El Mazabi abre una temporada de incógnitas

Las doce del mediodía en San Román. Con una semana de retraso y frente a un adversario diferente al previsto, pero al fin el Mazabi Independiente abre la competición oficial. Lo hace con el mismo bloque de la temporada pasada, pero con una plantilla más corta completada por jóvenes canteranos de los que su entrenador, el Chucho Mozimán, espera mucho a medio plazo. En el corto deberán foguearse en la segunda categoría del rugby español para tratar de crecer con el club y recuperar la División de Honor, una tarea nada sencilla para la que los verdes no son los grandes favoritos, pero que tampoco se antoja un objetivo imposible.

Encuadrado en el Grupo 1 de la División de Honor B, el arranque de los bisontes, como el de todos los equipos de la división de plata, ha sido extraño. Una reclamación del descendido Gernika y una renuncia a la categoría dejaron el grupo con dos equipos menos y un calendario extraño y descompensado. Tanto que la Federación Española optó por hacer un nuevo sorteo, lo que obligó a retrasar una semana el inicio de la competición.

Así es como el Independiente se encontró con el Real Oviedo como primer adversario, un equipo que, como sucede con otros muchos de la División de Honor B, tampoco se conoce demasiado, según reconoce el propio cuerpo técnico. Con algunas excepciones, los escasos partidos de pretemporada y la autarquía en la que se mueven muchos clubes ha impedido tener demasiados informes, de modo que la temporada se presenta abierta a las sorpresas. Hasta que las primeras jornadas establezcan una jerarquía y permitan conocer el verdadero potencial de cada cual no se podrán conocer las posibilidades reales de los bisontes y sus adversarios por estar, cuando menos, en el grupo que competirá por el ascenso en la segunda parte de la competición, ya en 2023.

En una División de Honor B dividida en tres grupos, el primer objetivo de los cántabros es colocarse entre los tres primeros clasificados para acceder estar en la segunda fase entre los elegidos que competirán por el ascenso. Como ya ocurrió la temporada pasada, se trata de una forma de competición muy particular, puesto que la primera fase es solo clasificatoria, sin que se arrastren los puntos y resultados. Dicho de otro modo, el equipo que termine como líder de cada grupo, el segundo y el tercero comenzarán la segunda fase con cero puntos y en las mismas condiciones, independientemente del número de victorias y puntos que les separaran al concluir la primera fase regular.

El Independiente espera estar en este grupo y, a partir de ahí, optar a un ascenso para el que sabe que no es el gran favorito, pero que al mismo tiempo es la exigencia o, al menos, la aspiración de San Román. Esta mañana se comenzará a conocer las verdaderas posibilidades de los bisontes con una de las plantillas más de casa de los últimos años.

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