El Mazabi Santander cae en la última jugada

Las sensaciones que transmite el Mazabi Santander Independiente son buenas. Nada que ver con aquel paupérrimo equipo de la primera vuelta. Y a nada que se den bien las cosas, hay confianza en lograr la permanencia. Ahora bien, como algo se tuerza... Los recuerdos volverán al partido de ante la Santboiana en San Román. A la gran oportunidad para haber sumado cuatro puntos mucho más que valiosos. Se sumó uno, pero fue un mal consuelo. Esa patada de Millán privó de haber amarrado media permanencia.

El decano del rugby patrio, que en este 2021 cumple su primer siglo de vida, visitaba un San Román con cielo nubladete y algunas –extrañísimas allí en día de partido– lluvias débiles. Y a unos verdes que, cortesía del covid, no habían jugado desde el 6 de marzo. Pronto la Santboiana empezó a exhibir su movilidad y gracias a un ex de los cántabros, Nacho Contardi, llegó el primer ensayo a los cinco minutos, pasado por Millán para el 0-7.

El Mazabi Santander Independiente no se arredró. Empezó a percutir en ataque. Un par de golpes de castigo pasados por Izaguirre nivelaban la contienda (6-7). El partido estaba de lo más entretenido por intenso, que no por grandes ocasiones para ensayar. Al filo de la media hora, Marcos Puig anotaba un drop, para el 6-10. Poco después, otra buena jugada a la mano de los catalanes, por la derecha, terminó con el oval en la otra parte del campo para que Vicente posase en la zona de marca local para el 6-15. Millán no acertó con los palos. El viento era bastante burro en el sintético de San Román.

La segunda mitad comenzó con los mismos argumentos de la primera. Un rugby intenso, mucho juego entre las zonas de 22, pero poco peligro. A los diez minutos, la Santboiana movía el balón por el medio campo hasta que en su trayectoria se cruzó Julián Izaguirre. Agarró el oval y nadie pudo frenarle hasta la zona de ensayo rival. El viento, de nuevo, hizo fallar la patada. Era el 11-15 en el luminoso.

Y en ese momento, cortocircuitó la Santboiana. Como si se le hubiesen acabado todas las ideas. Y el Mazabi Santander Independiente crecía y crecía. Los verdes no salían del campo rival. Con el viento y a veces el agua complicando sobre todo las touches, en el minuto 62 los verdes parecía que ensayaban, pero el señor Eki Fanlo vio alguna infracción y anuló el ensayo. Dos minutos después, Izaguirre acercaba aún más a los suyos con un golpe de castigo para el 14-15. Y a dos del final, el delirio. Otro 'penal' y el guante de Izaguirre –generalmente patea muy suave– que hace pasar el oval entre la portería. La remontada. El 17-15.

«¡Sin penales!», decía desde la grada el 'Chucho' Mozimán, el entrenador del Mazabi Santander Independiente. Tocaba defender sin faltas. En el 78, no se pudo evitar el golpe de castigo, pero Millán falló la patada. Los aficionados verdes estaban de los nervios. En una touche de la Santboiana faltó un milímetro para robar el balón. Pero ya en el tiempo añadido, Fanlo pitó otro golpe de castigo. Ese que estaba más cerca. Y aunque seguro que alguno sopló en la grada para desviarlo, el balón entró por la portería verde para el 17-18. Una gran oportunidad perdida para haber encarrilado la permanencia.