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Oye, Jesús. Que esto se mueve mucho». El recordado Andrés Gimeno, tan excelso tenista como comentarista de televisión, no las tenía todas consigo. El set de Televisión Española estaba montado en lo alto de aquella grada portátil que acogería a 13.000 almas. La primera vez que en España se montaba algo así. Y Jesús Pellón, presidente de la Real Sociedad de Tenis de La Magdalena en aquel entonces, tranquilizó al maestro. «Me han dicho los ingenieros que es mejor que se mueva. Si no lo hace y es rígida, entonces será cuando haya problemas».
De aquellas frases hace ya dos décadas. «¿Ya? ¿Tanto tiempo ha pasado?». El entonces presidente del Tenis, el club que organizó todo aquello, no da crédito a que ya haya corrido tanto el calendario. Porque aquella semifinal entre España y Estados Unidos de la Copa Davis del año 2000 está guardada en un rincón privilegiado de la memoria. Si se cierran los ojos, se puede ver esa pista en forma de pétalos de flor abierta al sol. Y resonar en la cabeza un ambiente sencillamente increíble. El compendio de buenas sensaciones llega al recordar el resultado. España 5, Estados Unidos 0. A la final de principios de diciembre en un Palau Sant Jordi de Barcelona transmutado en pista de tierra batida en la que se ganó por 3-1 a Australia. La primera 'Ensaladera'. Por entonces, un tal Rafa Nadal no era más que el chaval que llevaba la bandera de la delegación española en esa final.
LAS CLAVESELEMENTOS A FAVOR
Pero ese título se forjó en unos días de julio en Santander. Entre el 21 y el 23, para ser exactos. Aunque el trabajo para traer un evento de tal magnitud empezó muchos meses antes. «Lo que más nos costó fue convencer a las federaciones Española e Internacional para organizar la semifinal aquí», rememora Pellón. «Que si era un sitio pequeño, las comunicaciones, el aeropuerto, que nunca se había hecho nada parecido... ¡Y el clima!». Santander competía con ciudades de más entidad como Barcelona, Palma, Madrid, Sevilla o Alicante. «Nos llegaron a decir que Santander no tenía glamour. Y eso era lo que nos sobraba», añade entre risas.
Pero la tenacidad de la gente del Tenis fue calando entre los mandamases de este deporte. Por un lado, el proyecto organizativo -«la oferta económica no, porque no teníamos dinero»- era más que bueno. Y por otro, Santander tenía una baza a favor. Los jugadores de aquella selección apoyaban a bloque a la capital cántabra. «Para ello fue fundamental el papel jugado por el doctor Ángel Ruiz Cotorro». El médico santanderino que dos décadas después sigue siendo una de las piezas fundamentales en el tenis español.
EL RESPALDO DEL PÚBLICO
Los apoyos de Gobierno regional y Ayuntamiento de Santander fueron el punto de apoyo perfecto para canalizar toda la ilusión de la gente del Tenis de La Magdalena. Porque salvo la seguridad privada que se encargó del evento, lo demás fueron voluntarios. «Unos 300», destaca Pellón. desde recogepelotas hasta chóferes.
Y llegó el primer día de la eliminatoria en aquel estadio de tenis junto al mar que empezó a verse en televisiones de 200 países. La mejor campaña de publicidad posible para una Santander que lucía un tiempo de película. En las gradas, esas 13.000 personas que habían agotado las entradas para los tres días «en apenas cuatro o cinco horas», recuerda Pellón. Además, Albert Costa y Álex Corretja ganaron sus partidos a Todd Martin y Jan-Michael Gambill, respectivamente. Con 2-0, la final estaba muy cerca. Al día siguiente, en el doble, el éxtasis. Juan Balcells y Álex Corretja dan el pase a España para la final de la Davis al derrotar a Todd Martin y Chris Woodruff por 7-6, 2-6, 6-3, 6-7 y 6-3. El día siguiente, el tiempo respetó hasta completar la paliza. «Balcells remontó dos sets en contra para ganar el quinto partido. Y justo al terminar, comenzó a llover», añade Pellón.
CAMINO DEL PRIMER TÍTULO
Aquel estadio junto a la playa de La Magdalena, el ambiente, la gesta conseguida en la pista, la ilusión puesta por los organizadores... Todo derivó en una eliminatoria icónica para el tenis español. «La presidenta de la Federación de Estados Unidos me dijo que era la pista al aire libre más bonita que había visto en su vida», señala orgulloso Jesús Pellón. Desde La Magdalena se cogió impulso para levantar meses después la primera 'Ensaladera'. Tras aquello han venido muchas más eliminatorias y otros cinco títulos más para España. Pero aquella semifinal ante Estados Unidos aún se recuerda. Santander, la sede que en principio no servía para un evento así, es un tesoro en la memoria de un tenis español que en La Magdalena inició su camino para ser uno de los mejores equipos de la historia de este deporte.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
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