Torrelavega da la bienvenida al derbi de Santander

El problema es que el campo de San Román, el que compartían después de una rocambolesca historia de cambios de feudo, no puede acoger partidos de la máxima categoría desde enero, cuando el Ayuntamiento de Santander incumplió el enésimo plazo para homologar el campo y agotó la paciencia de la Federación Española.

Ahora ambos equipos juegan, como solución improvisada, en La Albericia, pero el interés de Torrelavega y, sobre todo, el limitadísimo aforo de las instalaciones, menor aún que el de San Román,han recomendado el traslado. Eso sin entrar a valorar las condiciones de un terreno de juego muy castigado y poco propicio para el rugby al ser el mismo que utiliza la Federación Cántabra de Atletismo para los lanzamientos, con los consiguientes hoyos en el césped.

El caso es que dadas las dificultades que ha tenido que sortear esta temporada y el serial que se ha desarrollado desde agosto con su campo de San Román, el Aldro Independiente optó finalmente por llevar el partido a Torrelavega, para lo que encontró desde el primer momento la buena recepción no solo del Ayuntamiento, sino también de la concesionaria de las instalaciones, una Gimnástica que se ha mostrado siempre de acuerdo.

Torrelavega tiene así la posibilidad de disfrutar no solo de un partido de la máxima categoría del rubgy, sino de todo un derbi. Más aún. No solo el derbi cántabro, sino también santanderino en lo que es una situación especialmente llamativa: los dos equi pos de Santander se enfrentan en partido oficial en Torrelavega. Y es que más allá de las excelentes condiciones de El Malecón, en el que el aforo no supondrá un inconveniente, la visita refleja el problema al que se enfrenta el rugby en la capital; sin un campo adecuado ni homologado para el juego.

Sí lo está, al menos en lo que al partido de mañana se refiere, el Malecón, como lo confirma el presidente de la Federación Española de Rugby, Alfonso Feijoo. «Ya han solicitado la homologación y por lo que hablé con responsable de instalaciones se iba a dar porque está todo en regla», explica el máximo responsable federativo. Feijoo se muestra extremadamente optimista, y confía en que el hecho de «que sea un derbi y se juegue en un campo así» sirva como «incentivo» para que a orillas del Besaya se registre una gran entrada.

Una reflexión similar hace el presidente de la Federación Cántabra, Iñaki Marquínez, que resta importancia a que el derbi se dispute en el exilio y pone énfasis en cambio en las buenas condiciones de El Malecón. Insiste en que lo importante es tener un campo homologado y con aforo suficiente, y se pregunta si existe esa disponibilidad en Santander, ya sea con terrenos de juego específicos o adaptando uno de fútbol. A partir de ahí, entiende el traslado de una cita en la que se espera mucha más afluencia de público de lo habitual y aventura que de haber estado disponible el campo de San Román tal vez se hubiera jugado allí.

Y es que pese a que San Román solo estará preparado para acoger a unos 500 espectadores en su grada, más los que se puedan acomodar en todo el perímetro del terreno de juego. Aun así, y sumando losespacios para seguir el partido de pie, muchos más que en la grada del Compejo Ruth Beitia, pero incluso escasos para lo que se espera sea una muy buena afluencia. Ya en el partido de ida San Román se llenó, y se confía que además de los torrelaveguenses que decidan acercarse a El Malecón, los aficionados de ambos equipos respondan de nuevo a la llamada.

El paso por Torrelavega cumple así un múltiple objetivo. Por un lado, trata de llevar el rugby a otra plaza para popularizar el deporte. Por otro, dar espectacularidad y visibilidad al partido en un estadio que permitirá una asistencia mucho mayor, aunque a costa, eso sí, de que el estadio no luzca lleno como ocurrió en el caso de San Román, repleto con una afluencia previsiblemente menor. Y por último, poner de nuevo de manifiesto los problemas que existen con las instalaciones de rugby en Santander. Una ciudad que cuenta desde esta temporada con dos equipos en la máxima categoría -la única junto a Valladolid- pero que sin embargo no tenía al comenzar el curso ningún campo homologado. Ni el de San Román, tras incumplir distintas prórrogas, ni La Albericia, donde juega el Bathco gracias a la moratoria concedida por ser un recién ascendido. Una prórroga a la que de paso se ha acogido el Aldro Independiente aprovechando un vacío legal o la buena voluntad de la Federación Española. Una situación que estuvo a punto de llevar a ambos a jugar en el campo del Universitario en Peñacastillo, unas modestísimas instalaciones sin vestuarios que también habría que adaptar y que han contribuido al exilio del derbi.

Pero más allá de todo eso el Aldro Independiente, que ejerce como local y es quien ha decidido y gestionado el traslado, y el Bathco. «Lo hemos intentado todo, pero al final quien manda es la Federación, y ante esta situación, de cara a este partido, los clubes han preferido ir a El Malecón», explicaba ayer la concejala de Deportes de Santander, María Luisa Sanjuán. La nueva titular de Deportes, que se encontró esta situación el verano pasado nada más asumir el cargo, explica cómo un problema enquistado -que no desconocido- ha llevado a un desenlace que, sin embargo, puede desembarcar en una gran fiesta del rugby. El gran derbi santanderino, que Torrelavega ya se prepara para acoger.