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Ahora mismo, tal o cual fichaje, reforzar una línea determinada o diseñar una campaña de socios es algo secundario. El afán de cualquier equipo, sea de lo que sea, que prepare una próxima temporada está aparcado en el Aldro Energía Independiente y en el Bathco ... Rugby Club. Hasta la alegría de Las Focas por su reciente ascenso a la División de Honor, la máxima categoría del rugby español, en la que compartirán periplo con sus paisanos del Independiente, se está apagando rápidamente. Ni siquiera se habla de ese pique sano y de esos dos derbis entre ambos. Ahora, toca ir de la mano. Arrimar el hombro como de una melé se tratase. Y pedir ayuda. Porque enfrente hay una fecha. 1 de septiembre. Ese día, todos los campos de categoría nacional deben estar homologados y cumplir con unos requisitos que hace tiempo estableció la Española de Rugby. Y San Román y La Albericia no lo están. Con una División de Honor que suele empezar a mediados de septiembre, se puede dar la tesitura de que los dos conjuntos cántabros en la élite del rugby anden mendigando un campo que cumpla esas condiciones.
De la cuarentena larga de equipos que componen las categorías nacionales, solo la Santboiana -el decano de esto en España- tiene campo en propiedad, el Baldiri Aleu. El resto de instalaciones son de titularidad distinta a los clubes, pública en su mayoría. La Española lleva tiempo instando a los diferentes clubes a que adecúen sus instalaciones. Distancias de seguridad, materiales en los campos de hierba artificial... Y dando prórrogas para que se acometieran las mejoras. Para el Ruth Beitia, una prórroga extraordinaria finalizará el próximo día 13 de julio. Y la del Aldro Energía Independiente concluye ese 31 de agosto.
Ruth Beitia El problema de las dimensiones es más fácil de solventar que en San Román. Pero la hierba –natural– también debería ser reemplazada. El gran hándicap es que en el Complejo no se puede cobrar entrada. Y por lo tanto, no es posible tener socios. El Bathco seguiría sin ese ingreso y el Independiente, perdería lo que ya tiene.
San Román Además de las dimensiones, el gran problema del feudo del Aldro Energía Independiente es el propio terreno de juego. La nueva normativa obliga a cambiar ese césped artificial por otro al que se añada una capa para amortiguar caídas y saltos de los jugadores. Algo de lo que San Román ahora carece.
Lo que peor pinta tiene es el caso del Aldro Energía Independiente. El feudo de los verdes, San Román, fue remodelado de cara a esta pasada temporada, la 2018-2019, para ganar unos metros de anchura y longitud. «Pero esas obras no son suficientes. Hay que alargar algo más el campo. Y cambiar el césped», afirma Macario Fernández, presidente del Aldro Energía Independiente. La sustitución de la hierba artificial aparece como el gran caballo de batalla. Antigua, entre ella y el hormigón que la sustenta no hay nada. Y la nueva normativa obliga a que haya una capa de amortiguación entre ambas, para evitar en lo posible los efectos de tanto placaje y golpe en el rugby. Y esa obra podría rondar «los 250.000 euros», señalan desde el club verde. La anchura del campo, cercana en una de las bandas a un talud y a elementos fijos, también aparece como un escollo, aunque en el club señalan que con las medidas «se podría pasar». Para la próxima temporada, la Española pide unas medidas mínimas -distancias de seguridad incluidas de 110x72 metros en campos de categoría 2, en los que como mínimo -hay categorías 1b y 1- se deben disputar los partidos de División de Honor. Y San Román está en 104,20 de largo y 67 de ancho, aunque estos últimos se podrían ampliar un poco. No así con lo del césped artificial. Eso no se pasaría por alto.
El caso del 'prao' del Ruth Beitia suena algo menos complicado. Sus medidas totales (101x67,5 metros) tampoco cumplen con los requisitos que pide la Española. Uno de los motivos es que el campo no está 'centrado' respecto al anillo de atletismo. La jaula de lanzamiento de martillo y disco -que fuese móvil sería una opción a considerar- impide que la distancia de seguridad en uno de los fondos sea la correcta. Y también el círculo de lanzamiento de peso impide adaptarse a la normativa 'Centrar' el campo permitiría ganar algunos metros, ya que la superficie de tartán de las curvas de pistas de atletismo, que conformarían las esquinas del campo, se pueden considerar en el cómputo del área perimetral, siempre que ho naya obstáculos -la jaula de lanzamientos- entre esa curva y el campo. A la vez que las medidas, también hay problemas con la hierba. A pesar de ser natural, no cumple con los requisitos de calidad de césped que establece la Española de Rugby.
«El problema es que se habilite ese espacio. Está esa pista de atletismo, fosos... Casi ni se podrá plantear», estima Juan Gómez, presidente del Bathco Rugby Club. «No queda otra que ir a otro campo». Pero además, el hasta ahora feudo del Bathco presenta otro inconveniente. El Ayuntamiento, propietario del Complejo Deportivo Municipal, no deja cobrar entrada en sus instalaciones. Lo que hace que el Bathco ingrese cero euros por ese apartado y no pueda tener socios. Gómez es tajante. «Si no nos dejan cobrar entrada, no jugaremos ahí».
Así las cosas, la pelota está en el tejado de un Ayuntamiento inmerso en pleno proceso de cambio -hoy se constituye la corporación-. No es para nada descartable que el primer trabajo del próximo concejal de Deportes sea recibir este próximo lunes a los representantes de los dos equipos santanderinos de la élite del rugby, que no tendrían el más mínimo problema el compartir campo en el que poder jugar. Porque el consistorio es el titular de ambos 'praos', San Román y el Ruth Beitia. «Nosotros tenemos preparada una documentación técnica, planos y presupuesto. Pueden tomar una decisión en 24 horas», afirman desde el Aldro Energía Independiente.
¿Y si esas obras no son viables o no comienzan a tiempo? Las opciones se reducen casi a cero. El campo donde juega el Universitario -propiedad del Ejecutivo regional-, en Peñacastillo sería casi la última de las soluciones. «Allí habría que hacer una actuación mínima, con una valla perimetral y unos vestuarios», señalan desde el club verde. Aunque eso sí, que los fieles de ambos equipos se armen de paciencia para estar de pie y a la intemperie. Desde el Aldro Energía Independiente añaden que hace menos de un mes en una reunión con la alcaldesa Gema Igual, la regidora se comprometió a que si seguía en el cargo tras las elecciones abogaría por llevar a cabo el proyecto -si el Gobierno regional se involucraba para financiarlo a medias- de un campo sólo para el rugby en la zona de Montaña, en un terreno propiedad municipal.
El tiempo comienza a apremiar a los dos equipos cántabros. Su problema común les ha hecho aparcar cualquier posible pique o rivalidad. «Por supuesto que estamos juntos en esto», recalca Juan Gómez. Al club veterano -el Independiente va a por su séptima temporada- y el novato en la División de Honor, el Bathco, no les une sólo el ser de una misma ciudad, en un logro del que sólo puede presumir Valladolid con los mejores equipos de España. Si no también la petición de ayuda urgente a las instituciones: Tener un campo en el que poder jugar al rugby.
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