Santander, una fábrica de medallistas

«No puedes aspirar a tener un gran campeón si no tienes todos los medios para que pueda actuar», explicaba Cortés, que confesó como los Juegos de Barcelona supusieron un punto de inflexión. «Por primera vez se profesionalizo la práctica el deporte en España. Nacieron los centros de alto rendimiento, las ayudas médicas, se trajo a fantásticos entrenadores, planificadores deportivos...», detalló Cortés. «Aquella era fue fantástica y todavía hoy estamos recogiendo sus frutos. Y todo empieza en Santander con la escuela del Puntal», señaló.

Jesús Mora fue uno de los creadores de esta fábrica de regatistas. «Hablamos del inicio de la historia de la escuela moderna de vela en España», decía Mora. «Se propuso al Club Marítimo crear una escuela para todos los jóvenes y mayores que quisieran aprender a navegar y el Marítimo respondió», contaba. Una pequeña delegación se desplazó a un proyecto de escuela que había en Arosa, Galicia, para coger ideas y con eso se puso en marcha. «Se decidió que fuera en los arenales del Puntal porque tenía que ser en régimen de internado. Se pidió al ejercito material y la Marina española cedió tres tiendas de campaña, se construyeron letrinas y en 1968 se inició el primer curso de la escuela», recordó Mora. Tuvo tanto éxito que hubo que hacer un segundo. El primero tuvo 28 alumnos, nueve chicas y 20 chicos. «La escuela continuó en la isla de la Torre, que luego dejamos a cargo del Gobierno de Cantabria», cerró Mora, que dio paso a Fernando Mirapeix, para continuar con la historia de la isla.

«En 1986 la Consejería retoma el control de la isla y la Federación empieza con más intensidad en el casetón y en el edificio de la Horadada», detalló Mirapeix. Más tarde, en 2013, la Dirección General de Deportes no quiso continuar y la Federación asumió el control hasta este momento. «Nos ocupamos de la vela base y con tecnificaciones tratamos de mejorar las aptitudes y prestaciones de los que tienen posibilidades de conseguir logros deportivos». En Santander se puede acceder al currículum completo en el mundo de la vela desde la cantera a navegantes oceánicos, y es gracias a las estructuras que posee la ciudad. «Los clubes tenemos que cuidar este legado. La vela en Cantabria tiene un gran futuro. Estamos ilusionados con Diego Botín, con lo que está consiguiendo, y este es un año muy importante para él por eso le estamos apoyando entre todos», decía Mirapeix.

Santander fue el primer sitio donde se construyó un centro de alto rendimiento como tal. No cabe duda de que el CEAR, ubicado en Gamazo, es una auténtica fábrica de medallistas. Campeones como Xabi Fernández, que recalcó lo mucho que le ayudo su estancia allí para lograr sus objetivos y logros deportivos. «Si no hubiéramos llegado al CEAR en el 98, sin duda todo esto no hubiera pasado», admitió. Santander reúne las condiciones que hacen falta para hacer una preparación olímpica al más alto nivel. Condiciones muy completas y que permiten navegar todo el año. «Entrenamos mucho y los resultados llegaron. Hubo una época en que fuimos una referencia en el mundo del 49er y los extranjeros se peleaban por estar aquí y entrenar con nosotros», explicó Xabi.