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Fútbol
Mucho más se esperaba de un Racing llamado a ser uno de los favoritos en su subgrupo de la Segunda División B. Pero el equipo verdiblanco pronto empezó a cavar su propia tumba y a firmar la que iba a ser su peor temporada de la historia. Sin mucho tardar, cambió de inquilino en el banquillo, un Javi Rozada que nunca fue del gusto del gran hacedor en este curso de la plantilla, José María Amorrortu. Su sustituto, Aritz Solabarrieta, protagonizó una llegada esperpéntica y el Racing firmó tres derrotas consecutivas que le alejarían ya casi de forma definitiva de la posibilidad de pelear por quedar entre los tres primeros y así, optar al ascenso a Segunda. No se consiguió y los verdiblancos se quedaron con el premio de consolación, el optar a una Primera RFEF que casi consiguieron por inercia. Pero ni mucho menos, era lo previsto en el club.
El Laredo vivió todo lo contrario que los verdiblancos en un curso en el que se reencontraban con la categoría tres décadas después. Con un presupuesto de lo más austero, sin grandes estrellas pero con toneladas de trabajo e ilusión, el Charles aseguró su permanencia y el disputar la próxima temporada la futura Segunda RFEF. Una categoría en la que en la temporada 2021-2022 habrá hasta cuatro equipos cántabros. Junto al Laredo, estarán el Cayón, el Rayo Cantabria y un cuarto equipo que saldrá del playoff que concluirá el segundo fin de semana de junio.
Balonmano
El balonmano cántabro era uno de los deportes que para esta campaña ya concluida contaba con dos equipos en máxima categoría. El Liberbank Cantabria Sinfín, por un lado, en la Liga Asobal. Y por otro el Uneatlántico Pereda, que se estrenaba en la División de Honor femenina. Para ambos conjuntos, el gran objetivo era la permanencia en la élite de su deporte. Aunque con algo de sufrimiento, el Liberbank Cantabria Sinfín ha cumplido con ello. Casi asegurado desde mediados de mayo, el sábado los resultados se conjugaron para que el hecho fuese ya matemático.
El Uneatlántico Pereda, un club humilde y que mantuvo a buena parte del bloque que consiguió el ascenso, pronto se vio relegado al grupo que pelearía por no bajar. Y las de Santi Abascal no pudieron quedarse en la máxima categoría. Una derrota a principios de este mes de mayo en casa del Porriño significaba el adiós matemático de las amarillas a su primer curso en la élite.
El relevo como equipo de máxima categoría para dejar el balance igual que estaba, dos equipos, lo toma el Bathco Torrelavega. Los naranjas han realizado una temporada soberbia en la División de Honor Plata. Primero, con el ascenso logrado en Ibiza para jugar por primera vez en la máxima categoría del balonmano nacional. Y luego, con la consecución del título de Liga para firmar una temporada perfecta. Así las cosas, la Liga Asobal tendrá la próxima temporada un derbi cántabro, entre el Liberbank Cantabria Sinfín y el Bathco Torrelavega.
Baloncesto
Tras una temporada ilusionante, el Grupo Alega se quedó este fin de semana sin el premio del ascenso a la Liga LEB Oro. Los torrelaveguenses, segundos en el grupo Oeste de la LEB Plata, tuvieron que ir por el camino largo en busca del ascenso, ya que no pudieron desbancar al Juaristi –a la postre equipo que sí ha ascendido a LEB Oro– de la primera plaza. Las dos eliminatorias que disputaron antes de las semifinales, ante Navarra y Ponferrada, las saldaron los de David Mangas de forma inmaculada. Pero esta pasada semana llegaba el duelo de semifinales ante los barceloneses del Prat. Quien ganase, directo a la LEB Oro junto al otro finalista –el Barcelona B–. El pasado miércoles, el Grupo Alega caía por primera vez en estas eliminatorias de ascenso, por 58-61. Apenas tres puntos en un partido muy igualado y que hacían concebir muchas esperanzas de que esta vez, alcanzar el segundo escalón del baloncesto español era un objetivo posible. El sábado, todo se torció. Un 83-70 a favor de los catalanes en su pabellón significaba morir en la orilla y quedarse de nuevo en la LEB Plata. El ascenso de categoría tendrá que ser en el próximo curso.
En el siguiente escalón del basket patrio, la Liga EBA, los cuatro conjuntos cántabros que participaban en la competición –Solares, Raisan Pas Piélagos, Cantbasket 04 y Conspur Bezana– no tuvieron apuros para mantener la categoría en una campaña en la que bajaban tres equipos. Tampoco tuvieron opciones de ascenso en sus respectivos grupos, en los que sólo subía el primer clasificado.
Rugby
El rugby es una de las disciplinas que ha provocado que el curso deportivo entre los deportes de equipo en la región tenga más sombras que luces. Tras el abrupto final del curso 2019-2020, esta ya pasada temporada se presentaba en teoría con dos equipos en liza. Bathco e Independiente –luego los verdes añadieron un patrocinador, Mazabi Santander, a su nombre–. Pero Bathco dejó el proyecto del Club de Rugby Santander a poco de comenzar la Liga y las 'Focas' renunciaron a su plaza en la máxima categoría.
Así, el Mazabi Santander Independiente volvía a quedarse como único representante en la División de Honor. En el extraño calendario diseñado por la Española, en la primera fase los verdes apenas ganaron un encuentro de once. En la segunda vuelta, entre los seis últimos clasificados, los santanderinos mejoraron sus prestaciones, sobre todo a nivel defensivo, y rozaron la permanencia matemática casi hasta el final. Pero lo que no pudieron eludir fue el jugarse esa permanencia en la División de Honor con el finalista de la División de Honor B, el Gernika.
Por primera vez en ocho temporadas entre la élite, los verdes se veían –este pasado sábado– en una así. Y el Gernika, con toda justicia, venció por 21-34 para poner fin a una trayectoria que arrancó en 2013. El rugby santanderino ha pasado de estar al nivel del de Valladolid, con dos equipos en la máxima categoría, a no tener ninguno en solo una temporada.
Hockey
El hockey cántabro, al igual que el balonmano, es otro que mantiene el 'saldo cero'. La especialidad con más formaciones en la élite, tres, perdió a una de ellas. Pero ganó a otra para la causa en la campaña 2021-2022.
En la División de Honor masculina, el Tenis era el único representante del hockey regional. Y los de Borja Movellán consiguieron de forma más que holgada la permanencia. Séptimos con 25 puntos, los santanderinos se instalaron en la zona templada de la tabla para no pasar ningún apuro.
En la División de Honor femenina, entre los doce equipos había dos cántabros: el Tenis y el Sardinero. El Tenis no pudo evitar el descenso directo al sumar una sola victoria en los 22 encuentros disputados. Y el Sardinero, noveno, quedó abocado a jugar la promoción con el Linia 22, equipo que venía de la Primera División Femenina. Las de Ángel Laso demostraron en el primer encuentro, en La Albericia, un nivel mucho mayor que las de Tarrasa, al imponerse por un claro 4-0. En el segundo encuentro, tras el empate a uno en el tiempo reglamentario, los 'shoot-outs' dieron la victoria a las santanderinas por 0-3 y con ello la permanencia.
La pérdida de categoría de las chicas del Tenis la compensó el ascenso del equipo masculino del Sardinero a la División de Honor. De esta forma, el derbi entre los dos clubes de la capital cántabra se traslada a la categoría masculina y deja al hockey, de nuevo con tres equipos, como el deporte con más representantes cántabros en la élite.
Texto
Voleibol
El maldito coronavirus que lo alteró todo en el primer semestre de 2020 dejó también un 'recado' en lo deportivo para 2021. Como muchas Ligas concluyeron esa campaña de forma abrupta, la solución fue que hubiese ascensos y no descensos. Pero para esta campaña 2020-2021, había más plazas de descenso de las usuales. Eso ocurrió en el caso de la Superliga Masculina de voleibol, en la que los últimos cuatro equipos perdían la categoría. El Textil Santanderina, cuyo objetivo prioritario siempre había sido la permanencia desde que era equipo de Superliga, lo intentó por todos los medios. Sin José Ignacio Marcos como responsable del banquillo por primera vez en muchos años, el equipo de Marcelo de Stéfano peleó hasta la última jornada. Pero no pudo evitar el perder la categoría, en la que los de Cabezón de la Sal se han ganado el respeto de todo el voleibol español durante las últimas siete campañas. El covid trajo para esta temporada el peor enemigo posible para los de Cabezón. El Matilde de la Torre, el pabellón con la mejor afición de España, se quedó sin público debido a las restricciones sanitarias. Y el apoyo de los suyos es más que vital para el Textil en los partidos.
Aún fue más cruel, si eso es posible, el descenso del Club Voleibol Torrelavega desde la Superliga Femenina 2. Tres grupos –el de las cántabras el único con 11 equipos–, resultados que hay que restar para homogeneizar clasificaciones... Tras una derrota en la última jornada, el octavo puesto de su grupo se tradujo en la pérdida de categoría para las del Besaya.
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Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
Clara Alba y José A. González
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