Cristina Bucsa ya tiene su gran título

Cristina Bucsa ya tiene su gran título. La torrelaveguense, formando pareja con Sara Sorribes, se ha impuesto en la final del dobles femenino del Mutua Madrid Open, un torneo de categoría WTA 1.000, al derrotar a la alemana Laura Siegemund y la checa Barbora Krejcikova por un contundente 6-0 y 6-2. Es la primera vez que una pareja española se impone en la final del dobles femenino del torneo de más nivel que hay en España.

La final enfrentaba a una pareja recién formada en este torneo -se inscribieron para jugar juntas cinco minutos antes de que se cerrase el plazo, al quedarse sin sus respectivas parejas habituales- contra una dupla que, aunque también es de reciente creación, ya había jugado cuatro torneos juntas. Y Siegemund y Krejcikova no son unas cualquiera. Entre las dos acumulan 32 torneos en dobles, entre ellos los más prestigiosos. Y Krejcikova tiene en su palmarés un grande en individuales, Roland Garros en 2021. Casi nada.

Pero el encuentro empezó como si la pareja veterana y favorita fuese la española. Bucsa ganaba su servicio para comenzar el encuentro, un break para las españolas en el segundo, Sorribes que lo consolida en el tercero... 3-0 en un visto y no visto. Las españolas, solidísimas y la pareja germano-checa, sin un ápice de continuidad y cometiendo errores a diestro y siniestro. A la checa se le atragantaban especialmente los globos que le mandaban Sorribes y Bucsa al fondo de la pista. Con 4-0 para las españolas y servicio de Bucsa, se llegó al iguales y en el punto de oro -una de las novedades en dobles en este Mutua Madrid Open, el iguales se juega a un solo punto para dar más dinamismo al juego-, Krejcikova estampanó la bola en la red. El 5-0. La checa no tenía su día y en el siguiente juego, en el que se sacaba ella, hizo lo mismo en el mismo momento. Punto de oro y bola a la red. El set, con un 'rosco' incluido, era para la torrelaveguense y la castellonense en un visto y no visto. Apenas 30 minutos de juego.

En los últimos puntos del primer set comenzaban a caer gotas sobre una Manolo Santana descubierta. Y en el descanso entre sets, la supervisora del torneo hablaba con ambos equipos. La decisión más lógica era cubrir la pista y por eso el reinicio del partido se demoró un poco, lo que tardó el techo retráctil en ponerlo todo a cubierto.

El descanso, y el hablar mucho con sus entrenadores, parece que espabiló algo a Siegemund y Krejcikova. Tras el 1-0 que se anotó Sorribes con su saque, la excepcional derecha de Krejcikova apareció por primera vez. Y eso, además de que Siegemund estaba mucho más agresiva, hizo que ganasen su primer juego con la checa al saque. El pequeño aviso para las españolas llegó en el tercero. Con el saque de Bucsa, Siegemund, que ya había tomado la responsabilidad de su equipo, con 30-40 se cruzó para mandar una bola a la línea de fondo y anotar el primer break para ellas. Era el 1-2. Si el primer set había durado 30 minutos, esos tres juegos del segundo parcial iban ya por los 16.

Pero la reacción se quedó en nada. Poco podían imaginar que ese iba a ser su último juego. Con la alemana al saque, Siegemund erró varias bolas y con 30-40, fue Krejcikova la que envió la pelota fuera. Las españolas devolvían el break. Con todo igualado, en el punto de oro del quinto una rapidísima Bucsa -quizá la mejor jugadora ayer de las cuatro en el partido- devolvió en la red un golpe de la alemana, que Siegemund no pudo solventar y la envió fuera. La cántabra volvió a hacer la misma operación en sexto juego, con una derecha cruzada para poner el 4-2. El título estaba medio encarrilado.

Con la cántabra ganando muy fácil su servicio, daba la impresión de que Siegemund y Krejcikova estaban ya entregadas porque eran conscientes de que no era su día. Con la alemana al saque, un tiro suyo era el 30-40 y la primera bola de campeonato para Bucsa y Sorribes. No hizo falta ninguna más. Siegemund sacó contra Bucsa y a partir de ahí todas las bolas fueron a la torrelaveguense, que las devolvía como si fuese una pared. Barbora Krejcikova golpeó la última, que se fue fuera por poco. El 6-2 con el que Bucsa y Sorribes saltaban de alegría y se abrazaban. El primer gran título en la carrera de Cristina Bucsa ya estaba ganado.

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