Camargo, campeona en la última palada

Un cielo gris y con muchas nubes aguardaba a las traineras que se daban cita en Laredo. La decimoséptima edición de la bandera del ayuntamiento de la villa pejina servía como Campeonato de Cantabria. Algo que también ocurrió el año pasado. En el campo de regatas situado frente al puerto viejo, las primeras traineras que a partir de las 11.30 horas se echaron al agua fueron las de la Liga Combinada, esa competición reservada a los jóvenes remeros y que es el vivero para el futuro de las categorías absolutas. Actividades Náuticas de Castro se llevaba el triunfo y demostraba que la Liga Combinada está de lo más entretenida. Si el domingo pasado Pedreña ganaba la Sotileza y el viernes Camargo se imponía en la Bansander, en aguas pejinas vencían los castreños, con los jóvenes de la Virgen del Carmen en la segunda plaza.

En la segunda tanda bogaban las féminas de Astillero y los veteranos de Pontejos, únicos en sus categorías y que hacían dos largos, más dos embarcaciones absolutas masculinas –Laredo y Santoña– y que optaban al título, por lo que remaban cuatro largos. Astillero entraba un poco por delante de Pontejos tras sus dos largos, mientras que en la para ellos su segunda ciaboga, Santoña iba mucho más destacada que Laredo. En meta su diferencia fue superior al medio minuto.

La última tanda estaba reservada a las tripulaciones más fuertes de la categoría absoluta masculina. La tanda de la que, a buen seguro, debía salir el ganador. Camargo, el vigente campeón regional –logró el primer título de su historia en 2023 en aguas pejinas– y Pedreña eran los claros candidatos a ganar la regata. Y a tenor de lo que había sucedido en lo que se lleva de temporada, había interrogantes. La Virgen del Carmen se impuso el pasado domingo en la Bandera Sotileza, pero La Pedreñera había hecho lo propio el pasado viernes en la Bandera Bansander. Un empate a uno que convertía el Campeonato de Cantabria en algo de lo más interesante.

El paso por la primera ciaboga ya apuntó que la regata entre ambos barcos iba a estar de lo más igualada. Por ahí pasó la Virgen del Carmen con 5.01, con Pedreña a cuatro segundos. En el largo de vuelta a la zona de salida y meta llegó la anécdota de la jornada en forma de espontáneo. Con una tabla de foil eléctrica, se puso a seguir la regata demasiado cerca de las traineras. Desde el templete de la organización se le dedicaron unas cuantas lindezas al interfecto, que parecía desconocer el significado de la palabra 'respeto'. Por la segunda boya, Pedreña no solo había enjugado la diferencia con Camargo, sino que eran los de Marina de Cudeyo los que mandaban, con un crono de 10.17 por los 10.20 de la Virgen del Carmen. Castreña y Astillero ya pasaban mucho más retrasadas.

Con una zodiac de la organización en pos del surfero eléctrico para sacarlo del campo de regatas, las traineras encaraban el tercer largo. Camargo y Pedreña llevaron su pulso hasta el extremo, porque por la tercera y última ciaboga la regata no podía estar más igualada. Ambos barcos viraban con el mismo tiempo. 15 minutos y 44 segundos.

Faltaba el último largo. Y con las traineras remando en el sentido de las olas, la habilidad de los patrones para empopar y aprovechar ese impulso extra iba a ser clave. Ya en la 'recta' de meta, con las traineras ya bien a la vista, parecía que la Virgen del Carmen tenía una ventaja más que suficiente para ser primera sin apuros. Pero las olas que primero cogieron bien los camargueses, a continuación las cogieron bien los pedreñeros. A pocos metros de la línea de meta que forman las boyas, Pedreña empezó a recortar la diferencia a pasos agigantados. Tanto que el final fue casi de foto finish. Pero Camargo pudo conservar esa mínima diferencia de 85 centésimas para ganar el segundo título de campeón de Cantabria de traineras de su historia.