El camino hacia la Liga Euskotren

Lo cierto es que el remo femenino en Cantabria es escaso. Muchas de ellas han tenido que salir al País Vasco para poder remar porque aquí no había embarcaciones. Hasta que llegó Astillero y echó la San José al agua hace dos años con un equipo joven y ambicioso. Es por eso que este grupo es más que un equipo; es un símbolo de resistencia y compromiso. «Empezaron las de casa y poco a poco nos fuimos incorporando las que estábamos alrededor. De Pedreña, de Camargo, de Colindres... Este bloque llevamos dos años. Es un trabajo súper sacrificado y lograr el ascenso sería un premio, un 'Lo habéis hecho bien y todo el esfuerzo ha valido para algo'», explica Isa, que es una de las remeras que tuvo que salir de Cantabria para poder dar paladas. Igual que Sonia Redondo (Astillero, 1998), que es una de las más veteranas de la trainera. «No teníamos expectativas de lo que iba a suceder, pero dentro del equipo nos ha sorprendido bastante la mejora de un año para otro. Los entrenamientos dan sus frutos», confiesa

Y eso que estas remeras se prueban a ciegas y claro, cuando llega la temporada, llega también la incertidumbre. «Lo más duro, y es triste, porque me encantaría que esta situación no fuera así, es que en Cantabria no tenemos con quién medirnos. Por desgracia somos el único equipo de chicas», lamenta Isa. «Mientras todas las demás han tenido un invierno en el que han podido ver en qué punto estaban, nosotras hemos ido totalmente a ciegas y eso va en nuestro perjuicio», explica la de Pedreña. Por eso ninguna se esperaba el gran rendimiento de la temporada. Para entender la magnitud de este desafío, primero hay que comprender la hegemonía que estas mujeres han instaurado en la Liga ETE. Con siete victorias y una regularidad pasmosa.

«Ha sido una sorpresa y muy buena. Todas las regatas en toda la Liga, o primeras o segundas», dice orgullosa Isa. Su compañera Paula Rubio (Astillero, 2005) asiente. «Estamos súper contentas. Es algo que a principio de temporada no nos imaginábamos para nada y según veíamos que íbamos ganando regatas y había oportunidades, nos los fuimos creyendo».

Ahora toca poner la guinda. «Si además el próximo mes conseguimos ascender a la Liga Euskotren sería un logro impensable siendo la única trainera cántabra en la máxima competición», sueña Alfredo Borragán, el presidente de la SDR Astillero. Aunque las remeras acuden ilusionadas, pero sin presión. «No tenemos ninguna expectativa de que hay que subir sí o sí. Queremos hacerlo bien, dar el cien por cien y salir contentas con nuestro trabajo. Y ya la regata que nos ponga en el lugar que nos pertenezca», explica Isa. «Eso es», asiente Sonia, que tiene claro qué es lo que deben hacer para preparar el play off. «Mejorar en los entrenamientos y limar las impurezas, porque los detalles son importantes. Allí vamos a remar, y si sale, bien, y si no sale, otra motivación para seguir». Eso sí, solo de imaginar lo que pueden lograr a Paula se le eriza el vello de los brazos. «Sería algo increíble porque no me lo había imaginado tan pronto. Llevo tres años en remo, es mi segunda temporada, y no me esperaba para nada tenerlo tan cerca», suelta con una risilla nerviosa.

El play off se celebrará en dos jornadas, la primera en Bermeo el 14 de septiembre y la segunda el 15 en Portugalete. El reto es mayúsculo. Sus rivales, Zumaia, Chapela, Rianxo y Cabo, son equipos curtidos, con experiencia y tradición en sus espaldas. Sin embargo, en Astillero cada remera lleva consigo la certeza de que no están luchando solo por un ascenso, sino por demostrar que Cantabria puede estar en la cúspide del remo femenino. «Queremos demostrar el potencial, que aquí sí que hay remo, sí que hay chicas que sabemos hacerlo bien», aclara Isa. «Y también que sirva de llamada a todas esas chicas que quieren remar, que en Cantabria sí que hay un futuro. Sí que pueden remar en casa y consiguiendo buenos resultados», añade con pasión.

Cómo se van a desenvolver frente a las demás contendientes de la fase de ascenso es una incógnita para ellas. «No nos hemos podido enfrentar a las otras rivales y no sabemos muy bien cómo andan. Vamos a remar lo mejor que podamos y a ver si hay suerte. ¡Ojalá!», suspira Paula. Una de las traineras que saben que se lo va a poner complicado es Zumaia. «Es nuestro rival directo, nos los ha estado poniendo difícil durante toda la Liga. Es la que más pelea nos puede dar», admite Sonia.

Antes de la cita en septiembre tienen otra esta misma semana, para ir abriendo boca. La San José estará este jueves en La Concha, en la clasificatoria que da derecho a disputar la regata los días 1 y 8 de septiembre. «Poder remar una Concha es algo alucinante», exclama Paula. «A mí personalmente me hace más ilusión que el play off», añade Isa. «Tiene una historia, unos valores, que es una de las metas de cualquier deportista», añade. En la fase de ascenso a la Euskotren, el mar decidirá.

Más allá de la historia que puedan escribir, lo que hace verdaderamente grande a este grupo es la ilusión. Esa palabra, tan manida y al mismo tiempo tan poderosa, es la que se respira en cada entrenamiento, en cada mirada cómplice que se cruza en el bote. Es la ilusión de saber que están a un paso de algo grande, de algo que nunca antes se ha logrado. Y eso, en sí mismo, ya es un triunfo.