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Sin Buñuel, que no tiene repuesto; sin Rulo que es el recambio de Julen, pero que está obligado a jugar en el centro de la zaga ante la baja casi segura de Jordi Figueras... Zubieta ha provocado daños colaterales a una defensa que, precisamente, ... en sus bandas está cogida con pinzas. Tanto en el lateral derecho como en el izquierdo -las dos únicas demarcaciones en las que no se cumplió el deseo de contar con dos jugadores por puesto- el Racing tiene problemas para el domingo. Actualmente no tiene ningún jugador específico disponible para ninguna de las dos alas. Si acaso para la izquierda, la solución es más directa, ya que se le presentan dos posibilidades; o bien coloca a Chus Puras, que ya ha jugado en ese puesto seis partidos con el primer equipo o bien mantiene a Julen, el titular en la zona, y da entrada a Olaortua como central. Los dos escenarios no serían nuevos, ya que siempre que ha habido contratiempos se han solucionado de la misma manera. Sin embargo el próximo domingo, ante el Mirandés, será la primera ocasión en la que se echará de menos a Buñuel, el solitario lateral derecho de la plantilla.
Iñaki Olaortua fue el primer sorprendido cuando el pasado sábado al saltar al césped de Zubieta, para sustituir a Noguera tras la expulsión de Rulo, el colegiado de la contienda, Sánchez Alba, le mostró una tarjeta amarilla. El vasco extendió las manos hacia arriba en señal de incredulidad. En la banda, el asistente le dio el permiso para que pisará el campo y acto seguido el trencilla le amonestó. Los responsables del club en el apartado jurídico se reunirán hoy para determinar cómo enfocan el recurso al Comité de Competición. Ya sobre el mismo terreno de juego, Iván Ania adelantó que era evidente que el árbitro se había excedido y que lo más normal es que se la retirasen.
Tarde o temprano tenía que ocurrir. El defensa navarro, de 20 años -cumple 21 en apenas un par de semanas-, ha jugado 19 jornadas de las 20 que se han disputado además de los cinco partidos de Copa del Rey. Ha rendido a un nivel más que notable, pero la tarjeta amarilla que vio en Zubieta le ha dejado en la cuneta una semana.
El percance le llega después de haberse consumido más de media temporada lo cual ya es un éxito. El Racing no quiso incorporar otro lateral derecho en verano porque contaba con la versatilidad de, por un lado, Miguel Gándara, y por otro, -según repite una y otra vez Chuti Molina- con la aportación de Ritchie Kitoko, que ya jugó en el Ucam Murcia -con Pedro Munitis como entrenador- como defensa por la derecha.
Con la posibilidad de contar con estos dos jugadores en caso de que se produjera una eventualidad, en la planificación de la plantilla se apostó por no destinar una parte del presupuesto a reforzar la zona, pero el fútbol siempre sorprende. En el primer entrenamiento de la pretemporada se lesionó de gravedad el canterano y Kitoko izquierdo ya se ha dañado dos veces y ha sido intervenido quirúrgicamente del tobillo. La buena noticia es que el rendimiento de Buñuel ha sido muy alto y se ha bastado él solo para ocupar la demarcación.
Así las cosas, ante el Mirandés, el rival más directo que el Racing tiene ahora mismo, Iván Ania deberá solucionar un problema que hasta ahora no se le había planteado en la banda derecha. Con Gándara, en la última fase de recuperación de su grave lesión de rodilla, no podrá contar y durante esta semana deberá elegir si la opción de Kitoko es la que más le interesa ahora que el congoleño ha reaparecido -y por la puerta grande- en el centro del campo. No le quedan muchas más opciones, a no ser que retrase a Nico Hidalgo, pero es evidente que el andaluz no se caracteriza por sus argumentos defensivos.
Esta coyuntura que deberá superar el Racing con 18 jornadas aún por delante enseña las costuras -pocas, porque realmente no tiene muchas- de la plantilla. A Molina le quedan dos semanas y media para acertar con los refuerzos; el delantero es la prioridad, pero el mandatario tiene decidido fichar a un lateral izquierdo y a un central polivalente que pudiera cubrir anomalías como esta. Quizás Zubieta le haya acelerado el pulso y la responsabilidad de no fallar en las incorporaciones.
Iñaki Olaortua fue el primer sorprendido cuando el pasado sábado al saltar al césped de Zubieta, para sustituir a Noguera tras la expulsión de Rulo, el colegiado de la contienda, Sánchez Alba, le mostró una tarjeta amarilla. El vasco extendió las manos hacia arriba en señal de incredulidad. En la banda, el asistente le dio el permiso para que pisará el campo y acto seguido el trencilla le amonestó. Los responsables del club en el apartado jurídico se reunirán hoy para determinar cómo enfocan el recurso al Comité de Competición. Ya sobre el mismo terreno de juego, Iván Ania adelantó que era evidente que el árbitro se había excedido y que lo más normal es que se la retirasen.
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