«A final de año tenemos que estar en la cabeza de la flota»

–Cambio de compañero. Florian Trittel en lugar de Iago López. ¿Por qué?

–Iago y yo teníamos intenciones de hacer una campaña un poco diferente. El quería hacer otro tipo de vela y no dedicar tanto tiempo al 49er en el primer año. Y yo sí. Y por eso decidimos hacerla por separado. Y también, por motivaciones nuevas.

–¿Es habitual el cambio de tripulación tras un ciclo olímpico?

–Sí. Cuanto más tiempo lleves con una pareja, mejor, pero sí se suele cambiar tras un ciclo olímpico. La gente se pone a pensar un poco si quiere otra vez otro ciclo olímpico y cómo.

–¿Cómo va ese proceso de adaptación con Florian?

–Muy bien. Para mí es de admirar cómo lo está haciendo Florian. Se ha cambiado de otra clase olímpica –viene del Nacra 17– y es bastante bueno. Cambiarse a otra clase, con apenas dos años de margen, y estar al nivel que está... Estamos convergiendo muy bien.

–¿Qué ha traído distinto Florian?

–Es diferente a Iago. Florian aporta serenidad y determinación. Se pone un objetivo delante y desglosa muy bien el camino. Y la comunicación entre nosotros es muy buena. Aporta una visión diferente. Yo llevo muchos años en el 49er y él viene de otra clase, con un 'input' desde fuera. Y eso aporta cosas que yo igual no veía.

–¿Se conocían de antes?

–Nos conocemos desde que éramos niños, en Optimist. Él navegaba por Cataluña y yo por Cantabria, pero hemos hecho Campeonatos de España juntos y hemos estado juntos en la Youth America's Cup. Nos conocemos desde hace muchos años.

–¿Qué es lo más importante a la hora de hacer un nuevo equipo?

–Sobre todo establecer todos los métodos de trabajo. Y acordarlos. Tenemos que ver la mejor manera de trabajar juntos. Y hay que pasar por el procedimiento otra vez. Hay que pensar igual, trabajar juntos, entrenar... Y eso lleva tiempo. Cuanto más tiempo lo hagamos, más se refuerza. Pero el cambiar el equipo hace pensar toda la campaña desde cero. Le puedes dar una vuelta más.

–¿Qué objetivos se han marcado?

–Obviamente queremos tener buenas sensaciones. Y trabajamos mucho para ello. Por ahora, esas sensaciones son buenas. El Mundial de Canadá en septiembre es el principal objetivo. Si queremos ganar una medalla en los próximos Juegos, a final de año ya tenemos que estar en la cabeza de la flota. Pero lo más importante ahora es establecer nuestras bases como equipo.

–Los años van pasando. Ya no es aquel jovencísimo regatista del Mundial de Santander 2014...

–Lo pienso bastante (risas). Es que ya voy a por mis terceros Juegos Olímpicos. En cuanto a ilusión, será como en los primeros. Pero con más experiencia, claro. Sí que siento que veo cada vez más claro el objetivo. En Río creíamos que teníamos posibilidades, pero no eran tan grandes como quizá pensábamos. Y para Tokio, llegamos muy bien preparados, con opciones claras de medalla. No la conseguimos, pero el aprendizaje fue brutal, cómo reaccionó el cuerpo y la mente ante esa situación. Eso nos dio mucho. La intención es llegar mejor preparados a París, aún mejor que a Tokio.

–¿Ya está olvidado lo de perder una medalla olímpica en la última regata?

–Eso no se olvidará nunca. Pero no le veo mucha parte negativa. Creo que a largo plazo me va a dar más el haberla perdido que el haberla ganado. Eso dará más fuerza para el futuro.

–¿Dónde será la vela en los Juegos de París 2024?

–Será en Marsella, cerca de Hyères. Ya he regateado allí. En 2013, con Pablo Turrado, hice mi primer Mundial allí. Todavía no le he echado mucho ojo a las condiciones. Pero es el Mediterráneo, con el típico viento medio en verano. Está bien. Además, el tema logístico será muy distinto, para mejor, al de Tokio.

–Con Florian navega en el barco español de SailGP...

–Es un circuito brutal. A veces nos falta suerte y también falta experiencia. Somos el equipo más joven –26 años de media– y competimos con gente de Copa América y medallistas olímpicos. Lo mejor de la vela está ahí ahora. Eso también nos da mucho para la campaña olímpica. Te mides con ellos y sabes que puedes pelear con ellos

–¿Va la vela por ese camino, por barcos espectaculares como los del SailGP y a toda velocidad?

–Sí. Por barcos como los de la SailGP, por el 'foil' y la velocidad. La vela es un deporte muy difícil de transmitir y las clases lentas clásicas son muy difíciles de ver. Se trata de hacer, valga la comparación, MotoGP con estos barcos. Es lo mejor que ha tenido este deporte para hacerlo crecer. El Circuito de SailGP sólo lleva dos temporadas, pero es una fórmula muy buena para retransmitir la vela, para que esto dé una vuelta y hacer un deporte más grande.

–Va a por su tercera campaña olímpica. ¿Se pone fecha para dejarlo?

–De momento, no. Voy una a una y voy viendo. Siento que aún voy para arriba. Una vez me dijeron, y se me quedó grabado, que el día que te tienes que retirar es el que sientes que vas para abajo. Pero creo que eso está lejos todavía. De momento, a pensar en París.

–Da la impresión de que la vela le deja poco tiempo libre y para venir a casa...

–Por casa estoy muy poco. Con el 49er estoy fuera unos 200 días al año y entre 60 y 70 con el SailGP. Pero tengo la suerte de que hago lo que más me gusta. Mi vida es la vela. Y la de mi pareja también lo es. Todo eso hace que pueda vivir esa situación. Los años han ido montando mi vida para que pueda ser así. Tiempo libre tengo poco, pero intento aprovecharlo como puedo.