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Unos meses después de perder la categoría, aún con la sensación extraña de jugar en una División de Honor B de la que ya se había olvidado, el Independiente recupera el pulso y la normalidad competitiva tras una pandemia y un descenso con una ... meta clara: regresar de inmediato a la élite. Y de nuevo con el Chucho Mozimán, ya todo un clásico, como el responsable deportivo del proyecto verde. Lo hace con trece altas: cinco canteranos y ocho fichajes.Entre estos últimos, siete argentinos que engrosan la habitual colonia sudamericana de San Román y el bilbaíno Pablo Molina, procedente del Getxo.
La temporada tiene como aliciente no solo el objetivo del ascenso, sino el cincuentenario del club que se cumple este último semestre del año, y el regreso a la normalidad, con un aforo permitido del 100% en el campo de San Román. Y con el apoyo de Mazabi, firma que ya apoyó al club den la última etapa en División de Honor y que ha renovado su compromiso permitiendo así a los bisontes afrontar la temporada con garantías.
Como Manolo Sánchez de nuevo en la presidencia y tras una larga pretemporada a las órdenes de Mozimán, los verdes preparan ya su inminente debut, mañana mediodía en un campo de San Román en el que el club confía en que se registre una buena entrada. Ha sido un largo parón estival y fue un año y medio condicionado por la pandemia, de modo que los aficionados tienen ya ganas de ver la competición. Al margen de la mascarilla obligatoria, y como ocurre en el resto de recintos al aire libre, no habrá más requisitos sanitarios para acceder al campo.
El Independiente es uno de los grandes favoritos del Grupo A de División de Honor B, como corresponde a un equipo que aspira al ascenso. De hecho, son el rival a batir, al menos a priori, junto al también recién descendido Getxo en una terna que completa el Hernani. Pero no son los únicos equipos que se deben tener en cuenta para los primeros puestos de la clasificación, como el Zarautz y el Belenosa Bilbao. Completan el grupo el Bera Bera, Éibar, Uribeladea, Gatedi, Ourense y el Palencia, rival frente al que inaugurarán mañana la Liga los cántabros.
Como ocurre todos los veranos en un equipo que debe trabajar desde la modestia y en un deporte no profesionalizado, los bisontes han experimentado muchos cambios respecto a la formación de la temporada pasada. Las citadas trece altas han obligado a conjuntar de nuevo el equipo, si bien cinco de ellas ya estaban integradas en la dinámica al proceder de la cantera verde. Quien sí continúa es el capitán, Gastón Moreno, un ocho experimentado que debe tener mucho peso en el equipo.Sobre él recae la mayor responsabilidad en una temporada en la que dado el cambio de categoría los bisontes deben ejercer el liderazgo y llevar la iniciativa.
Los canteranos Guillermo Nieto, Rubén Lyons, Carlos Ochoa, Ricardo Tejero y Santos García Moris, que ya disputaron algunos partidos la temporada pasada pero que no formaban parte formalmente del primer equipo, ya han adquirido este estatus tras su buen rendimiento con el sub 23 de Liga Nacional, y poco a poco irán ganando presencia en el equipo. Más responsabilidad tendrán Molina y los siete argentinos que incorporados este verano: Matías Jabase, DamiánHuber, Júnior Sánchez, Iván Moreno, Juan Ascua, Francisco Navarrete y Gastón Varela, este último ya con experiencia en el rugby español y fichado del Gaztedi.
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