda y los antecedentes de otros equipos que en circunstancias similares tuvieron éxito invitan a un análisis positivo.

Sin embargo, y del mismo modo en que coinciden en que pensar en grandes metas no es ya hinchar el globo, sino la consecuencia de un análisis objetivo, advierten de los problemas que aún manifiesta el equipo, y que le pueden mantener de una meta ilusionantes. Todos ellos corregibles y todos ellos verbalizados por el propio entrenador del Racing, que ha pasado del partido a partido -de hecho en Galicia repartió minutos pensando en llegar en estado óptimo a mayo- al «tenemos que seguir mejorando» para dar ese salto de calidad al que él mismo aspira.

Entre estas dificultades o aspectos todavía por pulir en estas trece jornadas está la irregularidad del equipo, capaz de enlazar series de victorias y derrotas consecutivas. Y, sobre todo, los muchos goles que encaja, en especial a domicilio. Un factor evidente y que preocupa especialmente a José Alberto, que no ha dudado en reconocerlos. «Hemos vuelto a encajar dos goles y así es muy difícil, casi imposible, ganar», decía el sábado.

Por último varios de ellos señalan el factor diferencial que constituyen los Campos de Sport. Como una virtud pero también poniendo de manifiesto un problema: la escasa solidez del equipo a domicilio. Un factor necesario para enlazar esas «tres victorias» de las que habla Juan Carlos García como favor que permita dar el último salto de calidad.

Por último, un mensaje unánime: la temporada ya es buena y esos seis primeros puestos constituirían un premio y una oportunidad, pero sin llevar a frustraciones. No se debe ver en ningún momento el play off, y mucho menos el ascenso, como una obligación para una plantilla diseñada para uina meta más modesta. Pero ante la pregunta que se hace el racinguismo la respuesta de los que vinieron antes es unánime: «Sí, es posible». Y ya esta misma temporada. Si no, habrá tiempo en las siguientes. El equipo está creciendo. Eso es un hecho.

Pedro Alba es un hombre récord en el Racing. Participó hasta en cuatro ascensos. En dos de ellos como portero titular y en otros tantos como suplente. Además, formó parte del cuerpo técnico de 2001, con Quique Setién al frente, de modo que su criterio es fiable.Su diagnóstico, prácticamente el mismo que se lanza desde dentro del club: el play off –y con ello, por ende, el ascenso– es una posibilidad real, pero hasta ahí. No debe entenderse como una meta que, de no alcanzarse, obligaría a dar la temporada como mala, sino justo al contrario. «Hay que mantener la tranquilidad, y una vez conseguido el objetivo, con mayúsculas, de la permanencia, que es el real de esta temporada, pensar en soñar en algo más. Pero siempre sin que esto acarree ninguna presión. Según mi criterio, tal como veo al equipo, pudiéramos soñar más alto». Por eso mismo siempre recalca que, de no entrar entre los seis primeros, la temporada habrá sido de todos modos excelente», insiste el exguardameta verdiblanco.

Fede Castaños, después segundo entrenador y miembro de la secretaría técnica del Racing durante varias temporadas, fue protagonista como jugador del ascenso de 1984. «Posibilidades hay», comienza». Y ofrece además otra clave: «Ese tipo de equipos que están peleando hasta última hora por entrar generalmente son los que más éxito tienen, porque están a una gran intensidad hasta el último momento. Tenemos los ejemplos del Valladolid, el Mallorca, el Girona, el Elche... Llegan a las eliminatorias con tensión, sin relajación, y eso les permite ser muy competitivos». Vive esta temporada con el ánimo dividido, porque uno de los equipos con los que se la jugarán los verdiblancos es precisamente el Burgos. El equipo de su ciudad, en el que jugó y al que entrenó. «Ojalá lleguen los dos, o al menos que peleen por el ascenso y que en un par de años podamos verles a ambos arriba», desea. Todo es posible, porque «hoy en día la competición está muy igualada; no hay una gran diferencia. El que llegue al final con punto un poco más alto se va a llevar el éxito».

Otro especialista en ascenso, hasta el extremo de que formó parte durante mucho tiempo de la plantilla del que en aquel momento se denominó 'Racing ascensor' es Juan Carlos García. En su caso, llegó a la máxima categoría como verdiblanco en dos ocasiones: 1981 y 1984

Su diagnóstico es positivo. No da nada por seguro, pero como sus excompañeros ve hechuras de formación de play off. En su opinión, ese salto de calidad que falta –la frontera está ahora mismo a dos puntos– radica más en las dinámicas que coja el equipo, condicionadas por los resultados.

«Al final, solo depende de coger una racha positiva de dos o tres partidos ganados seguidos». Un registro difícil pero que los verdiblancos ya han conseguido esta temporada. De hecho, han llegado a encadenar seis jornadas invictos. Destaca que una vez superados los dos tercios de competición «el equipo, que ya está rozando estar en ese grupo entre los que tienen muchas opciones». En definitiva, considera que existen opciones reales de disputar la fase de ascenso: «Puede estar ahí».

El recordado ascenso de 1993, quizá el más afectivo para el racinguismo, tuvo entre sus protagonistas al después capitán y entonces recién llegado Jesús Merino. En la línea de los que ha manifestado en otras ocasiones ve, desde la prudencia, un equipo en crecimiento. Y apunta además a la igualdad de la categoría como un factor que juega a su favor, al no estar llamado a principio de temporada a una meta tan ambiciosa.

«El Racing tiene todas las opciones para entrar en el play off, pero todo se va a decidir en las tres últimas jornadas, así que lo importante es llegar vivos ahí, porque se decidirá por detalles», explica el tudelano. Pero mira más allá. Coincide con José Alberto López en que «lo más importante no solo es entrar, sino llegar bien y explotar al máximo las posibilidades, muchas o pocas, que se tengan».

Por último, advierte del peligro de que la ilusión generada estas semanas se convierta en frustración si el equipo no entra entre los seis primeros: «Si no se consigue hay que ser consecuentes y dar la temporada como muy satisfactoria».

Manolo Cantudo fue otro de los defensas que vivió el ascenso de 1993 ante elEspanyol. Se trata de entrenador en ejercicio que ve un equipo capacitado para su nueva ambición, pero le pone matices. Ve imprescindible crecer en algunas facetas para estar entre los mejores. En eso coincide con JAL. «Hay que ser optimistas siempre, pero todo, y en este caso con la fase de ascenso, pero todo pasa por la mejora en defensa o, mejor dicho, en el sistema defensivo. No nos pueden hacer tantas ocasiones, sobre todo fuera de casa». Lo recalca habitualmente el propio entrenador verdiblanco; la última vez este mismo sábado. Y como el míster, Cantudo incide en el funcionamiento de todo el entramado defensivo, sin focalizar exclusivamente en la línea de cuatro con la que un Racing, por otra parte muy ofensivo. De hecho, es en estos momento, junto a Albacete y Cartagena, dos equipos que luchan por la permanencia, el más goleado de Segunda División, lo que le ha alejado ligeramente de los primeros puestos de la clasificación.

Optimista es, pero con matices, Benito Ballent. Iba a ser el delantero titular de aquella histórica temporada 92-93 hasta que una lesión le dejó KO. Su reflexión es esperanzadora, pero prudente. «Lo que le falta al Racing es regularidad. Puede ganar a cualquiera cuando está enchufado, pero desconecta en algunos partidos y en bastantes fases de otros y pasar a ser un equipo vulnerable. Si corrige esa falta de intensidad en algunos partidos y fases se puede meter entre los mejores», explica. A su juicio, el equipo «está muy buen compensado, juega bien, es dinámico y su fútbol transmite ilusión, pero insisto en que en algunas fases de los partidos parece que juega a otra cosa. Va a rachas. Es capaz de ganar tres partidos seguidos y después perder otros tres ante rivales que no debería». «Un ejemplo es el partido de este sábado ante el Racing de Ferrol. El equipo comienza fenomenal, se coloca con 1-0 y a partir de ese momento se desenchufa; desaparece en una parte del partido», recalca. De hecho, «si no está entre los cuatro primeros, es por esa irregularidad».

Ya hace unas semanas uno de los entonces jóvenes canteranos que ascendieron en 1993 veía un equipo«en crecimiento» y adelantaba que en caso de seguir en la misma dinámica podía aspirar a nuevos objetivos, ya fuera esta misma temporada o a medio plazo. Sin poner límites temporales, si avanzaba que «podemos pensar en volver a ver al Racing en Primera División», aunque en principio debiera plantearse como un objetivo a medio plazo y sin marcarse metas irrealizables. A su juicio, uno de los factores diferenciales es que hay multitud de equipos con opciones, y que el Racing es uno de ellos. «La Segunda División es muy complicada y puede pasar cualquier cosa». Ya centrado en el caso verdiblanco, no elude la pregunta: «Sí, creo que podemos tener opciones de estar entre esos seis primeros», en referencia a esas plazas entre la tercera y la sexta que dan acceso a la 'repesca' por jugar en la máxima categoría. Mucho más de lo que en agosto, incluido en el seno interno del club, se esperaba.

Fernando Morán fue uno de los protagonistas del último ascenso a Primera: el de 2002. El madrileño, muy identificado en su larga etapa como verdiblanco, es claro: «Creo que sí, que puede entrar». «Los resultados –explica– son buenos y el Racing es un equipo que pelea, lucha y está haciendo goles. Con el empate ante el Racing de Ferrol podemos pensar que está comenzando a ser más sólido que al principio a domicilio, y si en los Campos de Sport sigue con esa actitud atacante se puede clasificar perfectamente». «La Segunda División –explica– es muy volátil. En un momento dado el Espanyol puede empatar conHuesca y perfectamente engancharse». De clasificarse, y en este sentido hay consenso, tampoco se puede descartar nada: «El play off es una lotería, pero con la dinámica positiva que tiene el Racing, si llega a entrar, tendrá posibilidades. También depende del cruce, porque hay clubes muy potentes que pueden quedarse fuera del ascenso directo, pero a dos partidos cualquiera puede pasar».

Aunque no llegó a jugar en partido oficial durante aquel curso, sí estaba en la disciplina verdiblanca, a caballo entre el filial y el primer equipo, Pablo Casar. El de Cabezón de la Sal sigue al equipo como y como exfutbolista que defendió sis colores en Primera División, además de vivir desde elRayo aquel último ascenso de 2001. Ve a los de José Alberto «con posibilidades, más que nada por su competitividad y por la calidad que hay arriba, con jugadores desequilibrantes, pero además hay muy buen bloque y otro factor que hay que tener en cuenta: el apoyo de la afición, que se ve cada dos semanas en los Campos de Sport».En los que coincide absolutamente con los demás históricos en la segunda variable de la ecuación: las posibilidades del Racing en caso de acceder a esa doble eliminatoria a doble partido por una plaza en Primera. «Si nos metemos en el play off sí que veo posibilidades, porque el equipo tiene calidad, está demostrando capacidad para hacer gol, muy importante en esas eliminatorias, y está muy bien entrenado».