Secciones
Servicios
Destacamos
Tres semanas. 21 días de descanso entre un partido de Liga y el siguiente. Para algunos sonaría casi a aberración, por ese miedo a que el equipo se 'desconecte' y pierda ritmo competitivo. Pero en esta ocasión, no es el caso. Ese tiempo sin ... jugar ha sido oro molido para el Independiente. En esos 21 días, la selección española ha jugado un amistoso ante Uruguay y otros equipos de la Liga han aprovechado para recuperar partidos aplazados debido -cómo no- a casos de covid. Pero el Independiente los ha empleado para hacer una pretemporada. La que prácticamente no hizo por todas las circunstancias que rodean a este año raro a más no poder. Jugadores que llegan a poco de iniciarse la Liga, entrenamientos sin contacto a pocas semanas del comienzo, nada de encuentros amistosos... Las dos primeras jornadas de Liga se saldaron con derrotas (49-14 y 10-31), ante dos equipos llamados a estar en la zona noble, Ordizia y Alcobendas. Tras caer en San Román ante los madrileños el 1 de noviembre, tocaba poner el contador a cero. Tres semanas de pretemporada con la Liga recién iniciada con el objetivo de derrotar al Burgos este domingo (12.30 horas) en San Román.
«Nos han venido al pelo», señala Tristán 'Chucho' Mozimán , el técnico de los verdes, sobre estas tres semanas en las que los suyos se han olvidado de los rivales y se han centrado en entrenar. «Para seguir juntando al equipo. No tuvimos pretemporada», reconoce el preparador, en un deporte en el que incluso en las temporadas 'normales' las dos o incluso tres primeras jornadas de Liga sirven para seguir engranando al equipo, ya que a diferencia del fútbol, los encuentros de pretemporada no suelen pasar de los dos como mucho.
Mozimán reconoce que había «muchos frentes abiertos. Cuando nos poníamos a trabajar, nos faltaban minutos para hacer cosas», reconoce con una sonrisa. En el plano físico, en otras temporadas los condicionantes que ha habido en esta hubiesen sido ya «malos». Pero además, se añade el hecho de que los rugbiers han estado muchos meses sin jugar. «Y eso se nota en un deporte tan exigente en lo físico como el rugby». Así, el trabajo que se pudo hacer los meses antes de que comenzase la Liga no parecía suficiente. «En lo físico se va a ver una mejoría a partir de este fin de semana. Aunque creo que el resultado se verá en unas tres o cuatro semanas». La falta de rodaje de los jugadores se ha manifestado en un buen número de lesiones. Muchos de ellos 'tocados', aunque la más grave es la del capitán, Gastón Moreno, «con una rotura en el tendón de Aquiles del pie derecho. Tiene para entre tres y cuatro meses».
Además, faltaba la técnica. Lo usual en los equipos y más en un Independiente que año tras año se ve casi obligado a partir de cero, con muchas caras nuevas. Los automatismos en ataque y defensa o en otras fases del juego. «A la melé le hemos dado mucha bola en estas tres semanas», apunta el 'Chucho'. Una de las señas de identidad del equipo en estos años en la División de Honor y de la que apenas había habido noticias en esos dos primeros partidos. «No había brillado y por eso hemos profundizado mucho, para que empiece a engranar». El preparador argentino siempre recuerda que aunque importa el tamaño y el peso de sus integrantes, «la melé es sobre todo mucha técnica. Importa el tamaño, pero sin el trabajo coordinado de los ocho integrantes...». La touche no ha hecho falta tocarla mucho. «Es lo mejor que teníamos».
Los dos partidos ante equipos llamados a pelear por todo han dejado al Independiente con cero puntos en su casillero. Y los números, siempre fríos, dicen que los verdes son la peor defensa de la Liga. Aunque las sensaciones apuntan a que ese dato es circunstancial en un club que ha cimentado su trayectoria en la División de Honor en una buena defensa. Sobre los 'praos' sintéticos de Altamira y del flamante San Román, sí parece más preocupante la poca capacidad ofensiva del equipo, con apenas ocasiones para anotar en ambos encuentros. Pero al 'Chucho' Mozimán parece no quitarle demasiado el sueño el por el momento pobre ataque de los suyos. «Es que todo es parte de lo mismo. Es difícil ser efectivo en ataque con un equipo poco conjuntado, con lo que los jugadores empiezan a tirar mucho de individualidades. Ese ataque de los dos primeros partidos es por un tema de organización».
Las tres semanas de trabajo han servido para pulir esa plantilla y preparar la primera final del curso. Suena casi irrisorio que se hable de eso en la tercera jornada, pero en esta campaña -cortesía del maldito bicho- la División de Honor es distinta. Tras una primera vuelta, se dividirá en dos grupos de seis equipos, según haya terminado la clasificación. Luego, tras jugar los partidos en esos respectivos grupos, todos los del primero y los dos mejores equipos del segundo se clasificarán para los tradicionales playoffs por el título. Así que en el Independiente no conciben otra cosa «que empezar a sumar de cinco en cinco desde esta jornada», añade el 'Chucho'. Además, hay otro aliciente. Desde hace algunas temporadas, la clasificación para las semifinales de la Copa del Rey es de lo más extraña, y se dilucida en los partidos ante otros dos rivales de la Liga, previamente determinados por un sorteo. Pues bien. Burgos, este domingo, y la Santboiana -el siguiente fin de semana- son los adversarios del Independiente por una plaza en semifinales de Copa. «Por eso, ganando este domingo al Burgos, tenemos más opciones de esas semifinales», señala Mozimán. San Román pondrá a prueba este domingo ese trabajo de 21 días del Independiente con el que los verdes quieren mirar hacia arriba en la clasificación.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.