El Mazabi Santander Independiente desciende tras ocho años en la élite del rugby español

Valladolid recibió con el primer día de verano a las expediciones de ambos equipos, poco antes de las tres y media los vizcaínos y un cuarto de hora más tarde los verdes. «¡Qué calor!», era la frase más repetida mientras que la plantillas y los primeros aficionados de ambos clubes empezaban a pasar por el bar del campo Pepe Rojo. Los 30 grados que se pronosticaban se cumplían en toda regla. Aunque según se iba acercando la hora del partido, un cielo más nublado y un ligero viento lo hacía todo un poco más llevadero para los cerca de 700 espectadores que se dieron cita en el Pepe Rojo.

El partido comenzó como se preveía. Tenso. con fallos en los pases y mucho placaje que impedía cualuqier intento de jugada. Pero para los verdes había una mala noticia. Se jugaba en su campo. En el primer minuto llegó la primera melé. Y ahí se empezaron a ver los poderes del Gernika. Esos que vaticinaban un gran poderío físico. Sin arrasarla, empujaron más. A los seis minutos, llegó el primer mazado. Un golpe de castigo lo pateó el sudafricano Siyabonga Masuku. Otro de los peligros a tener en cuenta. El balón entró sin remisión por la portería verde. El 0-3.

La afición basurde, más numerosa y ruidosa, lo festejó de lo lindo. Y más cuando tres minutos más tarde, el Gernika hizo un estropicio. Tras una touche, el maul que armaron los vizcaínos avanzó hasta que el oval se liberó, fue del centro hacia la izquierda y por ahí entro para ensayar Gorostiza. Masuku lo pasaba para el 0-10. Las alarmas se encendían para el Mazabi Santander Independiente.

A los verdes no les quedaba otra que espabilar, ya que apenas habían pasado del medio campo. A los 13 minutos parecía que el panorama cambiaba. Una amarilla para Gorostiza dejaba a los basurdes con uno menos. Se empezaba a jugar más en campo vizcaíno y fruto de ello, al ecuador del primer tiempo, llegó la primera anotación verde. Un cgolpe de castigo pasado por Forrest ponía el 3-10. Pero los vascos contestaban a punto. El rifle de Masuju acertaba con otro 'penal' para subir el 6-16.

Los verdes devolvieron el 'favor' de quedarse con uno menos, por una amarilla a Nico Parada. Y eso provocó el siguiente terremoto. Una melé a cinco la sacaron rápido los vascos y su medio de melé, Iker Olaeta, ensayó por la izquierda. En una transformación de lo más difícil, Masuku ponía el 6-20.

El Mazabi Santander Independiente estaba más que contra las cuerdas. Y la cosa se puso aún peor cuando jugando todavía con uno menos, Pelozzi vio una tarjeta amarilla por zancadillear al zaguero de los basurdes, Estanislao Renthel. De nuevo, de la jugada los vascos sacaron petróleo. Un maul vizcaíno avanzó sin ningún tipo de freno hasta colarse en la zona de ensayo santanderina. Facundo Lamas, uno de sus primeras líneas, era el encargado de posar el balón en el tapete del Pepe Rojo. Y Masuku seguía a lo suyo a la hora de patear hacia la portería. Otra transformación para completar un 100% de efectividad en la primera parte. Tras un más que contundente 6-27, apenas dio tiempo para una jugada más e Iñaki Muñoz mandó a todo el mundo a los vestuarios en medio del delirio de los aficionados vizcaínos, que se veían ya con más de pie y medio en la División de Honor del próximo año.

Al Mazabi Santander Independiente no le quedaba otra que resetear en el vestuario y, sobre todo, volcarse en ataque. Del inicio de la segunda parte dependían gran parte de sus opciones de quedarse en la División de Honor. Y aunque el Gernika no renunciaba al ataque, los verdes tenían algo más de posesión. Fruto de ello, llegó la primera gran noticia de la tarde. Una carrera de Tiago Romero por la derecha no encontró freno y terminó en la zona de ensayo rival. Forrest no acertaba con los palos para el 11-27 en el minuto 44. Llovía algo menos y se podía soñar con la remontada.

Pero el Gernika entendió muy bien lo que tenía que hacer. Parecía que el botín estaba ya conseguido y sólo había que aguantarlo. Los basurdes cedieron algo en su posesión d balón, a cambio de armar un buen muro defensivo con el que contener las acometidas de los verdes, que tampoco llevaron demasiado peligro a la zona de 22 de los vascos. Enseguida empezaron a entrar las asistencias de los basurdes para atender, casi en cualquier jugada, a uno de sus rugbiers. Y aunque en el rugby no se para el tiempo a no ser que sea algo gravísimo, cualquier segundo valía.

Con un juego trabado se llegó al último tramo del partido. Masuku estropeó su estadística con un intento de golpe de castigo desde su campo en el minuto 70. Y enel 72, los verdes ponían algo de picante al luminoso. Una jugada con varias fases la culminó por la derecah Sharp. Pero Giribert falló la transformación. El 16-27 no daba aún muchas esperanzas. Cuatro minutos después, el partido murió. El Gernika encontró un hueco en la defensa verde y De Bod volaba para posar tras la portería verde. Masuku transformaba para el 16-34. Ya en el tiempo añadido, Grey ensayó para el 21-34 con el que se cerró el partido y una trayectoria de ocho años del Mazabi Santander Independiente en la máxima categoría.