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Dagoberto Escorcia
Viernes, 11 de octubre 2024, 07:38
Todo el mundo del tenis y del deporte en general sabía que este día llegaría. Desde que las lesiones comenzaron a ser crónicas fueron muchos los que anunciaron un adiós inmediato. Pero Rafael Nadal siempre fue un deportista que creyó mucho en él. Creyó hasta ... el último momento que podía seguir. Pero no. Lo intentó hasta el final, como cuando estaba en la pista y luchaba tanto para conquistar la victoria como lograr que su rival se exprimiera para derrotarlo.
Ahí estará siempre para el recuerdo esa anécdota que había contado en 'El Hormiguero' su tío Toni. Rafa apenas estaba comenzando. Jugaba en Terrassa y ese día, Toni Nadal decidió acompañar a un amigo de Rafa en otra pista. Una persona se acercó a Toni y le comentó que si su sobrino no tenía otra raqueta porque parecía que estaba jugando con una con las cuerdas rotas y estaba perdiendo. Rafa había perdido 6-0, y acabó derrotado 7-5 tras mejorar en el segundo. Cuando Toni le preguntó si no sabía que tenía la raqueta en mal estado, Rafa respondió que «estoy tan acostumbrado a tener siempre la culpa yo, que para nada me hubiera puesto a pensar que era la raqueta la que hacia jugar mal». Estaba contestando con una frase que Toni Nadal escribió en el club donde creció el mejor tenista español de todos los tiempos: «Nunca una excusa nos hizo ganar un partido».
A Toni Nadal dedicó Rafa un mensaje especial en el video en el que anunció su adiós a las pistas: «Él es la razón por la que empecé a jugar, y gracias a él superé muchas situaciones difíciles», comentó el sobrino. Toni fue el que lo crió tenísticamente y también lo educó. El mismo que en un acto en Barcelona comentó que lo había obligado a ponerse pantalones largos en un restaurante chino, donde lo dejaban entrar en bermudas porque ya lo conocían. Toni remató la deuda con una frase ejemplar: «Para que se entienda, no me gustaría ver mañana a Rafa con un Ferrari, porque a su edad no es normal. Él no es especial en nada. Es una persona normal». Entonces Rafa tenía 20 años. Nunca olvidó semejante consejo.
En la pista siempre su puño izquierdo en alto y un grito que resonaba en toda la pista: «¡Vamos!». Lo escucharon tantas veces los aficionados de tantos países que se convirtió en un clamor. Tras cada golpe vencedor, después de cada punto triunfador, de cada final de partido besando un éxito aparecía un «vamos» que acababaa convirtiéndose en un eco rebotado por la grada. Rafael Nadal convirtió esa exclamación en una de sus señales de identidad. Y se ahora ha llegado el momento de pasar al «me voy».
Otro gran deportista que acaba su carrera. Que dice adiós, pero cuya grandeza adquiere la figura de una leyenda. Un ejemplo para tantos otros deportistas y para personas que ayer no escondían en el Instagram del manacorí la admiración y motivación que Nadal les ha hecho sentir: «Cuando paso un mal momento siempre pienso qué haría Rafa en esta situación. Y entonces tiro hacia adelante. Muchas gracias, Rafa», escribió un aficionado.
Los mejores torneos
Uno de los más de 160.000 que ardieron en deseos de dejar un mensaje al rey de la tierra. Entre ellos la organización de Roland Garros (14 títulos en la tierra parisina). O Wimbledon (2) que dejó un «orgullo infinito, recuerdos dorados, siempre un campeón», o el Open de Australia que escribió: «Gracias, Rafa. 2 Australian Open, 22 Grand Slam. Recuerdos legendarios. Eres muy querido en todo el mundo. Agradecido por todos los momentos inolvidables». Y el US Open (4): «Una carrera notable ha llegado a su final».
Fueron más de 2,6 millones de aficionados que entraron en las redes sociales del jugador español. De todas partes del mundo, de todos los deportes. Pura admiración por un deportista que dejará huérfanas a las pistas de tenis. Ya no se escuchará más ese «vamos» ni se verá ese ritual de botar la pelota antes de efectuar un saque, frotarse la frente y tocar hasta lo que no era la frente.
Todo un profesional al que castigaron 24 lesiones en 21 años de carrera en el que acumuló 22 títulos de Grand Slam –el segundo jugador con más en la historia después de Novak Djokovic–, en los que solo abandonó en 16 ocasiones, venció en 65 torneos de tierra de 92 que disputó, en los que sumó 1.080 victorias por 227 derrotas, ganó 5 Copa Davis, y obtuvo dos oros olímpicos, uno en los individuales de los Juegos de Pekín y otro en dobles con Marc López en los de Río.
El tenis va a extrañar a Nadal. Incluso un senior como Rod Laver declaró ayer que iba a echar de menos «a este tipo que pelea por cada punto como ningún otro». Esa lucha, entrega, constancia y profesionalismo son unas cualidades innatas en Rafael Nadal. Una esencia que llevó a la cantante Shakira a invitarlo a grabar una canción llamada 'gitana' en 2009: «Nadal es una persona muy comprometida con su carrera desde muy niño, desde los 17 años. Sentí que esa identificación podía ser retratada en este vídeo. Necesitaba de alguien con quien me pudiera identificar de igual modo», explicó la colombiana. Nadal siempre será recordado por todo ello. Como la música, como esas canciones que aunque sus creadores no estén, siempre dan ganas de volver a escucharlas. De recordarlas.
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