El Bathco, contra la historia

Así, el reto que se le plantea al Bathco a partir del domingo (12.30 horas, campo del Complejo Deportivo Municipal Ruth Beitia) ante los alicantinos de La Vila, penúltimos en la pasada División de Honor, suena a peliagudo. Aunque es una segunda oportunidad para tratar de conseguir el ascenso, es la que nadie quiere. En la campaña 2008-2009, fueron los valencianos de Les Abelles quienes impidieron el ascenso al Atlético Portuense. Tras un paréntesis en la siguiente temporada en la que no hubo promoción, en la campaña 2011-2012 llegó la excepción a la regla. El Hernani se medía al último clasificado de la División de Honor, el Alcobendas Un 19-18 en Landare Toki y un 6-8 en Las Terrazas dio la clasificación al equipo guipuzcoano. Como si fuese una broma del destino, en la temporada siguiente –2012-2013 y ya con el sistema actual, el penúltimo de División de Honor promociona con el finalista de la fase de ascenso de División de Honor B–, Hernani y Alcobendas repetían su duelo. Y eran los vascos los que defendían su puesto en la máxima categoría. Universidad de Vigo, Barcelona Gernika, Getxo y de nuevo Hernani han sido los equipos de División de Honor que en las siguientes temporadas han derrotado a los conjuntos de División de Honor B que intentaban el ascenso por esta vía.

La razón fundamental de tanto dominio de los equipos de la máxima categoría en estas promociones está «en el ritmo. El balón circula mucho más rápido. Y los jugadores son más rápidos de piernas, piensan también más rápido...». Iñaki Marquínez es presidente de la Federación Cántabra de Rugby y ha visto partidos esta temporada tanto del Aldro Energía Independiente, en División de Honor, como del Bathco en la División de Honor B. «Luego está el tema de la calidad. Lógicamente, en la División de Honor hay mejores jugadores que en la División de Honor B». Aunque en este apartado Marquínez hace una salvedad. «Ahí Bathco juega con ventaja, porque tiene un buen número de rugbiers profesionales. Por eso ha llegado tan lejos en la División de Honor B».

Una de las dudas que plantea la eliminatoria entre Bathco y La Vila es la diferencia de momentos entre ambos equipos. Mientras que los santanderinos llevan seis partidos de fase de ascenso – mes y medio de competición extra–, los alicantinos llevan otro tanto, pero descansando. La temporada en División de Honor concluyó el pasado 14 de abril. Marquínez estima que ese tiempo de parón que llevan los de Villajoyosa «es un arma de doble filo. Por un lado llevan ese mes y medio inactivos, pero saben desde hace tiempo que en esta semana tienen una cita vital. Están infinitamente más tranquilos que un Bathco que sí, tiene más ritmo. Pero cogido en una serie sin descanso de partidos al máximo nivel. Y el rugby es un deporte duro. No sé cómo andarán de jugadores tocados».

La diferencia de categoría, ese mayor castigo en lo físico, esa historia en contra... El Bathco a priori tiene una empresa difícil ante La Vila. Pero también hay motivos para la esperanza. «Seguro que saldrán con esa mala leche de haberse quedado a las puertas del ascenso en Sevilla», añade Marquínez, en referencia a esa patada a palos fallada ya en tiempo añadido y que hubiese mandado la eliminatoria a la prórroga. «De lo que estoy convencido es de que la eliminatoria va a estar muy igualada. El Bathco va a plantar cara a La Vila». En manos de los santanderinos está derribar un muro que sólo el Hernani ha podido derrumbar. Y de eso hace ya algo más de siete años.