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Domingo, 8 de diciembre 2019, 00:54
Una nueva velada con el Niño como protagonista y de nuevo un excepcional ambiente en el Vicente Trueba, con colas ya desde primera hora, antes de que comenzara la jornada, que tenía previsto su primer combate para las ocho de la tarde. Y ya desde el principio las gradas del pabellón mostraban una buena afluencia, destinada a multiplicarse para la cita estelar de la noche. También en los alrededores se aprecia el movimiento propio de estas ocasiones, en una noche de sábado en la que el deporte convive con la jornada de puente y fiestas en la Plaza Mayor y la Plaza Roja. En total, más de 2.000 personas para seguir con atención la tercera defensa del título del campeón torrelaveguense, siempre volcado con una ciudad que sabe devolverle el cariño.
Una nueva velada con el Niño como protagonista y de nuevo un excepcional ambiente en el Vicente Trueba, con colas ya desde primera hora, antes de que comenzara la jornada, que tenía previsto su primer combate para las ocho de la tarde. Y ya desde el principio las gradas del pabellón mostraban una buena afluencia, destinada a multiplicarse para la cita estelar de la noche. También en los alrededores se aprecia el movimiento propio de estas ocasiones, en una noche de sábado en la que el deporte convive con la jornada de puente y fiestas en la Plaza Mayor y la Plaza Roja. En total, más de 2.000 personas para seguir con atención la tercera defensa del título del campeón torrelaveguense, siempre volcado con una ciudad que sabe devolverle el cariño.
Una nueva velada con el Niño como protagonista y de nuevo un excepcional ambiente en el Vicente Trueba, con colas ya desde primera hora, antes de que comenzara la jornada, que tenía previsto su primer combate para las ocho de la tarde. Y ya desde el principio las gradas del pabellón mostraban una buena afluencia, destinada a multiplicarse para la cita estelar de la noche. También en los alrededores se aprecia el movimiento propio de estas ocasiones, en una noche de sábado en la que el deporte convive con la jornada de puente y fiestas en la Plaza Mayor y la Plaza Roja. En total, más de 2.000 personas para seguir con atención la tercera defensa del título del campeón torrelaveguense, siempre volcado con una ciudad que sabe devolverle el cariño.
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Una nueva velada con el Niño como protagonista y de nuevo un excepcional ambiente en el Vicente Trueba, con colas ya desde primera hora, antes de que comenzara la jornada, que tenía previsto su primer combate para las ocho de la tarde. Y ya desde el principio las gradas del pabellón mostraban una buena afluencia, destinada a multiplicarse para la cita estelar de la noche. También en los alrededores se aprecia el movimiento propio de estas ocasiones, en una noche de sábado en la que el deporte convive con la jornada de puente y fiestas en la Plaza Mayor y la Plaza Roja. En total, más de 2.000 personas para seguir con atención la tercera defensa del título del campeón torrelaveguense, siempre volcado con una ciudad que sabe devolverle el cariño.
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Una nueva velada con el Niño como protagonista y de nuevo un excepcional ambiente en el Vicente Trueba, con colas ya desde primera hora, antes de que comenzara la jornada, que tenía previsto su primer combate para las ocho de la tarde. Y ya desde el principio las gradas del pabellón mostraban una buena afluencia, destinada a multiplicarse para la cita estelar de la noche. También en los alrededores se aprecia el movimiento propio de estas ocasiones, en una noche de sábado en la que el deporte convive con la jornada de puente y fiestas en la Plaza Mayor y la Plaza Roja. En total, más de 2.000 personas para seguir con atención la tercera defensa del título del campeón torrelaveguense, siempre volcado con una ciudad que sabe devolverle el cariño.
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Una nueva velada con el Niño como protagonista y de nuevo un excepcional ambiente en el Vicente Trueba, con colas ya desde primera hora, antes de que comenzara la jornada, que tenía previsto su primer combate para las ocho de la tarde. Y ya desde el principio las gradas del pabellón mostraban una buena afluencia, destinada a multiplicarse para la cita estelar de la noche. También en los alrededores se aprecia el movimiento propio de estas ocasiones, en una noche de sábado en la que el deporte convive con la jornada de puente y fiestas en la Plaza Mayor y la Plaza Roja. En total, más de 2.000 personas para seguir con atención la tercera defensa del título del campeón torrelaveguense, siempre volcado con una ciudad que sabe devolverle el cariño.
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Una nueva velada con el Niño como protagonista y de nuevo un excepcional ambiente en el Vicente Trueba, con colas ya desde primera hora, antes de que comenzara la jornada, que tenía previsto su primer combate para las ocho de la tarde. Y ya desde el principio las gradas del pabellón mostraban una buena afluencia, destinada a multiplicarse para la cita estelar de la noche. También en los alrededores se aprecia el movimiento propio de estas ocasiones, en una noche de sábado en la que el deporte convive con la jornada de puente y fiestas en la Plaza Mayor y la Plaza Roja. En total, más de 2.000 personas para seguir con atención la tercera defensa del título del campeón torrelaveguense, siempre volcado con una ciudad que sabe devolverle el cariño.
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Una nueva velada con el Niño como protagonista y de nuevo un excepcional ambiente en el Vicente Trueba, con colas ya desde primera hora, antes de que comenzara la jornada, que tenía previsto su primer combate para las ocho de la tarde. Y ya desde el principio las gradas del pabellón mostraban una buena afluencia, destinada a multiplicarse para la cita estelar de la noche. También en los alrededores se aprecia el movimiento propio de estas ocasiones, en una noche de sábado en la que el deporte convive con la jornada de puente y fiestas en la Plaza Mayor y la Plaza Roja. En total, más de 2.000 personas para seguir con atención la tercera defensa del título del campeón torrelaveguense, siempre volcado con una ciudad que sabe devolverle el cariño.
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Una nueva velada con el Niño como protagonista y de nuevo un excepcional ambiente en el Vicente Trueba, con colas ya desde primera hora, antes de que comenzara la jornada, que tenía previsto su primer combate para las ocho de la tarde. Y ya desde el principio las gradas del pabellón mostraban una buena afluencia, destinada a multiplicarse para la cita estelar de la noche. También en los alrededores se aprecia el movimiento propio de estas ocasiones, en una noche de sábado en la que el deporte convive con la jornada de puente y fiestas en la Plaza Mayor y la Plaza Roja. En total, más de 2.000 personas para seguir con atención la tercera defensa del título del campeón torrelaveguense, siempre volcado con una ciudad que sabe devolverle el cariño.
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