«Van a ser ocho finales. No hay margen de error si queremos entrar en playoff»

La primera fase dejó a los cántabros terceros de su grupo, el A. Se logró el objetivo casi innegociable de estar en esta segunda fase. Aunque hay cosas a mejorar. «Debemos ser más efectivos en ataque. Cada vez que tengamos oportunidad de marcar, hacerlo», señala el 'Chucho' Mozimán. «Y a la vez, ser más sólidos en defensa. Sobre todo en las segundas partes. En esa primera fase hemos ido ganando partidos en la primera mitad y en la segunda, hemos estado a punto de perderlos. Ahora, en este grupo élite...». El técnico de los verdes augura ocho encuentros «cerrados, que se decidirán por un margen no mayor a cinco puntos».

El primer rival será un viejo conocido. El Zarautz compartió grupo con el Mazabi y cayó en San Román por un ajustado 15-9, dando una soberbia imagen. «Va a ser muy duro mañana –por hoy», señala el preparador argentino. «Y el Zarautz va a ser una sorpresa para muchos equipos de este grupo». Entre los nueve que componen esta élite de la División de Honor B, Mozimán no duda en señalar al favorito. El Alcobendas, descendido de forma administrativa por ese caso 'Van den Berg' que aún duele recordar y que supuso que España no juegue el Mundial de este año, «tiene todo para volver a la División de Honor. Mantiene una base muy importante de jugadores y en diciembre ha fichado a varios. Está un poco por encima del resto». Pero Mozimán estima que los otros ocho «estamos muy parejos». Junto a los guipuzcoanos del Zarautz, el Getxo –campeón del grupo A–, es otro de los candidatos, Del grupo B, el 'Chucho' destaca al que quedó primero, el Zaragoza, «con fichajes neozelandeses». En el grupo del Alcobendas, el C, quedó segundo el Jaén, «con muchos fichajes y un buen entrenador». Contra los andaluces, el alivio es que son ellos «los que vienen a Santander». Un viaje largo que no se hace.

Esas ocho finales que hoy comienzan obligarán a «afinar detalles, cruzar los dedos para que no haya lesiones, tarjetas...». Mozimán estima como clave «empezar con el pie derecho, en casa, y con una victoria» ante un rival directo como el Zarautz para entrar en ese playoff. Ese que otorga el billete para regresar a una élite del rugby español en la que los verdes estuvieron durante bastantes temporadas.