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OPTA
Domingo, 23 de septiembre 2018
Nadie se llevaba a engaños. A nadie le sorprendió la derrota. El qué estaba claro. El cuándo y el dónde eran evidentes. E incluso el por qué. Pero más inesperado fue el cómo. El Sanitas Alcobendas abofeteó hoy al Aldro Independiente en su recién ... remozado campo de La Moraleja. El nuevo césped sintético madrileño fue testigo de un duelo desigual que los de La Moraleja ganaron al KO, sin dar tregua a un equipo, el del Chucho Mozimán, muy diferente al que la semana pasada noqueó al Getxo. Una diferencia que no hay que buscar tanto en el factor campo como en la enorme diferencia de potencial entre uno y otro adversario.
El 38-10 final lo dice todo. Mucho por andar para los verdes, que aún tienen que acoplar su equipo –claro que el Alcobendas podría echar mano del mismo argumento– pero también un detalle tranquilizador. Ni la de este domingo era su Liga ni la derrota debe alarmar a nadie. Tal vez lo abultado del resultado, pero los bisontes buscan este año una vez más la zona media; una temporada tranquila en la que colarse en las eliminatorias por el título. Y a partir de ahí, jugando al KO, progresar al máximo; lo que sea posible. Después, quién sabe. Así que todo es según el color del cristal con que se mire, que hoy en cualquier caso no era verde: ni la derrota debe preocupar ni se debe ser complaciente con un marcador demasiado abultado para un equipo que no está entre los reyes del rugby, pero sí debe presumir de haberse consolidado entre la aristocracia.
El caso es que el Independiente cosechó su primera derrota de la temporada tras caer en el siempre complicado feudo de Las Terrazas ante un Alcobendas al que le costó arrancar, con unas primeras fases del partido en el que los cántabros tuvieron sus alternativas, pero en el que acabaron sucumbiendo ante el potencial de los anfitriones, superiores técnica y físicamente a los santanderinos.
Era, en cualquier caso, una cita atractiva a tenor de cómo había transcurrido el arranque de la campaña para ambos conjuntos. Disputada ya la primera fecha del campeonato, los bisontes llegaban como líderes del mismo a consecuencia de su contundente y convincente victoria como locales ante el Getxo por 54-21 tras lograr ocho ensayos y sumar asimismo el bonus ofensivo. Una inyección de moral ante un adversario más débil sí, pero también un equipo rocoso de la máxima categoría. Eso, unido a alguna duda que habían sembrado los madrileños en su debut, permitía viajar con cierta esperanza, aunque con la consciencia de lo complejo del reto.
Alcobendas
Futeu, Ovejero, Griffiths, Coghlan, Cabrera, Brasca, Newton, Ramiro, Munilla, Linklater, Londoño, García, Cherr, Sánchez y Lolohea También jugaron: Ignacio Martínez, Marrón, Viana, Rodríguez, Da Costa, Cabale.
54
-
21
Independiente
Barros, González, Medina, Williams, Mora, García, Soria, Moreno, Cornejo, García, Palmieri, Mañero, Contardi, Sánchez y Poet. También jugaron: Olmedo, Sanillo, Verschae, Bulacio
Marcador 3-0, min. 1: Golpe de castigo que pasa Linklater. 6-0, min.9: Golpe de castigo que pasa Linklater. 13-0, min.32: Ensayo de Cherr y transformación de Linklater. 20-0, min.35: Ensayo de Londoño y transformación de Linklater. 20-7, min.38: Ensayo de José García y transformación de Mariano García. 23-7, min.40+2: Golpe de castigo que pasa Linklater. 28-7, min.42: Ensayo de Alejandro Sánchez. 28-10, min.48: Golpe de castigo que pasa Mariano García. 31-10, min.54: Golpe de castigo que pasa Linklater. 38-10, min.78: Ensayo de Ignacio Martínez y transformación de Linklater.
Árbitro Jorge Molpeceres. Expulsó momentáneamente a Domínguez
Porque los madrileños, terceros en la fase regular el curso tras liderarlo en las tres primeras jornadas, se habían impuesto no sin apuros al UBU-Colina Clinic por 23-25. Pero eso fue a domicilio, y el Alcobendas se transforma, como volvió a hacer hoy (el año pasado solo el VRAC consiguió ganar en La Moraleja).
Pese a contar con bajas importantes como la del internacional Jaime Nava, operado de una fractura de radio, la de Martín García y la de Juanma Esteban, los madrileños salieron a por el partido desde el primer minuto, arropados por aficionados de todas las edades que se habían dado cita en las gradas aprovechando una mañana aún veraniega. De hecho, no necesitaron ni siquiera un minuto para colocarse por delante de los bisontes. En menos de ese tiempo ya dispusieron del primer golpe de castigo, escorado hacia la derecha y pasado con acierto por Linklater (3-0).
El revés temprano no amansó a los verdes, que sí aguantaron el primer intercambio de golpes y tardaron poco en tener su primera opción de igualar la contienda. Sin embargo la precisión de los locales fue la que le faltó a Mariano García en su intento lejano, imposibilitando que siguieran la estela del contrario en lo que a puntos se refiere. A esa circunstancia le sacó provecho el Alcobendas, que a los nueve minutos amplió la renta gracias de nuevo a la pierna de Linklater.
Entró el choque entonces en una fase de letargo, en gran parte debido a las dificultades para concretar las situaciones propensas para el ensayo. No fue sino un descanso en la batalla, durante el que Linklater falló una oportunidad de sumar otros tres a su casillero; el anticipo de una tormenta del anfitrión que sirvió para poner tierra de por medio poco después de cumplirse la media hora de juego.
Fue entonces cuando Jano Cherr, que volvía de lesión, encontró una brecha pegado al límite izquierdo del campo y se adjudicó así el primer ensayo de la mañana. Aún desmontados por el contratiempo, los cántabros vieron como caía el segundo solo tres minutos después. Mucha culpa de ello tuvo la impresionante arrancada en campo propio de Munilla. Entre él, Ramiro y finalmente Londoño finiquitaron la acción. En ambos casos hubo transformación posterior de Linklater, por lo que el electrónico pasó a reflejar un 20-0. Los delChucho Mozimán estaban ya noqueados y el partido, poco menos que perdido o abocado a una remontada heroica ante un adversario superior.Por no tener, David no tenía ya ni honda con la que enfrentarse a Goliat.
Aun así los santanderinos trataron de reponerse para arreglar ligeramente el entuerto al filo del descanso o, al menos, maquillar el marcador. Faltaba poco para enfilar los vestuarios cuando se anotaron su primer ensayo, conseguido a base de empuje y tras encontrar, esta vez sí, la 'H' Mariano García. Pero lo hizo también antes del paso por vestuarios Linklater en el lado contrario. A los 40 minutos todo quedaba resumido a un 27-3 más elocuente que un vídeo, cien fotografías o 10.000 palabras.
Como había sucedido tras el pitido inicial, de vuelta al verde irrumpieron más entonados los de Inchausti. Y esta vez el daño fue si cabe mayor, puesto que ya su primer ataque culminó en ensayo de Alejandro Sánchez por la izquierda. Linklater, demasiado pegado a la banda, no fue capaz de transformar, dando una ligera tregua a sus verdes, que en contestación dieron su último zarpazo con un ensayo y transformación de Mariano García que permitía, al menos, minimizar el daño y ver al fin dos guarismos en su casillero (28-10).
El partido había entrado ya en su fase definitiva y los locales se sentían más que cómodos gestionando una cómoda renta a su favor que se incrementó al pasar por cuarta vez un golpe de castigo para permitir al omnipresente Linklater desquitarse del error anterior y engrosar las diferencias hasta el 31-10. Sin apenas concesiones y con el juego muy trabado, los minutos fueron cayendo de manera inexorable para lamento de los de Mozimán, que pese a continuar voluntariosos no podían descubrir grietas.
Incluso sufrirían otro ensayo más en contra, este último a escasos dos minutos para el final obra de Ignacio Martínez tras salida en tromba de los suyos. Tuvo además la gentileza de dejarle todo de cara al de siempre para la transformación posterior, algo que le agradeció el internacional haciendo el 38-10 a la postre definitivo. En definitiva, mucho castigo, pero no injusto, para un Independiente que debe tomar nota.Porque no todos los rivales serán como el Alcobendas, pero tampoco en todos los partidos se encontrarán con las mismas facilidades que ante el Getxo. Estas dos últimos jornadas no son ya ensayos generales, sino que los puntos están ya en juego, y a veces comenzar mal el curso puede llevar a la recuperación en verano. Así que conviene llevar al día los deberes para no tener que preparar después la suficiencia.
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