Thiem y Tsitsipas dirimirán una final sin el 'Big Three'

El helvético, que llegaba lanzado tras vencer a Novak Djokovic en una auténtica exhibición, se estrelló en un partido horrible.

Con los recuerdos aún frescos de cuando perdió doce de doce bolas de rotura ante Tsitsipas en Australia, Federer completó otro partido horrible al resto (una de doce en bolas de 'break'), desconectado con la derecha (17 errores no forzados) y en el que los golpes ganadores no ayudaron (21).

Tuvo gestos de frustración, como fallar dos remates en un mismo juego, regalando la primera rotura del partido a Tsitsipas, y se enzarzó en una batalla consigo mismo, lejísimos del nivel mostrado ante Djokovic.

Volvió a tropezar en el segundo set, con otro 'break' temprano a favor del griego y, aunque consiguió recuperarlo a trompicones, siguió con las malas sensaciones hasta el final.

Su saque fue un lunar tremendo, sirviendo ligeramente por encima del 50% de primeros y ganando menos de la mitad de segundos. Una catástrofe que no levantó ni el nutrido público suizo en la grada, que actuó a modo de 'hooligan' a su favor.

Federer se diluyó en una de esas tardes para el olvido que últimamente tiene en Londres (6-3 y 6-4) y no podrá luchar por un séptimo título de Maestro.

En su lugar, Tsitsipas se convirtió en el finalista más joven desde Juan Martín del Potro en 2009 y en el debutante más joven en alcanzar la última ronda desde Jim Courier en 1991. Ahora el griego, exultante tras el triunfo -«Estoy muy orgulloso de mí mismo»-, se medirá a Thiem.

El austríaco, con un día de descanso más que Zverev, batió al alemán y disputará su primera final en el torneo de Maestros.

Pese a ofrecer Zverev un nivel superior al de sus últimos encuentros, estuvo menos certero que Thiem. El centroeuropeo, con su entrenador Nicolás Massú en el banquillo, pese a que viene y va a Madrid para dirigir al conjunto chileno de la Davis, superó por quinta vez en su carrera a Zverev (7-5 y 6-3).

Thiem y Tsitsipas se medirán este domingo (no antes de las 19:30 hora española) para dirimir el sucesor de Zverev. Será la séptima vez en sus carreras que se vean las caras, con un balance de cuatro triunfos a favor del austríaco y dos para el griego.