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MARCO G. VIDART
Santander
Viernes, 17 de febrero 2023, 20:56
En 'La Comunidad del Anillo', Elrond y Gandalf hablaban sobre el estado de Frodo. En la Cima de los Vientos, el hobbit que portaba el anillo había recibido una buena cuchillada de un Nazgul –uno de esos malos malísimos embozados en esas capas negras– antes ... de que Aragorn se dedicara a repartir mandoblazos a diestro y siniestro. Y en la casa de Elrond, en Rivendel, estaban curando al buen hobbit. «Esa herida nunca sanará del todo. La llevará el resto de su vida», decía el mago al anfitrión élfico. Al rugby español le pasa lo mismo que a Frodo. Tiene una herida que nunca se curará por completo. Se llama Mundial 2023. Sí, este mismo año. España tenía que jugar el Campeonato del Mundo que se celebra en Francia. Ojito en qué grupo. Sudáfrica –vigente campeona–, Irlanda, Escocia y Tonga. Pero eso. Tenía que. El Nazgul de turno para el rugby español tiene nombre. Gavin Van der Berg. Un sudafricano que –en resumen– mintió sobre su disponibilidad para jugar con España, que le alineó en un par de partidos. La selección pierde los puntos de esos encuentros y se queda sin el Mundial que se había ganado en el campo. El que hubiese sido el segundo de su historia –el primero es en un ya lejano 1999 en Gales– y, a buen seguro, un espaldarazo mucho más que importante para el desarrollo del deporte oval en España.
Hace casi un año de esa clasificación sobre el 'prao' ante Portugal. Y a finales de abril de 2022 llegó el mazazo de la expulsión del Mundial. Eso que nunca sanará por más que el tiempo todo lo cure y la vida siga. El XV del León encara desde este mes la vuelta a una competición, el Campeonato de Europa, con el ánimo de intentar olvidar aquello. Pero cuesta. Tanto que no hay aficionado al rugby que no tuerza el gesto al rememorarlo. Menos de un año es demasiado poco tiempo para intentar olvidar algo que dolerá siempre.
El torneo continental no clasifica –obviamente– esta vez para ningún Mundial. Y como novedad respecto a otras ediciones, se ha dividido a los equipos en dos grupos. Los dos primeros clasificados del grupo A, a semifinales contra los dos primeros del B. Tras las victorias del día 5 frente a Países Bajos (28-20) y del pasado domingo ante Alemania (14-32), España juega este sábado (19.00 horas, El Malecón) ante Georgia. Un enemigo más formidable que todos los que en la Tierra Media intentaban cazar a Frodo. Los 'Lelos', que así se les apoda, son el terror de la Europa rugbística fuera del ámbito del Seis Naciones. De los diez últimos Campeonatos de Europa, han ganado nueve. Poco que añadir a eso.
Selección renovada
El sopapo de quedarse sin el Mundial de 2023 hizo que muchos de los que lograron aquella clasificación no siguiesen en la selección. Ya no llegaban para el siguiente, en 2027, en Australia. Por eso, el XV del León se ha renovado con la vista puesta en iniciar un nuevo ciclo que culmine, esta vez sí, con la presencia de España en un torneo planetario de rugby. De los 31 jugadores que integran la convocatoria para medirse a Georgia, sólo ocho tienen 30 o más años. El más viejo de los Leones es un cántabro que hace menos de un año estaba más que feliz porque se iba a retirar jugando un Mundial de rugby en Francia. A sus 37 años, Manu Mora –que será el capitán del equipo en el partido– sentencia con una frase muy similar a la de Gandalf. «Va a doler siempre». Pero hoy andará en El Malecón. Su particular Comunidad del Anillo son sus compañeros de la selección, a la que irá a hacer cualquier cosa, como si es a «ayudarles a calentar». Como ocurría en la obra de Tolkien, en el rugby los buenos son buenísimos y con un corazón noble a más no poder, y los malos, malísimos hasta para privar incluso a todo un país de un Mundial.
Quien se acerque a El Malecón verá, seguro, un buen espectáculo. La idea de rugby veloz que intenta practicar el XV del León contra la fortaleza de unos 'Lelos' que se han convertido en una de las señas de identidad en lo deportivo de Georgia. Lo más normal es perder, que nadie se lleve a engaño. En juego está el orden en el que los dos equipos se clasificarán para las semifinales, algo que ya tienen en el bolsillo. Portugal y Rumanía se juegan el domingo la primera plaza del grupo B. Las semis, primero contra segundo en casa del mejor clasificado y la final, el 19 de marzo en Badajoz. Para más inri, de esos cuatro semifinalistas solo hay uno que no jugará el Mundial de este año. Ya saben cuál.
El partido de este sábado es un escollo grande del viaje. Un rival contra el que probarse y generar algo de ilusión entre el aficionado al rugby patrio. Aunque la cosa está difícil. Eso que nunca se olvidará aún duele. Mucho. Quizá empiece a quedar en el recuerdo si España se clasifica para ese Mundial de 2027 en Australia. Hasta allí habrá que ir para despeñar el anillo y el nombre de Gavin Van der Berg por un abismo hacia el olvido.
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