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Santander camina hacia el fin de la crisis de los campos de rugby. El Ayuntamiento adjudicó este jueves las obras de reforma del campo de San Román, sede del Aldro-Independiente y, desde esta misma campaña, también campo de juego del Bathco. Ambos equipos tuvieron que abandonar este campo, por orden de la Federación Española, al principio de la segunda mitad de la liga de División de Honor y comenzar a jugar en el 'exilio'. Pero la máxima competición de clubes española finalmente se vio interrumpida por el coronavirus, lo que dejó las cosas en pausa.
Estas obras de mejora llegan a San Román llegan después de incumplir los diferentes plazos y prórrogas que concedió la Federación Española de Rugby, que finalmente optó por prohibir que se jugara en San Román al no haberse efectuado las obras en el último plazo prorrogado, el pasado mes de enero. De hecho, el derbi santanderino entre los bisontes y las focas se tuvo que disputar en El Malecón, en Torrelavega.
Tras un largo proceso que además ha coincidido con el cambio de titularidad en la Concejalía de Deportes (la titular, María Luisa Sanjuán, se encontró con la crisis abierta cuando Ciudadanos asumió la cartera) que tampoco había permitido hasta ahora acelerar los trámites.
Fue este jueves cuando la mesa de contratación del Ayuntamiento adjudicó a Fieldturf Poligrás las obras de ampliación y reforma del campo por importe de 234.713 euros. Según explica la propia Sanjuán en un comunicado de prensa, las obras tienen un plazo de ejecución de tres meses y el inicio de la actuación estaba previsto este mes de mayo, pero el estado de alarma y la pandemia impedirán que sea antes de junio, sin que se pueda ofrecer una fecha exacta dadas las circunstancias actuales.
Aún quedan dos trámites pendientes: que la empresa seleccionada presente la documentación adicional que se le ha requerido una vez que ha sido la elegida para realizar las obras; y que tras ello, la Junta de Gobierno local apruebe el acuerdo y proceda a la adjudicación. El proyecto se ajusta a las exigencias de la Federación Española de Rugby, por lo que se amplía el terreno de juego y se sustituye el césped sintético y su material de soporte. El campo de rugby se ampliará de 89,2 metros a 94, y de 64 a 65 su anchura, se renovará el césped artificial, se recolocarán dos de las torres de iluminación, se retranquearán los postes y redes de protección del fondo oeste y se reubicará parcialmente el sistema de riego a través de la instalación de cinco bocas.
Estos 234.713 euros suponen una rebaja significativa respecto a la estimación inicial del Ayuntamiento. Aquel proyecto, aprobado por Fomento el 23 de diciembre, comprendía la ampliación y reforma del campo de fútbol y rugby de San Román, que cuenta con un presupuesto de 366.477,89 euros a cargo de la Casona y un plazo de ejecución de tres meses, y preveía ya las actuaciones de se ha confirmado ahora que se llevarán a cabo.
A finales de agosto, la Federación Española de Rugby permitía que la temporada 2019-2020 empezase en un San Román que no cumplía con los requisitos exigidos. Todo con el compromiso de que se iban a hacer, más pronto que tarde, las obras para homologarlo (medidas, distancias de seguridad, calidad de césped...). En el asunto había una fecha clave. El 1 de enero de 2020. A partir de esa fecha, en San Román no se jugaría al rugby. Un ultimátum que no aceleró los trámites.
Tanto los dos clubes como la propia Casona eran plenamente conscientes de que no se cumpliría este plazo, y la Federación Española, ya molesta con la situación, dejó clara su postura: No habría nuevas prórrogas. Aun así, el Ayuntamiento la pidió al alcanzarse la fecha sin que se hubiera efectuado ninguna intervención, como por otra parte se sabía que iba a ocurrir ya en diciembre. La negativa federativa fue rotunda y además del traslado al Ruth Beitia se barajó utilizar las modestísimas instalaciones del Universitario Rugby Club, junto al Instituto Augusto González Linares, en un solar del Gobierno de Cantabria en Peñacastillo. Unas instalaciones con una mínima grada, sin infraestructuras ni vestuarios, pero que cumplen la normativa en cuanto a las dimensiones del terreno de juego y la ausencia de elementos arquitectónicos propios que puedan poner en riesgo la integridad de los jugadores.
Al mismo tiempo, el Bathco denunciaba el pésimo estado de su campo, en las Instalaciones Ruth Beitia, que además se utiliza también para los lanzamientos de atletismo. Al margen de no poder cobrar entrada por estar ya controlado y contar con cuotas el acceso al complejo municipal, las focas denunciaron el mal estado del césped en sí, en el que se recogieron clavos, piedras y diverso material que ponía en riesgo la integridad de los jugadores, además de los agujeros producidos por los lanzamientos.
Así, y con la paralela motivación económica, el Bathco, recién ascendido, pidió el cambio de campo, que por otra parte tampoco cumple los requisitos federativos, pero que en este caso sí tenía derecho a prórroga al ser el primer año de las Focas en la máxima categoría.
Finalmente, se decidió que ambos equipos jugaran en San Román, campo también municipal, pero segregado de cualquier otra instalación y en el que sí se puede cobrar entrada, hasta que definitivamente la Federación Española de Rugby ordenó el traslado.
Ahora el parón por el Covid-19 permitirá solucionar la crisis si es que efectivamente se ejecutan las obras, y siempre a la espera del modo en que pueda ponerse en marcha la próxima temporada en medio de la crisis de la covid. Pero lo hará en cualquier caso con dos equipos santanderinos en la máxima categoría, ambos con San Román como campo de juego.
«Es una gran noticia que veníamos esperando desde hace meses, después de una temporada muy complicada para los dos equipos de rugby que tenemos en División de Honor, así como para el Club Atlético San Román. La solución está más cerca», explicaba este jueves la concejala, María Luisa Sanjuán. «Las mejoras están muy enfocadas a estos requerimientos de la Federación Española de Rugby, pero de la mejora de las instalaciones se beneficiará también el Club Atlético San Román, que ha tenido siempre una actitud de colaboración con nosotros que debe ser destacada», añadía Sanjuán.
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Ana del Castillo
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