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Manuel Higuera Sancho (Santander, 16 de marzo de 1964) es un tipo feliz. En su segunda etapa como presidente del Racing vive la otra cara de la moneda: un estado de efervescencia deportiva y social que tiene al equipo líder tras una década y ... media de decadencia. Cuando hace menos de año y medio involucró a su amigo Sebastián Ceria en la compra del Racing pensaba ya en grande, pero no imaginaba tanto.
-Hace poco Sebastián Ceria preguntaba a los periodistas: ¿Estáis contentos con el Racing? Se la devolvemos. ¿Y ustedes?
-Mucho, la verdad. A veces nos preguntamos: ¿Realmente está pasando? Evidentemente, esto es el principio, pero los principios son muy importantes; el Racing y el racinguismo están en un momento dulce y hay que aprovecharlo.
-¿Esperaban que todo fuera tan rodado o, al menos, tan rápido?
-No, pero ya el año pasado se empezó a ver lo que probablemente sea más difícil en un club de fútbol, que es la inclusión social; conseguir que todo el mundo se alinee y vayamos en la misma dirección. El año pasado fuimos muy felices y este estamos viviendo, digamos, 'boom'. Deportivamente las cosas van bien, socialmente nos sentimos abrumados y el club está funcionando cada vez mejor.
-Aunque suene a contrasentido, ¿sienten que les atropellan la actualidad y los acontecimientos? ¿O la exigencia?
-No; lo que sí genera es un plus de responsabilidad. Ver a la gente agradeciéndote permanentemente lo que está pasando; verla tan feliz, hace que el nivel de responsabilidad se eleve. Hay momentos en los que te sientes abrumado porque no podemos fallar a la gente. Y no la vamos a fallar.
-Alguien que ha vivido tan de cerca el Racing, ¿cómo transita una situación como esta?
-Yo llevo desde los cinco años alrededor del Racing. Ya venía con mi padre, hace al menos 40 años que lo estoy viviendo desde dentro y personalmente nunca había visto una situación como esta: la cercanía, el orgullo de ser racinguista... Puede ser que haya pasado, porque se jugó hasta la UEFA, pero siento que la gente venía a los partidos, sí, y era racinguista y quería que su equipo ganara, pero lo que estoy viviendo ahora, e intentando ser lo más objetivo posible, personalmente no lo he visto nunca. Estos momentos hay que aprovecharlos, sobre todo por lo que hemos pasado. Somos conscientes de que lo malo está ahí, a muy pocos metros; hace muy pocos años y hay que consolidar este momento para que nunca se repita aquella historia. Sebas y yo tenemos clarísimo que el objetivo máximo es que la gente sea feliz con el Racing y lo vamos a llevar hasta las últimas consecuencias. Vamos a ver si tenemos la suerte deportivamente y todo será más fácil.
-¿Fue aquel paso por Segunda B una catarsis para cimentar el Racing actual?
-Hay una cuestión para reflexionar: el momento de mayor éxito deportivo del Racing fue inmediatamente anterior al mayor declive. Pero ahora mismo yo lo de atrás lo obvio y lo único que quiero es mirar al presente, disfrutarlo e intentar por todos los medios que la gente, insisto, sea feliz. Yo creo que hay una cosa básica. Generalmente, el ámbito deportivo depende de hacer las cosas bien, aunque a veces incluso haciéndolas bien no tengas éxito. Pero el resto es, desde mi punto de vista, casi más difícil. Hablo de que la gente se sienta orgullosa del club no solo por lo que ocurra el domingo, sino por el día a día, por sentirse partícipe. Nosotros lo dijimos desde el primer día: no somos los dueños del club: somos los máximos accionistas y tenemos la responsabilidad de gestionar, pero el club es de todos, da igual que tengan diez euros, cinco o 5.000 en acciones. El Racing no va a ser nunca de alguien o por lo menos yo no lo voy a ver. En esta última fase se ha producido además un cambio generacional que creo que está también provocado por nuestra forma de comunicar. Desde julio del año pasado el club empezó a comunicar de una forma distinta y ha llegado a una generación que antes estaba fuera.
-En lo deportivo y lo social vivimos el mejor momento en al menos tres lustros. ¿Y en lo económico?
-Económicamente el Racing está mejorando mucho y estamos cada vez más cerca de conseguir el objetivo final: que sea autosostenible. Lo importante, lo que de verdad te lleva a poder invertir en el ámbito deportivo y en infraestructuras, es generar ingresos. En la temporada inmediatamente anterior a nuestra llegada se había hecho en torno a diez millones de ingresos ordinarios, el año pasado estuvimos por encima de los 14, sin contar los extraordinarios. y este año nos vamos a ir por encima de los 16. Eso nos lleva cada vez más cerca de que el club sea sostenible. Y que lo sea con una plantilla, además, que pueda aspirar a conseguir el máximo éxito posible. No tengáis ninguna duda de que el club se va a sanear, y así es como podremos ser más fuertes en lo deportivo. Sebas ya lo dijo el primer día y yo lo he repetido muchas veces: el objetivo no es el mercantilismo; no vamos a generar dividendos. Lo que queremos es invertir para que el Racing sea cada vez sea más fuerte.
-Se los encontraron ya en el club, aunque casi recién llegados, y los han hecho suyos: José Alberto López y Mikel Martija son dos pilares de su proyecto.
-Antes de llegar yo estuve un año informándome y sabía que eran las personas adecuadas. Su continuidad era una decisión tomada antes de cerrar la operación de compraventa. Creo que están tan ilusionados como nosotros, pero no solo porque el Racing vaya bien; es que se sienten parte del club, que es mucho más que el primer equipo. Ven cómo funcionan las secciones inferiores, la comunicación entre todos los empleados, la cercanía con la dirección... No es fácil encontrar a las personas tan normales, tan capacitadas y cualificadas como José Alberto y Mikel y se está creado un cóctel que creo que va a durar muchos años. Porque yo lo tengo claro: todos los modelos de éxito del fútbol se han basado en el largo plazo. No digo que no se pueda subir un año o bajar otro, pero los modelos de éxito consolidado son a largo plazo y eso es lo que queremos. Lo habéis visto con la continuidad de José Alberto y de Mikel y lo vamos a seguir haciendo.
-Ahora el presidente puede dedicarse a eso, a diferencia de aquel periodo entre 2015 y 2018 que tuvo que ser el tipo para todo.
-Es que son momentos tan diferentes... Lo que de verdad ha marcado que yo pueda hacer lo que creo que debe ser mi labor es tener recursos. Esa es la diferencia. Cuando llegué en 2015 no es que tuviera capacidad de intervenir en lo deportivo, es que no me quedaba más remedio. No había un duro. A ver si consigo trasladar esto: Pedro Munitis, Gonzalo Colsa y yo teníamos que poner dinero todos los meses para pagar a los jugadores y para los viajes, Hacienda tenía embargadas las cuentas, se debían siete meses a los futbolistas y doce meses a los trabajadores. El primer año los nueve exjugadores que habíamos llegado lo teníamos que hacer todo y la plantilla se configuró conforme a los criterios de esos nueve exfutbolistas. El segundo año los dos liderazgos nos separamos y llegó un entrenador, Ángel Viadero. Entre él, en lo deportivo, y yo, en lo ejecutivo, fuimos tirando como pudimos. Si me preguntas: '¿Es ese es el modelo correcto?', contesto que al revés. Ahora los que tienen esa responsabilidad son José Alberto y Mikel; lo que ocurre es que entre los tres tenemos tan buen feeling que es una gozada.
-¿Si no se sube este año se puede pinchar el globo?
-Todos tenemos la ilusión de subir a Primera, pero no debemos distorsionar el mensaje: lo que es un sueño y casi un milagro es subir ahora. Sería un éxito supremo. Si no subimos, no pasa absolutamente nada. Queremos llegar a ascender, sí, pero no tenemos ni objetivos ni a corto ni a medio. Si seguimos haciendo las cosas bien vamos a terminar consiguiéndolo, sin ninguna duda, y cuantos más recursos tengamos, más cerca estaremos. ¿Si este año tenemos la posibilidad? Sí, claro, sacamos ocho puntos al tercero. Pero si no lo conseguimos no va a ser un fracaso, bajo ningún concepto. La temporada está siendo maravillosa y lo que hay que hacer es seguir avanzando.
-Generaría un escenario completamente distinto...
-Cambiaría la vida del club; de eso, no tengamos ninguna duda. Y claro que es el objetivo, pero ahora mismo lo que queremos es ser capaces de ir dando saltitos, como hemos hecho hasta ahora: ir mejorando la plantilla de un modo racional para tener no solo la mejor plantilla, sino el mejor equipo. Vamos a ver si conseguimos, a pesar de las dificultades que van a surgir, mantenernos ahí arriba y terminar con un ascenso. Sería un sueño, vamos bien y se me caen las lágrimas solo de pensarlo.
-Habla de mejorar la plantilla. ¿Cómo se afronta el mercado de invierno, en especial tras la lesión de Íñigo?
-Evidentemente Mikel Martija está trabajando. Todavía quedan dos meses y pueden pasar muchas cosas, pero vamos a intentar no perder potencial. La lesión de Íñigo para nosotros es muy importante a todos los niveles y vamos a intentar no solo no bajar el nivel, sino, si podemos darle otro saltito, hacerlo. Vamos a ver hasta donde llegamos.
-En diciembre el Racing hace su último pago concursal. ¿Esta salida afecta directamente al techo salarial?
-Una cosa es pagar y otra cosa que judicialmente haya una declaración de conclusión del concurso que esperemos sea relativamente pronto y llegue antes del 30 de junio. Eso provocará es que el sistema de cálculo pase de ser de generación de recursos, que es el que tenemos ahora, al de cuenta de resultados. Con ese segundo, si en la temporada inmediatamente anterior has ganado dinero, se traslada al incremento salarial. Tenemos esperanzas de tener un buen resultado económico y que la salida del concurso nos favorezca, pero siempre para la próxima temporada, no en esta.
-El césped es la cara fea de esta temporada...
-Realmente es un problema. Tengo grabado el primer partido de pretemporada, el 17 de julio. El campo estaba como una alfombra, pero después se detectó un hongo, consideramos que la empresa externa a la que teníamos derivada la responsabilidad no atacó el problema debidamente y se provocó la muerte radical del césped. Eso nos obligó a dar un paso totalmente inadecuado en el tiempo en plena temporada: levantar un campo y poner un tepe nuevo. Sabíamos el riesgo que corríamos de que se pueda levantar, como ocurrió, pero después ya se levantó muy poquito. Todos pensábamos que el proceso era lógico, que cada vez iba a arraigar más, pero lo cierto es que en los dos últimos partidos ha habido un retroceso. Me tiene realmente preocupado; obsesionado. Todas las mañanas voy a verlo y estamos haciendo esfuerzos terribles para tratar de arreglar el problema. No vamos a parar hasta que consigamos arreglarlo.
–El Racing ha vivido mucho tiempo con el marcapasos de la línea de crédito de su empresa matriz, al principio del grupo Pitma y ahora de Sebman Sports International ¿Cuándo será autosuficiente?
–Estamos ya muy cerca. La temporada pasada acabábamos de llegar y hubo que hacer una nueva aportación (los cinco millones de capitalización) que se incrementó para poder hacer la operación de Arana.Este año también ha sido necesario no tanto por el volumen de la temporada como por los picos de tesorería, pero menor del 50% y en el cómputo del año es probable que al final del ejercicio se pueda volver a la posición inicial de esta temporada. Eso querrá decir es que el club ha sido sostenible en sí mismo. Llegar a ese punto permitiría que en las temporadas siguientes, tanto en Segunda División como, por supuesto, si subimos a Primera, podamos amortizar deuda, porque el objetivo final es un club saneado. En ese momento ya solo se podrá crecer.
–Una vez terminado el concurso, ¿la única deuda del Racing será con su propiedad?
–No; queda alguna deuda con la administración. Viene de atrás y cada vez es más pequeña, porque vamos amortizando. Este año vamos a hacer una pago importante y aparte de esa, no existe más.
–¿A cuánto asciende en estos momentos la deuda del Racing? ¿Y con Sebman?
–En estos momentos no tengo los números exactos; pero podemos estar en 25 o 26 millones de euros, y conSebman representará alrededor del 80 u 85 por ciento. Este año, con la salida del concurso, se simplificará todo sustancialmente, porque estará por fin completamente estructurada; la deuda con la administración ya lo está. Yo insisto en que el objetivo es que el Racing sea autosuficiente y que consigamos ir creciendo poco a poco. Será entonces cuando podamos conseguir que la deuda sea cada vez más pequeña. El club es más fuerte financieramente y eso nos acerca más al éxito.
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